El mito de las enfermedades mentales

 MITO DE LAS ENFERMEDADES MENTALES

El autor hace hincapié en la diferencia entre enfermedad mental y enfermedad del cuerpo. La enfermedad mental la puntualiza como síntomas del cerebro y la enfermedad del cuerpo la refiere el cómo afecta a los sistemas orgánicos (piel, hígado, corazón, etc.) los cuales se manifiestan por medio de síntomas que se relacionan con dichas partes del cuerpo.  Al hacer esta diferencia es con el propósito de que no exista confusión al momento de referirse en lo que es una enfermedad mental y una enfermedad del cuerpo.

En relación a las enfermedades mentales las designa como los problemas de la vida y que la causa es por la desarmonía humana, considerando de forma implícita la convivencia social entre individuos, y lo señala como un argumento falaz cuando la enfermedad mental es una causa y no como simplemente una expresión para mencionar ciertos tipos de conducta.

Asimismo, el concepto de enfermedad física o mental, implica desviación con respecto a una norma, la cual la impugna con respecto a qué términos anatómicos y fisiológicos se refiere, y que debería estipularse bajo los conceptos psicosociales, éticos y legales, también quién define las normas y por tanto la desviación, si es la propia persona que sufre el padecimiento o alguna otra persona designada por el paciente.

En la actualidad la manifestación de una enfermedad mental se efectúa estableciendo una desviación de la conducta con respecto a determinadas normas psicosociales, éticas o legales con el propósito de corregirla dentro de un marco terapéutico.

Con respecto a la ética profesional tanto en medicina como en psiquiatría hace alusión a que se debería llevar a cabo conforme a los valores éticos de cada especialidad, sin embargo no se da por diversos motivos como las orientaciones religiosas, relaciones humanas, morales y valores propios de cada especialista.

En el caso de los psicoterapeutas actuales los problemas mentales los tratan como problemas de la vida y no como problemas genéticos o del cerebro. En la parte ética acota que los valores éticos no se plantean en el proceso de la terapia, puesto que son problemas sociales o interpersonales del individuo.

Todo lo anterior, lo refiere para proponer que haya claridad en los términos médicos al referirse a enfermedad mental y enfermedad física, sugiriendo que los fenómenos que ahora designamos como enfermedades mentales vuelvan a considerarse de nuevo y se les elimine de la categoría de enfermedad; y se les considere como expresiones de la lucha de los individuos con los problemas acerca de cómo debían vivir.

Con respecto al artículo es importante que existan las diferencias de los conceptos de enfermedad, trastorno y salud mental, con el objeto de aplicarlos de forma correcta en cada caso.

Por ejemplo el DSM-IV es un manual de trastornos mentales, pero de ninguna manera explica con claridad lo que es un trastorno mental y que en este caso podría ser denominado como “salud mental”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que no existe una definición oficial acerca de la salud mental, ya que ésta siempre aparece influenciada por las diferencias culturales y la subjetividad.

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