El paciente sociopatico

EL PACIENTE SOCIOPÁTICO

Se encuentran mecanismos psicopáticos en todo individuo. Hay momentos o situaciones en que las necesidades adquieren un carácter urgente, o en que los controles interiores no se han desarrollado y las funciones ejecutivas del ego se utilizan directamente para obtener satisfacción.

Cuando los impulsos del patrón psicopático están definidos nítidamente, podrá ser sumamente sencillo utilizarlos como etiquetas específicas de diagnóstico, ignorando otros rasgos clínicos. Por ejemplo, alcoholismo, drogadicción, perversión sexual, entre otros.

Carácter psicopáticos y neurosis de carácter

Los rasgos del carácter psicopático, por otra parte, tienen por objeto asegurar la satisfacción de impulsos y proporcionar la seguridad y el alivio de tensión resultantes. Hay poca consideración para las demandas de la conciencia; la afectividad es superficial y se da poca capacidad para tolerar la ansiedad. El hecho de que el carácter psicopático no desarrolle defensas neuróticas adecuadas hace que resulte necesario para él escapar de la frustración y la ansiedad.

El individuo psicopático es relativamente indiferente a sus objetos, aparte de sus relaciones con él. Sólo ve a las demás personas como fuentes potenciales de peligro o satisfacción, preocupándose poco, en cambio, por su seguridad, comodidad o placer. Los impulsos interiores se experimentan como urgentes o abrumadores, y el aplazamiento o la substitución no parecen posibles. El sentimiento que resulta de satisfacer sus impulsos  posee una calidad de tensión, alivio o saciedad.

Afecto

Ansiedad: al psicópata se le describe a menudo como alguien que siente poca ansiedad o ninguna. Tiene una tolerancia muy baja para esta.

Culpa: Se da en estos una tolerancia disminuida de la culpa, pero, según otros, lo que hay es una falta relativa de culpa.

Superficialidad: Buscan estímulo del exterior para llenar su vacío interno, y cualquier experiencia es mejor que el sentimiento tenso y aislado del que están tratando de escapar.

Relaciones de objeto

El interés emocional psicopático está centrado narcisísticamente en sí mismo. Las demás personas son figuras transitorias en su vida: van y vienen, o se las puede reemplazar por medio de substitutos, con poco sentimiento de pérdida.

La necesidad del paciente psicopático de castigar a los que quiere es universal, y a menudo el paciente se da poca cuenta de la cantidad de ira descargada en este patrón.

Tiene poco sentimiento del yo y, por consiguiente, no experimenta deseo alguno de adoptar una posición que le deje sintiéndose sólo y aislado.

El psicópata trata de ser alguien, porque siente que, en otro caso, no es nadie en absoluto.

Patrones de conducta

Conducta antisocial: esta conducta comprende una diversidad de trastornos tales como el mentir, hacer trampa, robar y hacer uso de drogas.

La incapacidad del paciente, de diferir la satisfacción, su control deficiente de los impulsos, la falta de culpa y la intolerancia de la ansiedad contribuyen a crear una incapacidad para considerar las consecuencias de los actos.

El paciente tiene a menudo la impresión que tiene derecho a hacer lo que hace. Cree que ha sido tratado injustamente en el pasado y que su conducta actual contribuirá a nivelar la balanza.

Aspectos positivos: El individuo psicopático podrá desarrollar acaso gran habilidad en tareas que provocarían considerable ansiedad en la mayoría de los demás.

La habilidad social de la persona psicopática y su encanto amable hace que tenga éxito en sus tratos con otras personas y el psicópata es maestro en el arte de manipular a la gente.

Técnicas defensivas y de adaptación

En el paciente psicopático, la ansiedad conduce directamente a la acción. Hay algunas defensas psicológicas de las que el individuo psicopático se sirve. Aislamiento, desplazamiento, proyección y racionalización, que reducen al mínimo la culpa y el malestar social que podría acaso experimentar.

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