Familia y medio ambiente

INTRODUCCIÓN

En nuestro país, la violencia familiar o doméstica es uno de los principales problemas que afecta seriamente la salud mental y física de las familias; también una de las primeras causas de muerte de mujeres, niños, y adultos mayores a servicios médicos de urgencia, donde se incluye la atención, psicológica y psiquiátrica.

Los episodios de violencia familiar suelen estar estrechamente relacionados con el abuso de alcohol y el consumo de drogas, ya sea como factor desencadenante o como una consecuencia que motiva tanto a las víctimas como a los victimarios a usar o abusar de estas sustancias.

Los daños y los efectos negativos que ocasiona la violencia en la salud de la familia llegan a ser irreversibles. Por esto, resulta fundamental orientar a las personas a fin de evitar que su dinámica familiar se torne violenta, y por el contrario encuentren opciones viables que los ayuden a solucionar esta problemática y mejorar su calidad de vida

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La violencia familiar en el país ha provocado que muchas personas lleguen a considerar las agresiones y maltratos en las relaciones personales y familiares como una situación “normal” y a suponer que no existen razones para decir o hacer algo para detenerla; pero pensar y actuar de esta forma es un grave error que favorece y promueve la violencia.

La violencia familiar se manifiesta de diversas formas no solo por medio de agresiones físicas y verbales. En general, los daños y consecuencias que provoca suelen ser severos y permanentes, particularmente en niños, adolescentes, mujeres o ancianos. Por ejemplo: es común, se sientan inseguras, tristes, impotentes y culpables.

Es importante considerar que la violencia afecta negativamente el equilibrio familiar, ya que altera la forma como se relacionan y conviven sus integrantes. En las familias donde existe violencia, la fuerza y el sometimiento se utilizan como métodos de control del comportamiento de los demás familiares, ignorando los derechos y crenado ambientes familiares rígidos y distantes.

Por lo anterior, nuestro principal papel como padres para prevenir la violencia familiar, es identificar aquellas situaciones que representan un riesgo de generar actos violentos; para lograrlo necesitamos poner en práctica estrategias que nos ayuden a evitarlas o saber cómo enfrentar adecuadamente una situación de este tipo. No debemos olvidar que la educación basada en el respeto, el amor y la comprensión, será la mejor herramienta para mantener alejada a nuestra familia de la violencia.

JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO

La

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