Filias Y Parafilias
FattyMarian45 de Mayo de 2014
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RESUMEN
Palabras clave
Erotismo, Fantasías sexuales, Parafilias
ÍNDICE GENERAL
CONTENIDO
Resumen 2
Palabras clave 2
Índice General 3
Lista de tablas y figuras 4
Introducción 5
Filias y Parafilias 6
Definición 6
Niveles de las Filias 6
Características de los parafílicos 7
Desarrollo de parafilias en las personas 8
Historia de las Filias 12
El mundo antiguo 12
La antigua Grecia 12
La cultura egipcia 13
Evolución de las parafilias en la psicología 13
Tipos de Filias 15
Parafilias comunes 15
Cronofilia 16
Tipos de Cronofilias 17
Exhibicionismo o apodysofilia 18
Tipos de Exhibicionismo 18
Fetichismo 19
Tipos de Fetichismo 20
Filias de los órganos de los Sentidos 31
Gusto 31
Oído 33
Olfato 34
Tacto 35
Vista 37
Otras Parafilias 37
Filias sin relación erótica o sexual 51
Conclusión 59
Referencias 60
LISTA DE TABLAS Y FIGURAS
ESQUEMA 1 "FILIAS Y PARAFILIAS" (ESQUEMA DE LLAVES) 11
ESQUEMA 2 "HISTORIA DE LAS FILIAS" (ESQUEMA PNI) 14
ESQUEMA 3 "TIPOS DE FILIAS" (MAPA CONCEPTUAL) 58
INTRODUCCIÓN
FILIAS Y PARAFILIAS
Definición
Las filias son atracciones, afición o amor habitualmente exagerado a determinadas realidades o situaciones, son lo contrario a las fobias, esto quiere decir que en vez de causarle miedo o pavor a la persona le causa excitación sexual o eufórica.
Una parafilia es un conjunto de trastornos de la sexualidad cuya característica esencial es la presencia de repetidas e intensas fantasías sexuales que incluyen, por lo general, el uso objetos no humanos para obtener satisfacción, el sufrimiento o humillación de uno mismo o de la pareja y las relaciones con niños u otras personas que se resisten a la relación, entre otras cosas. Las fantasías o estímulos de tipo parafílico pueden ser imprescindibles para obtener la excitación e incluirse siempre en la actividad sexual, es decir, que la persona no siente placer sexual llevando a cabo el coito, sino que se lo provoca la realización de otro tipo de actividades durante el acto sexual; o bien pueden presentarse episódicamente y combinarse con prácticas sexuales no desviadas.
Es importante mencionar que al utilizar el término filia, no solo nos referimos al aspecto sexual y erótico, sino que de una forma más generalizada se toman en cuenta los gustos o aficiones a otro tipo de cosas o actividades que no tienen nin-guna relación con el erotismo. Para eso existe la palabra parafilia que se refiere específicamente a ese aspecto sexual.
Niveles de las Filias
Las filias se miden según el grado de expresividad de esta en el comportamiento de la persona que la tiene. En los niveles de mayor expresividad se incluyen las parafilias. La clasificación de los niveles de filias es la siguiente:
Expresión Mínima (EM): Grado mínimo de expresividad del comportamien-to, en el que se produce gusto o satisfacción por algo en particular y está presente en cualquier individuo. No incluye comportamiento erótico, excita-ción u orgasmo.
Expresión Acentuada (EA): Grado de expresividad del comportamiento en el que se produce un gusto o satisfacción por algo de manera muy notoria o predominante en el individuo. No incluye comportamiento erótico ni placer orgásmico.
Expresión Erótico Sexual a Nivel Fantasía (EESF): Grado de expresivi-dad del comportamiento en donde se presenta una parafilia que no es lle-vada a la práctica, sino que únicamente se crea la fantasía en la mente del individuo y se puede llegar a experimentar el orgasmo.
Expresión Erótico Sexual Mínima (EESM): En este nivel la fantasía se materializa llevando la parafilia a la práctica para obtener excitación, or-gasmo o ambos.
Expresión Erótico Sexual Preferida (EESP): En este caso el individuo tiene una predilección o preferencia especial por una parafilia en específico, pero su vida sexual no se centra completamente en ella.
Expresión Erótico Sexual Exclusiva (EESE): Grado máximo de expresi-vidad del comportamiento en donde el individuo ya no puede alcanzar la excitación, orgasmo o ambos sin la presencia de la filia.
Características de los parafílicos
El estímulo preferido, incluso en una parafilia particular, puede ser altamente es-pecífico. Las personas que no tienen una pareja que esté de acuerdo en realizar las fantasías del individuo pueden solicitar los servicios de prostitutas o incluso pueden obligar a sus víctimas a realizarlas en contra de su voluntad. Los indivi-duos que padecen este trastorno pueden escoger una profesión, tener como hob-by u ofrecerse como voluntarios para trabajar en oficios que les permiten estar en contacto con el estímulo deseado (p. ej., vender zapatos o lencería de mujer [feti-chismo], trabajar con niños [pedofilia] o conducir una ambulancia [sadismo sexual]). Asimismo, de manera selectiva, pueden mirar, leer, comprar o coleccio-nar fotografías, películas, o libros cuyo foco principal es el tipo de estímulo preferi-do por el individuo. Muchas personas que sufren esta alteración afirman que su comportamiento no les ocasiona ningún tipo de malestar y que el único problema es el conflicto social, consecuencia de la reacción de la gente frente a su compor-tamiento. Otros casos manifiestan intensos sentimientos de culpa, vergüenza y depresión por el hecho de efectuar actividades sexuales inusuales, que no son aceptadas socialmente o que ellos mismos consideran inmorales. A menudo, les es difícil desarrollar una actividad sexual recíproca y afectiva, por lo que pueden aparecer diversas disfunciones sexuales. Asimismo, las alteraciones de la perso-nalidad son frecuentes y pueden ser lo suficientemente graves como para que se efectúe el diagnóstico de trastorno de la personalidad. También pueden aparecer síntomas típicos de depresión en estos individuos, lo cual puede provocar un au-mento de la frecuencia e intensidad del comportamiento parafílico.
Desarrollo de parafilias en las personas
El comienzo de la parafilia o de algunas fantasías y comportamientos asociados se suele dar en la infancia o en las primeras etapas de la adolescencia, pero se desarrolla y elabora mejor durante la adolescencia y primeros años de la edad adulta. Estas alteraciones tienden a cronificarse.
Existen múltiples teorías, pero hasta ahora ninguna ha aportado una clara evidencia de porqué se establece este tipo de orientación. Se ha dicho que las parafilias aparecerían en personas con un mayor impulso sexual, secundario a mayores niveles de testosterona. Hay quienes han centrado la situación en problemas de aprendizaje como haber sufrido una educación sexual de carácter negativo y culpabilizador. Otros establecen que las parafilias son consecuencia de un desarrollo problematizado de la sexualidad infantil más un trastorno del cortejo (los parafílicos tendrían aversión al coito). Algunos autores asientan sus teorías en una estructura patológica de la personalidad y otros aseveran que las parafilias entrarían dentro del espectro del trastorno obsesivo compulsivo.
Una teoría que ha cobrado fuerza se basa en la idea de que los parafílicos tienen una distorsión en la representación del género, es decir, no tendrían una excita-ción clara ni una idea perfectamente concebida respecto al género.
Las conductas sexuales se caracterizan por emplear los fetiches como objeto para la masturbación, uso por parte de la pareja, utilización solo en fantasías o hacer colecciones (se han descrito personas que han recolectado hasta 5.000 pares de tacones). Hay un tipo de fetichistas que no se excitan por objetos de sus parejas, en cambio experimentan una gran excitación robando prendas de otras personas, motivo por el cual a veces desaparece ropa interior en tendederos de uso común.
Gran parte de los fetichistas tienen disfunciones sexuales, generalmente trastorno de la excitabilidad o disfunción eréctil, si no utilizan el fetiche de alguna de las maneras anteriormente citadas.
El fetichismo no suele generar problemas, salvo cuando algunas parejas se can-san de tener que utilizar siempre el mismo objeto, por ejemplo, una paciente se quejaba de que la única forma de excitar a su marido era llevando puestos ligue-ros verdes.
Los primeros síntomas se suelen manifestar en la adolescencia y tienen un curso crónico disminuyendo, en ocasiones, con el paso de la edad
Para que un sujeto sea diagnosticado de una parafilia debe presentar, durante un período de al menos seis meses, fantasías sexuales recurrentes y altamente exci-tantes e impulsos sexuales o comportamientos ligados al objeto parafílico en cuestión. Además, estas fantasías, impulsos o comportamientos deben provocar un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
Esta definición, en apariencia bastante coherente, no está exenta de controver-sias. En primer lugar, hay comportamientos que provocan malestar individual o social en una cultura pero no en otra. Por ejemplo, en Occidente, el que un hom-bre adulto mantenga relaciones sexuales con una chica menor de 18 años no solo está mal visto, sino que incluso puede ser perseguido por la justicia. En cambio, en la cultura gitana es normal
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