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Fuentes de estrés

mimic23Ensayo2 de Abril de 2014

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La gente experimenta estrés cuando se siente amenazada física o psicológicamente, cuando se pregunta si puede afrontar las demandas del ambiente, cuando se pregunta si puede afrontar las demandas del ambiente, cuando su corazón late con fuerza y siente el estomago revuelto. El ajuste es cualquier intento, con o sin éxito, por afrontar el estrés.

Fuentes de estrés. Los estresores son los acontecimientos o circunstancias que generan el estrés; varían en intensidad y duración. El mismo evento puede ser un estresor para una persona pero no para otras; las peleas con los amigos, la presión en el trabajo, los conflictos en el hogar, la vergüenza publica y los regaños personales son estresores casi para todos.

Por lo general, experimentamos el mayor estrés cuando anticipamos el peligro; incluso las ocasiones felices generan estrés porque requieren que hagamos cambios o adaptaciones para satisfacer nuestras necesidades.

Cambios de la vida. La mayoría de la gente busca que en su vida haya orden, continuidad y acontecimientos predecibles; por esa razón experimenta el cambio, ya sea bueno o malo como estresante. El instrumento clásico para medir la cantidad de estrés que una persona está experimentando como resultado de los “cambios de vida” es la Escala de Evaluación de Reajuste Social (EERS), (diseñada por T.H. Holmes y R.H. Rahe) este asume que todos experimentan la misma cantidad de estrés al enfrentar un estresor particular. Renner y Mackin, diseñaron una prueba similar de estrés pero orientada a los estudiantes universitarios.

Nimiedades de la vida cotidiana. Psicólogos han señalado que las “nimiedades”, molestias, irritaciones y frustraciones insignificantes de la vida generan mucho estrés. Los eventos importantes y menores son estresantes en gran medida porque conducen a sentimientos de presión, frustración y conflicto.

La presión ocurre cuando nos sentimos obligados a apresurar, intensificar o cambiar la dirección de nuestra conducta o cuando nos sentimos forzados a satisfacer un estándar más alto de desempeño. Tratar de estar a la altura de las normas sociales y culturales acerca de lo que deberíamos hacer, así como tratar de cumplir las expectativas de nuestros familiares y amigos, también agrega presión a la satisfacción de nuestras necesidades personales. Las presiones de las dificultades económicas son otras fuentes de estrés.

La frustración ocurre cuando se impide que una persona alcance una meta porque algo o alguien se interpone en el camino. Existen innumerables frustraciones menores que pueden sumarse para causar un estrés significativo. Morris (1990) identificó cinco:

Las demoras son fastidiosas por que la cultura aprecia mucho el valor del tiempo. La falta de recursos es frustrante para aquellos que no pueden costearse un automóvil último modelo o las vacaciones esplendidas que los medios de comunicación masiva presentan como un derecho de todo ciudadano. Las perdidas, como el final de un romance o una amistad muy querida, nos hacen sentir indefensos, poco importantes o sin valor. El fracaso, genera intensa frustración en nuestra sociedad competitiva. La discriminación también causa frustración, el hecho de que a la gente se le nieguen oportunidades o reconocimiento simplemente por su sexo, edad, religión o color de piel disminuye su fe en el futuro y en sí misma.

El conflicto de todos los problemas, es el más común. Kurt Lewin describió el conflicto en términos de dos tendencias en oposición: la aproximación y la evitación. Cuando algo nos atrae, queremos aproximarnos; y cuando algo nos asusta, tratamos de evitarlo. Lewin demostró la forma en que diferentes combinaciones de esas tendencias crean tres tipos básicos de conflicto:

Conflicto de aproximación/aproximación ocurre cuando la persona es atraída al mismo tiempo por dos metas deseables. Es estrés surge del hecho de que al elegir una opción deseable debemos renunciar a la otra.

Conflicto de evitación/evitación en el cual la persona se enfrenta con dos posibilidades indeseables o amenazantes, ninguna de las cuales tiene rasgos positivos. La gente trata de escapar de la situación completa, si el escape es imposible trata de seleccionar la opción menos amenazante o el menor de dos males. En las situaciones sin salida, la gente simplemente puede esperar acontecimientos que resuelvan el conflicto por sí mismos.

Conflicto de aproximación/evitación, una persona es atraída y repelida por la misma meta. En este conflicto nos acercamos a la meta hasta que alcanzamos el punto en que la tendencia a aproximarse sea igual a la de evitar la meta. Temerosos de seguir acercándonos, nos detenemos y vacilamos, sin decir nada, hasta que la situación cambia. La existencia de metas múltiples incrementa nuestro estrés, ya que el conflicto inherente a cada meta se multiplica por el conflicto de elegir entre varias metas.

Estrés y diferencias individuales. Las personas evalúan los cambios, primero en términos de si creen que tienen las habilidades personales, el conocimiento, la experiencia y los recursos sociales para afrontar el evento. Los terapeutas cognoscitivos sostienen que la valoración fallida de las situaciones a menudo es la fuente del malestar psicológico y que la curación suele ser la revaloración. Otros investigadores enfatizan la valoración global de la vida y las actitudes generales del individuo hacia los eventos, en especial el optimismo frente al pesimismo. Los optimistas tienden a valorar los eventos como desafíos más que como amenazas, los pesimistas son lo contrario.

Fortaleza y resiliencia. Suzanne Kobasa llamó fortaleza en personas que toleran el estrés excepcionalmente bien o que parecen prosperar con él. Las personas fuertes ante el estrés están abiertas al cambio. En lugar de ver la pérdida del empleo como una catástrofe, definen la situación como una oportunidad para empezar una nueva carrera.

La resiliencia es la habilidad para recuperarse, recobrar la confianza en uno mismo, el buen ánimo y una actitud de esperanza después de una situación de estrés extremo o prolongado.

Estrés autoimpuesto. En el extremo opuesto de la gente fuerte y resiliente se encuentran los que se crean problemas adicionales a los eventos estresantes de su ambiente. Como resultado, con frecuencia experimentan ansiedad u otros síntomas de estrés en ausencia de estresores externos. Un ejemplo es la creencia de que es esencial que todos me amen o aprueben todo lo que hago. Aaron Beck cree que muchos casos de depresión surgen de pensamientos derrotistas.

Afrontamiento del estrés

El estrés requiere que lo afrontemos, es decir, que hagamos esfuerzos cognoscitivos y conductuales para manejar el estrés psicológico, dos tipos generales de afrontamiento son: el afrontamiento directo y el defensivo.

Afrontamiento directo se refiere a esfuerzos intencionales por cambiar una situación incómoda, tiende a estar orientado al problema y a concentrarse en el problema inmediato. Cuando estamos amenazados, frustrados o en conflicto, tenemos tres opciones básicas de afrontamiento directo: confrontación es el hecho de reconocer que existe un problema que requiere solución, y hay que encararlo y avanzar son decisión hacia la meta. Negación a menudo reconocemos que no podemos tener todo lo que deseamos y que no podemos esperar que otros hagan lo que nos gustaría que hicieran. En tales casos, podemos decidir conformarnos con menos de lo que originalmente buscábamos.

En algunas circunstancias, la forma más efectiva de afrontar el estrés es retirarse de la situación. A menudo menospreciamos la retirada por considerar que es una forma de evadir los problemas, pero en ocasiones es una respuesta positiva y realista; el mayor peligro del afrontamiento mediante la retirada es que podemos llegar a evitar todas las situaciones similares.

Afrontamiento defensivo. Se refiere a diversas formas de autoengaño que proporcionan un medio de proteger nuestra autoestima y reducir el estrés. Mucha gente adopta automáticamente los mecanismos de defensa como forma de afrontamiento, estos reducen el estrés pero lo hacen al costo de engañarse a sí mismos. En el largo plazo, el uso de estos mecanismos puede obstaculizar el ajuste exitoso distorsionando la realidad e interfiriendo con la capacidad de la persona para manejar directamente el problema.

Diferencias socioeconómicas y de género. La gente pobre tiene que enfrentar más estrés que la gente que se encuentra en mejores condiciones financieras. La gente que pertenece a las clases socioeconómicas bajas a menudo tiene menos recursos para afrontar las penurias y el estrés. Las personas de bajos ingresos también tienen menos gente a quien acudir y menos recursos comunitarios en los cuales apoyarse durante los tiempos difíciles. Es probable que los miembros de los grupos de bajos ingresos tengan baja autoestima y duden de su habilidad para dominar las situaciones difíciles.

También algunas investigaciones indican que cuando enfrentan situaciones igualmente estresantes hombres y mujeres, por lo general utilizan estrategias de afrontamiento muy similares. Cuando los hombres están deprimidos, son más proclives que las mujeres a recurrir al alcohol, cuando las mujeres se sienten tristes o enojadas, es más probable que revivan las emociones negativas y los eventos que las produjeron.

Estrés y salud

Cuando estamos estresados el hipotálamo reacciona a su percepción de peligro organizando una respuesta generalizada que afecta a varios órganos del cuerpo. Este estimula a la rama simpática del sistema nervioso autónomo y a las glándulas suprarrenales para liberar en la sangre hormonas del estrés como la adrenalina y

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