Funciones Del Yo
Enviado por elsmog • 27 de Febrero de 2014 • 3.137 Palabras (13 Páginas) • 475 Visitas
FUNCIONES DEL YO
No se puede aislar una de otra, las funciones del yo: trabarse en lucha con las
exigencias instintivas, con el superyo y con las exigencias del mundo externo:
deben unificarse estas tres esferas interdependientes de acuerdo con el
principio de la "función múltiple" de la cual nos habla Fenichel en su clásica
obra “Teoría psicoanalítica de las neurosis” (Paidós, pag.533). Incluso hay
trastornos que derivan de la forma de coordinar los impulsos provenientes de
las tres fuentes, es decir, la función múltiple del yo puede estar a su vez
perturbada (Fenichel, 582).
Las relaciones entre las instancias (Yo – Ello – Superyo) influyen a su vez
sobre las relaciones con otras instancias. Por ejemplo, los conflictos entre el
yo y el ello o entre el yo y el superyo, obligan al yo a cambiar su conducta con
los objetos externos (Fenichel, 566). A pesar de esta complejidad en las
interrelaciones, expondremos brevemente cada conflicto por separado, por
razones didácticas.
Examinemos ejemplos de cada tipo de conflicto.
1: YO-ELLO.Es el conflicto central en las neurosis, donde el superyo
puede aliarse con el ello o bien con el yo, según el tipo de trastorno neurótico.
También está involucrada una alianza yo-realidad externa contra el ello, de
manera que, a partir del conflicto de base yo-ello, tenemos las siguientes
variantes:
a) yo+realidad versus ello: el yo del neurótico obedece al mundo externo y
se vuelve contra el ello mediante la iniciación de una represión (Fenichel, 492).
b) yo+realidad+superyo versus ello: en las neurosis el yo obedeciendo las
exigencias de la realidad (y del superyo), reprime las reivindicaciones
pulsionales (Laplanche, “Diccionario de psicoanálisis” pág. 323).
c) yo versus ello+superyo: Especialmente en las neurosis obsesivas, todas las
defensas yoicas usadas contra los instintos pueden terminar también dirigidas
contra los sentimientos de culpa provenientes del superyo (Fenichel, 157). En
esta fórmula vemos también otro aspecto: una alianza ello-superyo. Esto
sucede en los casos de una reacción regresiva grave, cuando las funciones del
superyo pueden sexualizarse una vez más o pueden resultar impregnadas por
la agresión. Tal es un ejemplo de vuelta contra sí mismo (Rycroft,
“Diccionario de psicoanálisis”, pág. 111).
El conflicto yo-ello no implica necesariamente neurosis: el yo en su función
defensiva normal ejerce cierto control sobre la vida instintiva (Kaplan y Saddock, “Compendio de Psiquiatría”, pág. 81), y sólo cuando la intensidad de
esta oposición conflictiva pasa cierto umbral, se crean las condiciones para la
instalación de la neurosis.
2: YO-REALIDAD EXTERNA.Es el conflicto central en las psicosis.
El yo del psicótico se aparta del mundo externo, que pone límites a su libertad
instintiva. Fenichel indica que esta fórmula simplista en rigor se aplica a una
minoría de casos de psicosis alucinatorias (Fenichel, 493). En realidad casi
siempre ocurre, como en la esquizofrenia, que apartarse de la realidad no sirve
al propósito de lograr mayor placer instintivo, sino al de combatir las
tendencias instintivas hacia los objetos. La realidad es repudiada más por las
tentaciones que encierra que por sus efectos de frustración.
3: YO-SUPERYO: Hemos visto como yo y superyo pueden entrar en
conflicto en el contexto de las neurosis, pero aquí indicaremos el conflicto yo-
superyo como característico de la melancolía (ubicada por Freud como
neurosis narcisista). Indica Laplanche que fue la consideración de los delirios
de autoobservación, de la melancolía y del duelo patológico lo que llevó a
Freud a plantearse la oposición entre yo y superyo (Laplanche, 420).
En la melancolía, el objeto perdido es introyectado, formando parte del yo, es
decir una parte del yo se identifica con el objeto perdido (Freud, “Duelo y
melancolía”).
SENTIDO
YO
TOPICO
Instancia que Freud distingue del ello y del superyo en su
segunda tópica. Es una noción constantemente presente en
Freud desde los orígenes de su pensamiento, concepción
que culmina en la segunda tópica.
Desde esta perspectiva, el yo está en una relación de
dependencia, tanto respecto de las reivindicaciones del ello
como de los imperativos del superyo y las exigencias de la
realidad. Aunque se presenta como mediador, encargado de
los intereses de la totalidad de la persona, su autonomía es
puramente relativa.
En relación con la primera tópica,
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