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HIPOTETIZACIÓN CIRCULARIDAD NEUTRALIDAD


Enviado por   •  15 de Mayo de 2013  •  6.605 Palabras (27 Páginas)  •  711 Visitas

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HIPOTETIZACIÓN – CIRCULARIDAD – NEUTRALIDAD

TRES GUÍAS PARA LA CONDUCCIÓN DE LA SESIÓN

Family Proces, 1980, 19: 3 – 12.

Selvini – Palazolli; M.Boscolo, L.;

Cecchin, G.; Prata, G.

(Traducción de Tatiana Hernandez, 1996)

Este artículo presenta los resultados de nuestra investigación, focalizada en la elaboración de principios y métodos que nosotros hemos encontrado al altamente productivos al entrevistar familias. Hemos sintetizado estos principios bajo los términos Hipotetización, Circularidad y Neutralidad. Entregamos aquí definiciones conceptuales y ejemplos prácticos de su aplicación. Nuestro propósito es ayudar al terapeuta a estimular a la familia a producir información significativa, lo cual resulta indispensable para que aquel pueda hacer una elección terapéutica efectiva.

Recientemente, nuestra investigación en Terapia Familiar ha estado dirigida al procedimiento más correcto y productivo para entrevistar a la familia. Esto no significa que antes no nos hayamos percatado de la gran importancia de este problema. Sin embargo, como cualquier lector de nuestro libro “Paradoja y Contraparadoja” pudiera argumentar, la impresión que se tiene a menudo de nuestras intervenciones al final de la sesión , es que ellas son inesperadas. Hemos recibido correspondencia de muchos lectores de varias partes del mundo, haciendo sustancialmente la misma pregunta: “¿pero, cómo dieron ustedes con esa intervención particular?”.

Por eso, inmediatamente después de la primera publicación de Paradoja (en italiano, en l975), decidimos focalizar nuestra atención y esfuerzo en este .problema. Nuestra primera meta fue individualizar y elaborar ciertos principios fundamentales de conducción de la entrevista, que fueran coherentes con la epistemología sistémica que hemos adoptado. A partir de estos principios debiéramos ser capaces de desarrollar metodologías precisas que sirvieran como una especie de guía detal1ada para el terapeuta que se aventura en el laberinto de la sesión familiar. Nuestro segundo objetivo fue abandonar ciertos estereotipos conceptualmente ambiguos, que por décadas han sido traspasados de una generación profesional a otra en nuestro campo - virtudes estereotípicas intangibles y personales del terapeuta, tales como “intuición”, “carisma”, “interés”, etc. – y que, por definición, no pueden ser enseñadas.

Después de algunos años de trabajo, hemos llegado a establecer tres principios que consideramos indispensables para entrevistar correctamente a la familia. Tentativamente, hemos llamado Hipotetización, Circularidad y Neutralidad a estos principios. Discutiremos cada uno de ellos, dando primero su definición y conceptualización teórica, y luego su descripción con ejemplos y aplicación práctica.

HIPOTETI ZACION

Con Hipotetización nosotros nos referimos a la formulación por parte del terapeuta de una hipótesis basada en la información que él tiene en relación con la familia que está entrevistando. La hipótesis establece un punto de partida, tanto para su investigación como para verificar la validez de esta hipótesis, basada en habilidades y métodos específicos. Si la hipótesis resulta falsa, el terapeuta debe formular una segunda hipótesis en base a la información obtenida a partir del cuestionamiento de la primera

Debemos recordar que al iniciar una sesión, el terapeuta siempre posee cierta información relativa a la familia. En nuestra práctica en el Centro Familiar de Milán, hemos tenido a nuestra disposición, aún antes de la primera sesión, cierta información estándar grabada durante el contacto inicial, haya sido éste con la familia o con el médico que la remitió . Aún en contextos diferentes de los nuestros, el terapeuta siempre tendrá un set de datos sobre el cual basar una hipótesis inicial. Permítasenos dar un ejemplo.

Hace poco tiempo atrás fuimos invitados por un instituto especializado en Terapia Familiar, para dar una demostración en vivo de nuestro estilo de trabajo con familias. Nuestra primera sesión fue con una familia pequeña de 2 miembros, una madre divorciada de 37 años de edad y su hijo de 13. La información registrada en el Instituto durante el contacto inicial con la familia fue la siguiente: la madre había llamado varios meses antes de empezar las vacaciones de verano haciendo una consulta respecto de su hijo, al cual – según sus propias palabras -, se le hacía difícil controlar, era rebelde y agresivo y se había iniciado en una conducta delictiva (había robado dinero de su cartera). Sobre la base de esta breve información, formulamos una hipótesis durante nuestra habitual discusión previa: la conducta del muchacho podría ser una forma de tratar de hacer que el padre regrese a la familia. Conforme a esta hipótesis, decidimos dejar de escuchar, por un rato, las quejas de la madre, respecto de la mala conducta de su hijo y en vez de ello, focalizar nuestras preguntas en su relación con el padre ausente. Durante la entrevista, esta hipótesis fue rápidamente desaprobada, pero estábamos en condiciones de formular una segunda hipótesis: la madre era una mujer atractiva y encantadora. Tal vez después de todos esos años de dedicación maternal ella había encontrado “otro hombre” y quizás su hijo estaba celoso y enojado y lo estaba demostrando a través de su mal comportamiento.

Nuestra segunda hipótesis dio en el blanco. Desde hacía pocos meses atrás, la madre estaba estado saliendo con un “amigo”. Mientras nos relataba esto, el niño -tranquilo hasta ese momento - empezó a mostrarse inquieto y parecía a punto de ponerse a llorar. Cuando fue interrogado dijo: “mamá ya no es la misma conmigo - ahora sólo se preocupa de sí misma- ya no me escucha como solía hacerlo...”. Mientras su hijo se desahogaba1 la madre se fue poniendo silenciosa y comenzó a mostrarse confundida y algo culposa. La conclusión terapéutica de esta sesión estaba ahora clara para nosotros, dada la conducta de madre e hijo. Ambos tenían una pena creciente y la expectativa de seguir sufriendo en un futuro cercano. Necesitaban algún tiempo para aceptar la posibilidad de separación sin sentirse abandonados o culpables.

Este ejemplo demuestra cómo las dos hipótesis formuladas por los terapeutas y las preguntas realizadas para su verificación, condujeron a obtener la información esencial para la elección de una

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