HOSTILIDAD ASCO

Hostilidad, asco

Otra de las vivencias afectivas negativas es la hostilidad, la cual es aquella que conlleva una actitud de resentimiento acompañada de respuestas verbales o motoras.

Entre las características se encuentra que es una actitud mantenida y duradera. La característica central distintiva del constructo de hostilidad implica las siguientes variables cognitivas: cinismo, es decir, creer que los otros están egoístamente motivados; desconfianza, pensar que los otros son dañinos e intencionalmente provocadores; y denigración, evaluación de los otros como dañinos, peligrosos y no sociables. Entre otras características, implica una actitud cínica acerca de la naturaleza humana, pudiendo llegar al rencor y violencia en determinadas situaciones, esta emoción negativa es similar a la de la ira ya que está muy relacionada con agresión, aunque la hostilidad suele expresarse de modo sutil. Citando a Barefoot (1992): describe el componente cognitivo de la hostilidad como los sentimientos negativos hacia los otros.

Por ejemplo, una persona que ha sido víctima de violencia familiar podría generar un resentimiento, el cual lo canalizaría con reacciones violentas en situaciones relacionadas al aspecto familiar o quizá en otras situaciones, teniendo como origen esas mismas vivencias afectivas negativas.

El asco también se encuentra en el grupo de estas vivencias afectivas negativas, esta está asociada a un estímulo causante de repugnancia y evitación, por ende, se suelen ver expresiones faciales concretas.

Entre las características del asco se encuentran que: implica una respuesta de rechazo de un objeto, de un acontecimiento psicológico o de valores morales repugnantes. Otra característica es que es una de las reacciones emocionales en las que las sensaciones fisiológicas son más potentes o evidentes; la mayoría de las reacciones de asco se generan por condicionamiento interoceptivo, haciendo alusión a las sensaciones corporales. El asco está relacionado con trastornos del comportamiento, tales como la anorexia y bulimia; siendo otra característica.

Por otra parte, el asco también produce efectos: subjetivos, fisiológicos y de afrontamiento. Respecto al efecto subjetivo, este se refiere a la necesidad de evitar o alejarse del estímulo desencadenante, por ejemplo, si el estímulo es gustativo, se producen sensaciones gastrointestinales desagradables como las náuseas. Los efectos fisiológicos hacen alusión al SNA, generando taquicardia, hipovolemia que es la reducción del volumen sanguíneo, y también efectos en la temperatura periférica que se refiere a la piel, mucosas, músculos, extremidades, etc. Respecto al efecto en el afrontamiento, este genera el rechazo del objeto o situación desencadenante de la emoción, produciendo el escape o evitación.

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