Katherine NELSON
etxive8 de Noviembre de 2014
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RESEÑA DE LA TRADUCIÓN DEL CAPITULO TERCERO DEL LIBRO LANGUAGE IN COGNITIVE DEVELOPMENT: THE EMERGENCE OF THE
MEDIATED MIND (1999) DE KATHERINE NELSON TITULADO:
EVOLUCIÓN Y DESARROLLO DE LA MENTE HÍBRIDA
Palabras claves: Evolución, teoria de desarrollo, Cognición Humana, lenguaje, cultura y ontogenia.
La psicóloga norteamericana Katherine Nelson (1999) en este capítulo trabaja de una manera detallada la propuesta de Merlin Donald (1991) sobre la evolución de la mente moderna. Modelo que permite mostrar algunas semejanzas entre las etapas de la evolución de la especie (filogenético) con el desarrollo humano (ontogenético). Con ello, la autora pretende proporcionar una conceptualización que integre lo biológico en el desarrollo cognitivo sin dejar de lado la cultura. Retoma dicho modelo a través del surgimiento del lenguaje, el cual evoluciona progresivamente como lo hizo la especie y como se desarrolla el infante. Se puede inferir que el lenguaje con su acción integradora es la cúspide del desarrollo tanto evolutivo, biológico y sobre todo social; pues como se plantea en el texto, la evolución de la especie y las representaciones que se crean en cada una de las “culturas” propuestas por Donald, permiten llegar al proceso cognitivo superior mencionado – el lenguaje - y a la mente moderna (híbrida). Este recorrido histórico – cultural posibilita encontrar las relaciones entre las etapas filogenéticas que plantea Donald con las concepciones ontogenéticas del desarrollo planteadas por Piaget, Vygotsky y Bruner. Igualmente, Nelson (1999) logra hacer un paralelo entre los estadios o “culturas” de Donald con las concepciones de la cognición y lenguaje que se proyectan en el desarrollo ontogenético de la especie humana
Ahora bien, la teoría de Donald busca dar respuesta al problema de cómo evolucionó la cognición humana desde una estructura básica, de primate, hasta el hombre actual en un tiempo relativamente corto (visto de manera paleontológica), plantea que la evolución se da gracias a adaptaciones mayores, las cuales iban generando sistemas representacionales que fueron quedando intactas en nuestra estructura mental actual. Para explicar su teoría, Donald se basa en la existencia de unas etapas evolutivas, a las cuales llama “culturas” (cultura episódica, cultura mimética, cultura mítica y cultura teórica); entendiendo por “cultura” el “entorno humano o primate”. La autora enfatiza que es la cultura donde el organismo y el ambiente se definen mutuamente.
En el texto se exponen y detallan de una manera amplia las características de cada una de las culturas. No obstante, aquí se señalaran brevemente dichas particularidades.
La cultura episódica – mente general del primate – Esta etapa se caracteriza por el comportamiento no reflexivo, concreto y anclado al presente propio de los simios. Aunque ellos pueden asociar símbolos no logran crearlos; su sistema representacional parece estar en el nivel de recuperación de eventos. Se evidencia cierto grado de conciencia, pero muy limitado, pues poseen una memoria episódica donde almacenan solo lo específico de una experiencia (olor, sabor, clima, etc.), requiriendo de “activadores” ambientales para recordar. En este nivel no hay posibilidad de re presentar una situación. Donald afirma que los infantes humanos alcanzan este nivel hacia los dos años de vida.
Cultura mimética - la mente del Homo Erectus – En este estadio cognitivo/cultural se plantea la importancia del cambio biológico (cambio tamaño de cerebro, liberación de la mano, posición erguida al caminar, la integración de las modalidades motoras que incluían un ritmo) y del desarrollo de las formas de vida social, puesto que estos aspectos permitieron el desarrollo de la mimesis. Para Donald la mimesis incorpora la mímica y la imitación para una finalidad superior, ya que permite representar por medio de la acción e integrar modelos de sí mismo y del exterior.
Entre las propiedades de los actos miméticos se encuentran: la intencionalidad, generatividad, comunicabilidad, referencia, auto-monitoreo y habilidad para modelar un número ilimitado de objetos. Igualmente, la mimesis para Donald provee la posibilidad de modelar la estructura social, pues comparte conocimientos sin necesidad de que cada miembro del grupo tenga que reinventarlos.
Con relación al proceso de adquisición de lenguaje, los usos de la mimesis en la expresión facial y la expresión vocal son de vital importancia para el surgimiento del habla, aunque no hay evidencias que lo compruebe, se sugiere en el texto que probablemente las producciones vocales debieron hacer parte de este estadio. La mimesis que caracteriza esta etapa coincide con las descripciones de Piaget de la imitación temprana en el infante, lo cual implica la invención de representaciones intencionales. Esta cultura mimética fue según Donald la precursora y fundamento necesario para que se inventara el lenguaje, ya que el lenguaje está ligado a la evolución de la estructura social.
Cultura mítica – el Homo sapiens de la edad de piedra- este Homo Sapiens del paleolítico logró diferenciarse, de una forma muy marcada, a su antecesor el Homo Erectus, pues en esta etapa se evidenció las características propias de las culturas humanas, como lo son la confección de vestidos, construcción de viviendas, formas de cultivo, preparación de alimentos, uso del fuego, elaboración y diseño de herramientas y armas, trasporte de objetos pesados, habilidades de navegación; como también se encuentra vida social compleja y religiosa que incluye la danza, y los canticos, es decir, se evidencia ya el uso del ritual propiamente dicho y la organización social.
Aunque Donald no explica cómo se originan los cambios que permiten las características principales de cada estadio o cultura, afirma que ellos llevaron a que emergiera el lenguaje. Durante esta época el lenguaje logra evolucionar y su uso elevado en las tribus se da en el área de la invención mítica, ya que el producto general del lenguaje es la narrativa.
El mito, afirma Donald, intenta explicar, predecir y controlar; igualmente, es integrador, deriva de principios generales y extrae contenido temático; en otras palabras, el mito representa la versión autorizada de la realidad para el grupo. Nelson (1999) destaca en este punto la afirmación de Donald, cuando él expone que la invención de los símbolos - en donde se incluye también la palabra - debió haber seguido a un avance en las habilidades de pensamiento, siendo esto parte integral de la evolución en la construcción de modelos.
Para Donald pensamiento y lenguaje están estrechamente relacionados, pues el lenguaje somete los modelos mentales a un control simbólico. Símbolos que están por fuera de los individuos aunque el potencial para la adquisición, el uso y la invención de ellos, hace parte del sistema cognitivo humano (cerebro). Este planteamiento indica esa relación entre lo biológico y lo cultural, lo cual permite ver la coherencia entre lo que se ha expuesto con la propuesta inicial. En la época paleolítica donde se desarrolló este tipo de cultura, se plantea que el lenguaje estaba completamente evolucionado biológicamente.
La cultura teórica – la mente moderna – Donald explica que en la cultura mítica no se presentaron tres fenómenos que caracterizan la mente del hombre actual, los cuales son: la invención gráfica, la memoria externa y la construcción de teorías (la ciencia). Teniendo en cuenta que ya se había llegado a una evolución biológica, la cultura teórica se caracteriza por la evolución tecnológica y el desarrollo de dispositivos de memoria externa. Surge la escritura como mecanismo comunicativo, logrando el almacenamiento del lenguaje oral a largo plazo, que permite la creación de los sistemas de almacenamiento simbólico externo (libros, bibliotecas y las distintas clases de registros). Las ciencias y las artes dependen de dichos dispositivos de memoria externa. Los sistemas de almacenamiento simbólico externo (ESS), sirven como amplificadores de memoria a corto y largo plazo, entre estos se encuentran: la lectura, la escritura y la aritmética. Para Donald la mente humana sintió la necesidad de inventar dichos sistemas para ayudar a sus reflexiones, lo cual gestó un nuevo tipo de postura cognitiva de reflexión que condujo a sistemas de lógicas (lógica matemática y lógica filosófica) y a la ciencia. La mente del hombre moderno permite el proceso de verificación (reglas de la lógica). En este punto, Nelson (1999) defiende la teoría expuesta de aquellos que la refutan, afirmando que lo relevante de este pensamiento es que Donald ve en el desarrollo de la cognición humana un cambio radical, que no resulta de la evolución biológica, sino de la evolución cultural y que permite la invención de las formas simbólicas.
Finalizando
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