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LA SELECCIÓN NATURAL Y EL ORIGEN DEL PSIQUISMO HUMANO

eriotw9 de Noviembre de 2012

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LA SELECCIÓN NATURAL Y EL ORIGEN

DEL PSIQUISMO HUMANO

Darwin explicó ya las leyes generales de la evolución biológica. En su

exposición contempla una diversidad de factores en juego, que en su interacción

van produciendo la lenta evolución y transformación de las especies

! . Entre esos factores repasaremos algunos de los más importantes, y

que son los que dan forma a la idea central de la teoría de la evolución de las

especies.

Uno de estos hechos es que toda especie tiende a generar una gran cantidad

de descendientes en una progresión geométrica. En caso de no tener

límites esa multiplicación ininterrumpida de sus miembros, cada especie

debería cubrir la superficie de la Tierra en poco tiempo. Sin embargo el

límite existe y principalmente es el alimento; es decir, nacen más individuos

de los que se pueden alimentar. Así, aquellos que tengan una mejor

capacidad innata para el logro del alimento sobrevivirán, mientras que el

resto será eliminado. Tales sobrevivientes llegarán a la época de reproducción

y darán hijos con similar capacidad. Por lo tanto, la especie quedará

constituida por miembros que poseen los rasgos útiles para el logro del

alimento. Al quedar únicamente los aptos, y al reproducirse éstos en una

progresión geométrica, se rebasa nuevamente el límite del alimento, produciéndose

una nueva selección más exigente.

Dicha selección ocurre bajo la premisa del factor: variabilidad. Esto

quiere decir que cada generación de la especie da origen a una cierta cantidad

de descendientes, de los cuales la mayoría hereda prácticamente la

misma capacidad que los progenitores, pero en algunos aparecen mínimas

diferencias innatas de capacidad. Esa diferencia será a favor de unos pocos

y en contra para otros. Así, dada la siguiente lucha por el alimento limitado,

sobrevivirán con más frecuencia los que heredaron alguna mínima

diferencia innata a favor y el resto irá quedando eliminado. Nuevamente, la

siguiente reproducción tendrá a esos sobrevivientes como punto de partida y

! Darwin Charles. El origen de las especies. Editorial EDAF. Madrid 1985

el proceso se repetirá una y otra vez, transformándose poco a poco la

especie.

Sabemos que a partir de investigaciones posteriores, especialmente las de

Mendel y De Vries, se arribó al conocimiento de los genes, con su capacidad

de combinarse de distintas maneras y de experimentar mutaciones. Estos

nuevos conocimientos daban la explicación de lo que Darwin ignoraba sobre

los mecanismos concretos por los que tenía lugar la variabilidad de los

individuos. Pero tales descubrimientos, así como los más avanzados

conocimientos actuales sobre genética, no alteran en absoluto las nociones

básicas de la teoría de la selección natural. En su planteo, Darwin se limita a

decir: se da la variabilidad; y poco importa, en ese enfoque general, cuáles

son los ultramecanismos que actúan para permitirla, ni tampoco si son

cambios pequeños o a veces relativamente grandes (macromutaciones).

La idea básica, surgida un siglo antes en la teoría de R. Malthus sobre la

población humana! , y que Darwin trasladó al resto de las especies, es que

en todos los casos se da una tendencia reproductiva en una progresión geométrica.

Ello implica que de no haber límites u obstáculos, se generaría una

cantidad de descendientes que llegarían a cifras astronómicas en poco

tiempo, sobrepasando toda posibilidad de alimentación. Si a esto se agrega

el hecho simple formulado por Darwin de que “se da la variabilidad”, entonces

debe ocurrir necesariamente un proceso de selección natural, haciendo

que sobrevivan con más frecuencia o probabilidad los organismos

que experimentan las variaciones positivas para ese fin, y que se extingan

los que varían en sentido contrario, al igual que los que no presentan modificaciones,

por ser aventajados por los primeros. Dicho proceso, operado

ininterrumpidamente durante millones de años, termina necesariamente

transformando las especies.

Claro que hay muchos otros factores a considerar, además del alimento

limitado, como condiciones a las que se deben adaptar los organismos,

ejemplo: los cambios de clima, la capacidad de defensa ante los depredadores

naturales de la especie, la inmunidad ante agentes infecciosos, y muchos

más. Pero la limitación del alimento es el factor al que siempre se le dio una

importancia especial, por ser el más adecuado para entender las leyes de la

selección natural, y sobre todo por su enorme y permanente influencia sobre

la evolución de las especies.

Un elemento al que Darwin presta especial atención es el hecho de que la

lucha fundamental se plantea entre los miembros de la misma especie.

! Malthus Robert. Primer ensayo sobre la población. Ediciones Altaya. Barcelona

1997

Como ellos comparten una misma región, el mismo medio ambiente e igual

género de alimentos, al ser éste limitado, quienes eliminan a los que no

logran alimentarse son los propios compañeros de especie. Sin embargo,

según se podrá deducir, la lucha entre los miembros de la misma especie no

debe concebirse como expresa o directa, sino que se trata de una lucha

pacífica y objetiva. Cada animal trata de comer, pero no “sabe” que al

lograr alimentarse priva de alimento a algún compañero de especie. Tampoco

éste “deduce” que su fracaso se debe a que los otros comieron todo lo

que había.

Otro hecho a tener en cuenta es que, en general, las diferencias innatas de

capacidad entre los miembros de una especie son siempre ligeras. Si hacemos

un “corte transversal” de la evolución de cualquier especie, veremos

que los vástagos de cada camada son prácticamente iguales. Si nos detenemos

en ese enfoque transversal y observamos una generación de cualquier

especie, encontraremos que en realidad el azar es lo más determinante de la

sobrevivencia de uno u otro individuo. Por ejemplo, entre el animal que

tiene uñas de 2 cm. más “un micrón” y su compañero que posee uñas de 2

cm. exactos, y donde la mayor longitud es el rasgo útil, no hay prácticamente

diferencia de capacidad. Si se excluye la sobrevivencia entre uno u

otro, sólo podemos afirmar que el primero tendría, por decir, un 50,001% de

posibilidades de sobrevivir contra el 49,999 del segundo. Sólo cuando ha

transcurrido una considerable cantidad de tiempo y el azar ha dado una

“vuelta completa” en su influencia, repartiéndose en forma homogénea para

todos los tipos de rasgos, allí aparece el desequilibrio y los sobrevivientes

serán, en el ejemplo, los que tengan uñas de más de 2 cm.

1. La selección natural aplicada al hombre

Los principios vistos sobre la evolución de las especies son indudablemente

correctos. Pero cuando Darwin intenta aplicar esas leyes a la evolución

humana incurre en algunos errores! . Entre los hechos que debe omitir

o desconocer para aplicar ese esquema a la evolución del hombre, encontramos

en primer lugar la naturaleza social del trabajo, así como el equitativo

reparto, en el interior del grupo, del producto del trabajo común. Estos

hechos son de por sí contradictorios con la suposición de una lucha y

selección natural de individuos aislados. Engels demostró ese error, a la vez

! Darwin Charles. El origen del hombre y la selección en relación al sexo. Editorial

Albatros, Colección Los Grandes Eruditos. Buenos Aires. 1943

que aportó el descubrimiento de que el trabajo fue el factor principal que

orientó la transformación del mono en hombre.!

De todas formas, faltaría aún la conexión definitiva entre las leyes de la

evolución biológica y el papel fundamental del trabajo, que en su entrelazamiento

dieron como producto la transformación progresiva de cierto

grupo de simios antropoides en sociedad humana. La corrección de un solo

error, pero importante, de Darwin, será lo que hará posible la integración de

sus leyes generales con la decisiva influencia del trabajo social. Dicho error

radica en que Darwin abordó el tratamiento de la evolución de la especie

humana acentuando el enfoque en el sujeto individual, y concibiendo a la

tribu sólo secundariamente, como si se tratara de una simple agrupación

física de individuos con ligeras relaciones entre sí, sin observar lo que en

cambio vio con claridad en las hormigas, abejas y otros insectos, esto es, la

existencia de una comunidad organizada funcionalmente alrededor del

trabajo común, de cuyo producto vive el conjunto, y sin el cual se extingue

el organismo social en su totalidad. La tribu es un único sistema vivo, con

una compleja organización interna, que cuenta con la propiedad de persistir

con vida, e inclusive de mantener su identidad, a pesar de la reiterada

renovación de sus miembros. Se trata de un verdadero organismo social en

el que, al igual que

...

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