La PSICOPATOLOGÍA

¿De dónde proviene el campo de la psicología anormal moderna?

¿Por qué no nos concentramos en lo mejor de los métodos modernos en vez de empantanarnos en los relatos del pasado?

Es necesario hacer esto ya que hay lazos importantes entre el pasado y el presente

Una revisión de la historia de la psicología anormal proporciona un contexto dentro del cual puede entenderse lo mejor de lo moderno. Este contexto es valioso debido a que los antecedentes históricos son algo más que una simple colección de fechas y nombres. Son también parte de una evolución de las ideas, y un reflejo de las creencias, esperanzas y temores de la gente a través de miles de años.

Una teoría que no solo se destaca históricamente sino aun en la actualidad, especialmente entre las culturas analfabetas, sostiene que la conducta anormal puede explicarse por la participación de fuerzas sobrenaturales y maginas, como los malos espíritus o el demonio.

Muchas formas de lo que llamaríamos en la actualidad conducta desadaptada fueron vistas en épocas anteriores como ocasionadas por Satanás.

La conducta anormal es la creencia de que la desviación es causada por algún defecto orgánico en el interior del individuo, que no afecta a todo el cuerpo sino solo a un órgano específico.

Otro enfoque que refleja lo que podría llamarse la perspectiva psicológica. Según este punto de vista, los trastornos de la conducta son causados por insuficiencias de los poderes del pensamiento y de la observación del individuo, si como de su vida emocional. Según la perspectiva psicológica, la gente es capaz por lo menos potencialmente de examinar sus propios pensamientos y de modificar su conducta a la luz de ese examen. Muchos psicoterapeutas modernos consideran como su tarea ayudar a la gente a lograr una reeducación, enseñándoles cómo pensar más racionalmente sobre sí mismos y sobre sus relaciones sociales.

Los antiguos griegos

Los primeros que escribieron sobre los métodos psicológicos y orgánicos para tratar la deviación, fueron los filósofos de la antigua Grecia.

Los conceptos de motivación y de inteligencia se encontraban entre aquellos inventados por los griegos para explicar la conducta que observaron en la vida diaria; pero la gran diferencia entre nosotros y los antiguos griegos consiste en que nosotros contamos con todos los conocimientos que nos han precedido, asi como los instrumentos de la tecnología científica.

Alrededor del año 800 a. C-, la conducta trastornada o psicótica era interpretada como un castigo por haber ofendido a los dioses.

La curación mental se realizaba en un grupo de templos dedicados al dios Asclepio. Cada templo era una estructura laberíntica, en la que los pacientes mentales caminaban y dormían, y finalmente llegaban a su centro. Se creía que en el proceso, Asclepio atendía a sus sueños y los curaba.

Hipócrates (460-377 a. C.)

Creyó que el conocimiento racional podría servir como un camino para comprender y tratar los trastornos mentales, (Antes de Hipócrates, los egipcios habían creído que el corazón era la cede de la vida mental y emocional). El vio al cerebro como la explicación de la conducta que observamos. Describió los ataques epilépticos, y obtuvo la conclusión de que su causa era la enfermedad cerebral; además, escribió sobre la depresión, los estados de delirio, la psicosis, los temores irracionales, que ahora llamamos fobias, y la histeria (síntomas orgánicos que no obedecen a un trastorno orgánico). Hipócrates describió el cerebro como el intérprete del estado consciente y como el órgano más importante del cuerpo. Sus técnicas terapéuticas consistían en reposo, baños y dieta.

Sócrates (470-399 a. C.)

Pensó que el razonamiento era la piedra angular de la buena vida y de la felicidad personal.

Platón (427-347 a. C.)

La contribución más importante de Platón a la psicología anormal fue su punto de vista organismico, según el cual la conducta es producto de la totalidad de los procesos psicológicos. Creyó que la conducta trastornada proviene de conflictos entre la emoción y la razón.

Aristóteles (384-322 a. C.)

Un discípulo de Platón, escribió extensamente sobre la naturaleza, del razonamiento y de la conciencia. Describió e hizo hipótesis sobre muchos estados emocionales y motivacionales, incluyendo la cólera, el temor, el valor, el odio y la piedad. Creyó que la cólera se derivaba de ser sometido a la que la persona ve como una injusticia y una maldad; considero el temor como la conciencia del peligro, del que se esperan pérdidas, derrota o rechazo. Se refirió a los papeles del placer y del dolor en términos que se parecen a los conceptos freudianos del principio del placer.

La Edad Media

A principios de la edad media tuvo mucha importancia el espíritu de caridad cristiana.

Por ejemplo, en el siglo XIII en Gheel, Bélgica la iglesia estableció una institución especial para el cuidado de los niños retrasados y psicóticos.

Cuando mejoraban, esos niños eran frecuentemente colocados con familias compasivas de los alrededores de la institución (en la actualidad lo llamaríamos colocación en casas de adopción).

A principios de la Era Cristiana existió un personaje, San Agustín (354-430 a. C.). San Agustín como Freud se negó a creer en la inocencia de los niños pequeños. Discutió el papel de los impulsos agresivos en los niños y su necesidad de controlar su medio ambiente.

La Edad Media comenzó cuando el legado de racionalidad de los filósofos griegos cayo en desuso. La demonología regreso triunfante, así como la superstición. Las actitudes benignas hacia los enfermos mentales se deterioraron, y por todas partes se veía el antiintelectualismo. Las creencias en el misticismo y las brujerías se extendieron, e incluso la religión se contamino con la magia. Hacia el siglo XIV, los enfermos mentales llegaron a ser vistos como despreciados objetos de burla y persecución.

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