La Psiquis, Freud

Lo primero que se debe tener en cuenta para la inicialización de este resumen explicativo del texto realizado por Freud, es la identificación clara de los términos que más utiliza en dicho apartado, pues se nos habla de la pre-consciencia, la inconsciencia y la consciencia.

Freud nos explica que estos tres términos van ligados, pero que estos se manifiestan de manera muy diferente y que además de eso pueden llegar a chocar entre sí. Se podría decir que el inconsciente es todo ese conjunto de características racionales y emocionales que permanecen reprimidos ya que poseen (o podrían poseer) una situación problemática que difícilmente sería manejada por la consciencia.

Freud plantea 3 ideales para ejemplificar de manera más clara su idea de “la psiquis” humana y los define como el ello, el yo y el súper yo. Aunque estos términos no son usados en la lectura, me parece que sirven como puente para el entendimiento de su estudio.

El ello (va ligado de cierta manera a lo inconsciente) se puede clasificar como la parte “instintiva” del ser humano, pues de los tres es el único que se manifiesta desde el momento en que nacemos y va fielmente ligado a la reacción obtenida de manera única al placer del inmediato. Las acciones realizadas en “el ello” no van ligadas a preocupación de una consecuencia a posterior, puesto que lo que aquí se manifiesta es la plena naturalidad de los actos.

El yo - preconsciente se podría considerar como un intermediario entre las actitudes impuestas por el ello y el supero yo, pues va ligado a una conducta un poco más racional pero no del todo se apega a lo moral, pero ya se empieza a tener en cuenta posibles conflictos generados por nuestras acciones a futuras. Freud nos plantea el preconsciente como un punto mediado por la consciencia y la inconciencia, es decir está en el medio. Un ejemplo de esto son los recuerdos que teníamos olvidados, pero de los que nos acordamos solamente cuando una persona alude a un término que nos trae a la consciencia alguna situación vivida, para ejemplificarlo de una manera más coloquial, este estado de la psiquis se podría denominar como el típico “lo tengo en la punta de la lengua”.

Por último, el súper yo (lo consciente) se nos plantea como una característica que va ligada al proceso pleno de socialización y al contrario de las anteriores, esta se rige por la línea de la conducta moralmente correcta. En este punto de la psiquis nos encontramos con todos los pensamientos y emociones que plenamente se encuentran en la realidad presente del individuo.

La consciencia puede variar de persona a persona y esto ocurre porque cada uno de nosotros ha vivido un proceso de construcción del inconsciente y del preconsciente de manera diferente. Esto nos lleva a la conclusión de que nuestro consciente es un desenvolvimiento de las actitudes generadas previamente en los dos procesos de la psiquis que la anteceden.

Ahora bien, esto va ligado a lo que Freud nos plantea en su texto sobre la inconsciencia, pues de cierta manera estas tres adjudicaciones que el da a las regulaciones de las acciones y pensamientos del comportamiento humano, nos expone las razones por las que se maneja la psiquis en la mente de las personas. De manera más simplificada, estas son las especificaciones que se adjudican y que ejemplifican de cierta manera los aspectos que dan razón a la terminología usada por el autor en su texto.

Por: Juan Sebastián Quintero

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