La Vejez Contemporanea

Para poder anticipar mi vejez tengo que entender y comprender varios aspectos de cómo era ese concepto en años anteriores. La misma en tiempos anteriores era un fenómeno raro, porque las enfermedades eran fatales y la atención de la salud era un privilegio sólo de los más privilegiados en cuanto a capital. Las personas de edad avanzada tenían valor, respeto y ejercían un papel importante en las familias y en los asuntos públicos. Los cambios importantes ocurrieron en la vida de los ancianos con el progreso de la medicina y las prácticas de higiene y salud pública. El incremento de los índices de envejecimiento hoy es una realidad a la cual se debe tomar las medidas pertinentes para ofrecer mejores condiciones de vida y mientras que sigan pasando los años va ir subiendo, debido a que la juventud de hoy en día no sobre pasa los 35 años. Todo esto gracias al Gobierno; se observan matanzas, crímenes, abusos, etc. Es importante concientizarnos frente a esta situación pues los que aun pertenecemos a un sector productivo y pronto formaremos parte de la tercera edad por ello es necesario construir y consolidar los espacio que ofrezcan un estilo de vida adecuado. De no hacer frente a estos retos desde ahora, el mundo se expondrá riegos difíciles de medir y combatir. Por ello hay que fomentar la cultura del ahorro para la vejez, la importancia de la tributación fiscal solidaria para sostener los sistemas de seguridad social; incentivar los planes de pensiones complementarios de carácter privado, el reforzamiento de los fondos de capitalización de entidades sociales y exigir la rigurosa previsión presupuestaria estatal de medio y largo plazo. Suena hermoso decir que pertenecemos al grupo de los privilegiados y de los que gozan de buena salud y de una longevinidad exitosa y que cuentan con una mejor formación, éstas pueden contribuir más que nunca a sostener las cargas sociales. Por ello al fomentar la participación activa del adulto mayor en el mundo laboral proporcionándoles atención sanitaria y preventiva adecuada a un costo razonable se aprovechará no sólo su talento y experiencia, sino también su capacidad de automantenerse e independencia. Así pues, incentivar el que las personas de edad tengan la opción de seguir trabajando, ya sea como autónomos o por cuenta ajena, puede ser una de las posibles soluciones para paliar, la discriminación y desamparo que sufren las clases pasivas en nuestros días; e imaginándome que seguirán las cosas como están hoy día y hasta empeorar pueden al seguir pasando los años; cuando me toque llegar a esa etapa.

En este contexto, la edad adulta es la más valorada, porque es precisamente el momento en que la participación en la producción de riqueza a través del trabajo es la predominante. Las personas de edad son quienes no toman parte en el proceso de producción y empiezan a gozar de los beneficios, pero como van las cosas en este mundo tendremos que dejar de gozar de esas riquezas para poder aportar al mundo de la tercera edad. La tendencia en la sociedad contemporánea es revisar los estereotipos asociados con el envejecimiento. Presenciamos una transformación de la mirada que tiene hoy la sociedad sobre las personas de edad avanzada y muy especialmente, también se modificó el modo en que las personas grandes se ven a sí mismos. La población mayor se puede permitir el desarrollo personal y el aprendizaje de nuevos conocimientos. Tenemos hoy la perspectiva de los ancianos como sujetos activos, creativos y dispuestos a una sociabilidad ampliada que así sucesivamente pasara dentro muchos años más. Esta configuración de la vejez habilita nuevos valores y también el redescubrimiento del cuerpo. Los cambios son notables cuando estas personas, en lugar de contemplar el paisaje, pasan a ser parte de la escena contemporánea. Hoy en día los pertenecientes de la tercera edad han reemplazado sus pijamas por ropas deportivas, cambian el televisor

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