Las verdades de la razón

Introducción

Sabater, se pregunta porque hoy en día se sigue estudiando filosofía en bachillerato, si es una ciencia antigua y sin soluciones a sus cuestiones, ya que una pregunta lleva a otra pregunta a, y muchas de ellas irresolubles.

1. La muerte para empezar

El autor, nos cuenta sus vivencias de la muerte cuando era niño y como descubrió así que se iba a morar (su final). También hace referencia a quienes tienen conciencia de que se van a morir (ser humano, mortales) y quienes no tienen conciencia de su propia muerte (plantas y animales; inmortales). La muerte es un hecho inhabitable para todo lo que está vivo.

La muerte sigue siendo lo más desconocido para el ser humano (creo saber lo que es morirse pero no lo que es morirme). La muerte ajena produce dolor pero la propia produce temor. La muerte nos hace pensar, nos convierte a la fuerza en pensadores, en seres pensantes, pero aún así no sabemos que pensar de la muerte. La muerte sirve para hacernos pensar no sobre la muerte sino sobre la vida.

2. Las verdades de la razón

La razón y en razonamiento son la solución para todas las preguntas que surgen en la vida aunque deduce que dependiendo de la sociedad que le rodea, el razonamiento puede cambiar. Para los filósofos conversar ayuda a esos razonamientos.

El objetivo del método racional es establecer la verdad, es decir, la mayor concordancia entre lo que creemos y lo que es realmente. La verdad se busca mediante el examen racional de nuestros conocimientos. Cada cual tiene derecho a sus propias opiniones y que intentar buscar la verdad es una pretensión dogmática casi totalitaria. Debemos pensar la vida, es decir, conocerla mejor a ella, a cuanto contiene y a cuanto significa. Tenemos múltiples fuentes de conocimiento, pero todas deben pasar por nuestro examen llamado razón.

3. Yo a dentro, yo afuera

Reflexión entre el “yo”, donde el autor no llego a localizar donde se encontraba realmente, si en el cuerpo, en el alma, en el cerebro…

Acude a grandes filósofos como Descartes, que le hacen aumentar sus dudas y le llevan a ampliar su pensamiento filosófico acerca de “yo” y preguntarse que posiblemente sea en el humano donde se encuentra la mayor parte de ese “yo”.

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