Lo bueno, lo bello y el amor al projimo

LO BUENO, LO BELLO Y EL AMOR AL PRÓJIMO

En nuestro acontecer diario podemos observar distintas formas en las cuales la gente se permite o se les permite vivir, mismas que influyen en la forma en que conciben al otro, a su prójimo.
Éste como una fuente de Identificación: El sujeto toma parte de los rasgos que conforman al prójimo, donde este individuo sirve como modelo a seguir o alguien a quien aspirar.
De odio: Este puede darse cuando el prójimo que es fuente de identificación, realiza alguna acción que no agrada a aquellos que aspiraban a ser como él, o simplemente éste puede ser fuente de odio por el hecho de poseer aquello que los demás no tienen.
De ayuda: Este puede ser el más representativo de lo que se cree que es el amor al prójimo, ya que este brinda ayuda a los otros, o en su caso más extremo, el sujeto puede volver un esclavo de los demás, aquel que se ha entregado completamente a servir.
Otra forma, pero no menos relevante, es concebir al prójimo como un objeto sexual, donde se deshumaniza al sujeto, convirtiéndolo en un instrumento.

Un ejemplo que podría citar es un evento que sucedió hace un par de días, mientras iba en el autobús que va hacia la casa. Una pareja estaba sentada a lado mío, mientras me resultaba inevitable no ponerles atención, ya que hablaban en voz alta, ésta pareja platicaban de cómo había estado su día, llegó un momento en donde la chica comentaba que uno de sus amigos le había ayudado a realizar una actividad que ella no había podido hacer, acto seguido el novio le preguntaba por qué no le había dicho a él, mientras le reprochaba por qué no lo había considerado, alegando que él podía haber hecho mejor las cosas y en un menor tiempo,… la chica se disculpa por no haberlo considerado, mientras le jura que para la próxima él será al único que le pedirá la ayuda.

Después de haber visto y escuchado la escena que protagonizó ésta pareja, se me venía a la mente aquello que habíamos abordado en el amor al prójimo, en especial en la concepción de éste como fuente de ayuda, donde el sujeto presta sus servicios, su altruismo al servicio del otro. La pregunta en ese momento era ¿Qué buscaba/que quería aquel chico al demandarle a su novia que contara con él, cuándo necesitara de ayuda?, y a esta pregunta se me venía a la mente como posible respuesta un fragmento de lo que decía el psicoanalista Sergio Alonso Ramírez: “Una cosa es sostenerse para el otro tenga donde apoyarse y otra es pedirle al otro que sea inválido para que no le falte a uno el apoyo de la compañía”.

Si bien sabemos, que el amor al prójimo no es como se vende, como se entiende comúnmente, el sujeto no es alguien bueno por naturaleza, el prójimo es un sujeto malvado, como decía Freud que el prójimo de forma parsimoniosa expresa “mi amor es algo demasiado precioso, no se lo daré a cualquiera que se presente como siento lo que es, simplemente por haberse acercado”.

Como ya se mencionó, el sujeto es malvado por naturaleza y por ese motivo  busca satisfacer su agresión a consta del prójimo, de hacerlo sufrir, de explotarlo, de martirizarlo y de matarlo.

Los deseos infantiles de muerte quedan guardados, son expresados como una forma de expresarlos es por medio del altruismo / del egoísmo.

La naturaleza del bien es ser altruista, pero esto quiere decir que este responda a lo que es el amor al prójimo. Freud se mostraba horrorizado al ver que a causa de la demanda de amar al prójimo como a uno mismo, se mostraba la maldad que habita en el sujeto; es ahí donde da cuenta que el amor al prójimo y la maldad hacia éste no son más que uno solo y el mismo.

Podemos ver que aquello que hace que se odie al prójimo, es que éste nos muestre su goce, aquello que nos impide amarlo, esto hace que esa agresividad de la cual se huye se vuelque hacia uno mismo.

En la sociedad se hacen actos de altruismo, por diversas razones, pero las más recurrentes, es por fines religiosos, donde la gente que está dentro de éstos grupos de forma activa, pero la mayoría está centrada en el hecho de que quieren ganarse el cielo, el hacer buenas acciones ayudan a acercar al sujeto a lo que está deseando, el ser merecedor de la gracia de su dios, de su amo.

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