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Los Celos


Enviado por   •  1 de Julio de 2013  •  3.350 Palabras (14 Páginas)  •  260 Visitas

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LOS CELOS

¿Enfermedad o mucho amor?

El amor y los celos están íntimamente relacionados, ya que quien ama permanece habitualmente en estado de alerta hacia la otra persona. Los celos en pequeñas dosis son saludables e incluso pueden calificarse de románticos pero cuando son excesivos pueden resultar enfermizos y llegar a causar irremediable dolor. Como en muchos de los problemas psicológicos, los celos son el inicio y el desencadenante de una situación personal y familiar insostenible.

El principal problema es que aunque sí se puede alcanzar un cierto control, su curación es muy difícil. Una vía para dominar los celos es hablar abiertamente de ellos con la persona que se los provoca y, en su caso, con el especialista. Es fácil que en toda relación se produzcan celos por temor a perder al ser querido, pero hay que ser capaz de controlarlos para lograr ser feliz, pues la persona celosa difícilmente puede serlo, ya que sus deseos por controlar a su pareja de forma continua, y el sospechar de todos sus actos, le imposibilita conseguir esa felicidad.

Debajo de esta problemática encontramos:

• Una baja autoestima (aunque parezca lo contrario).

• Dificultad para valorarse a sí mismo.

• Pérdidas afectivas en la infancia ocasionadas por padres poco valorativos de las virtudes de los hijos, muy exigentes y muy críticos.

• Patrones afectivos mal aprendidos o modelos poco útiles para seguir.

Baja autoestima

Los especialistas consideran que los celos surgen en aquellas personas inseguras que no confían en que su pareja sea capaz de quererle y de serle fiel. Cuando una persona tiene la autoestima por los suelos, le resulta difícil llegar a creer que alguien pueda fijarse en ella, por lo que empiezan las dudas y se llegan a ver traiciones donde realmente no las hay.

El historial de críticas y minusvaloración que arrastra una persona celosa, hace que no sepa apreciar lo que los demás hacen por él, y que lo interprete como si no fuese para él, como si debe de haber otro motivo para que se actúe así, motivo que habitualmente se encuentra en un posible amante que hay que ocultar, y todas las conductas que realice su pareja serán reinterpretadas por el celoso hacia ese punto.

El problema está en la pérdida de autoestima que ha sufrido esta persona y que le hace verse como poco merecedor de cariño o aprecio. En su pensamiento sólo hay ideas del tipo:

• "No valgo para nada"

• "Nadie puede quererme porque soy un perdedor"

• "Por qué me quiere mi pareja si no valgo para nada"

• "Seguro que me está engañando"

Creatividad de la mente

La mente es una de las "máquinas" más creativas que existen y que actúa de forma automática. Cuando una persona permite que los celos se manifiesten en su forma de ser y comportarse, su carácter se ve dominado por ciertas ideas falsas o verdaderas. La persona empieza a ver cosas que no son ciertas, llegando a acusar a otras personas sin tener pruebas. El celoso con ánimo de controlar todos los pasos de su pareja para que no le sea infiel, consigue mantener a ésta como en una cárcel, e incluso los detalles buenos que su pareja pueda tener con él, serán mal interpretados y llevados al extremo.

Los celos son, como hemos dicho, la falta de confianza en uno mismo y en la pareja. Se trata de una actitud obsesiva que encadena situaciones innecesarias que se pueden evitar bajo un adecuado análisis. En muchos casos, la persona celosa actúa impulsivamente, de forma inadecuada con la pareja, y una vez que se ha dado cuenta del error que ha cometido se arrepiente y se disculpa. No obstante, el tiempo va pasando y el error se vuelve a cometer, lo que sin duda llega a deteriorar una relación.

Agresividad verbal o física

Cada vez que el celoso interprete que le están engañando, reaccionará de manera agresiva, ya sea verbal o físicamente, con críticas a su pareja, recriminaciones, obligaciones, etc. que sólo él será capaz de entender debido a su incoherencia y que los demás verán como un abuso de poder y una falta de respeto, con lo que las discusiones se sucederán una y otra vez.

Como su actitud se fomentó desde la edad infantil, esta se equipara a la de un niño pequeño, con rabietas, gritos, agresividad, incomprensión e irracionalidad.

Esta problemática es más profunda de lo que parece en un primer momento, pues no se trata de un individuo cabezón que sólo piensa en él, sino que subyace un verdadero problema emocional que necesita tratamiento y reaprendizaje.

¿Qué hacer contra los celos?

Una serie de recomendaciones pueden ayudar a la persona celosa, pero siempre que ella desee con todas sus fuerzas acabar con esta actitud obsesiva. Las personas celosas deben identificar si existen realmente razones para sentir celos. En caso de que existan motivos para expresarse de tal forma, éstos se deben expresar inmediatamente a la otra persona, con la finalidad de evitar malos entendidos y un deterioro en la relación.

También es recomendable hacer una lista de las ideas o celos, escribiendo junto a cada uno las razones que le hacen pensar en ellos y las pruebas que tiene para que sean ciertos sus pensamientos. Asimismo, se debe eliminar la palabra "celos" de su vocabulario porque hace referencia a una actitud no deseada. En lugar de decir "soy celoso" es mejor decir "actúo celosamente", ya que de esta manera se hace referencia a un hecho concreto y no a la propia identidad de la persona.

Cuando aparece un arrebato, lo mejor que podemos hacer es mantenernos calmados y serenos, preguntarle qué es lo que le ha molestado y cómo podemos mejorar. Así, se sentirá poseedor de la verdad y se relajará. Si nos enfrentamos a él, sólo empeoraremos la situación.

Buscaremos actividades gratificantes para los dos miembros de la pareja, a fin de relajar los ánimos y fomentar la buena comunicación y los buenos momentos, ya que si entramos en la dinámica de sólo discusión, estamos perdidos.

La realización de actividades gratificantes ayudará a mantener a la pareja unida y a elevar la valía y la autoestima del celoso, al hacer cosas útiles que le relajan y disminuyen su ansiedad.

Si su actitud es pasiva, las ideas negativas serán mucho más recurrentes, ya que la mente no estará distraída y el problema se incrementará.

Si la situación está desbordada y sin control, lo mejor será acudir a un terapeuta que intervenga en el reaprendizaje de nuevas conductas más adaptativas y de nuevos pensamientos más racionales.

Se establecerá un planning de tareas a realizar durante la semana, de refuerzos obtenidos y de castigos por los malos comportamientos, con el fin de mantener y fomentar la conducta sana y extinguir la conflictiva.

Asimismo, se estudiarán los pensamientos distorsionados para desmontarlos y sustituirlos por otros más racionales y maduros, se delimitará el horario en el que se puede discutir y en el que se tiene que disfrutar, para que se sienta obligado a cumplirlo y que la situación no empeore.

Debido a que muchos de sus razonamientos son erróneos y exagerados por su nivel de ansiedad, si se obliga a la persona a retenerlos y no decirlos hasta que llegue su “horario de celos”, muchos habrán desaparecido o se habrán mitigado, con lo que nos evitamos muchos enfrentamientos innecesarios.

Cómo controlar los celos

Los celos están considerados como una emoción que los especialistas explican desde el punto de vista psicobiológico y cultural. En el marco de una relación de pareja, en pequeñas dosis y como una reacción de alerta ante un bajón amoroso pueden resultar saludables, pero los celos excesivos se transforman en un arma muy afilada, que puede herir y causar mucho dolor.

El problema no reside en el hecho de sentir celos, sino en la intensidad de los mismos, en su frecuencia, en si tienen una base justificada y en la manera en que éstos influyen en nuestra conducta. Los celos patológicos deben ser tratados con la ayuda de un profesional en una consulta psicológica, pero si la persona celosa no ha llegado a tal estado enfermizo, puede acudir a sencillas tácticas que le permitirán equilibrar su estado de ánimo y retomar la armonía en pareja que se basa en la ternura, la comprensión, la tolerancia y el respeto mutuo.

¿Quieres aprender a controlar los celos? ¡Toma buena nota de las tácticas que te proponemos a continuación!

1. Piensa que tu pareja te quiere tal y como eres. Para aceptar ese amor que te tiene debes amarte primero tú también, así la comparación con los demás disminuye y tendrás menos propensión a sentir celos. Acéptate más, trabaja la autoestima. Según los especialistas, el perfil psicológico de la persona que siente celos se relaciona muy frecuentemente con la baja autoestima y la inseguridad.

2. Es importante que fomentes tu propia vida personal, con tus aficiones y proyectos. Cuando una persona se vuelve más autónoma y creativa la probabilidad de que los celos se produzcan es menor. Y aumenta la comprensión hacia las actividades que realiza el otro. Tu pareja es una persona, no tu propiedad, y el excesivo control necesita dejar espacio a la mutua confianza.

3. Cuando te asalten dudas primero cálmate y luego habla sobre ellas. Identifica si existen razones justificadas para sentir celos, y si son ciertas comunícaselas a tu pareja con pruebas en un tono conciliador. Se trata de saber qué ocurre en realidad y de cotejarlo con tu percepción, que puede ser errónea. Comunica tus sentimientos especificándole claramente las conductas que te hacen sentir así.

4. Aprovechen para fortalecer el diálogo continuo, la confianza y el contacto amoroso: serán herramientas muy útiles para superar el desencuentro y los celos.

5. Acepta que estás sintiendo celos y recapacita sobre sus causas. ¿Son celos por comparación y miedo a ser reemplazado? Ármate de valor, confianza y comprensión para aceptar la realidad, pero haz un esfuerzo especial en ahuyentar los pensamientos irracionales. Instálate en el presente y si sufres un cuadro agudo de celos o te sientes incapaz de gestionarlo sin ayuda acude a la consulta psicológica.

6. Pon atención a la frecuencia con que aparecen problemas de celos en tu relación sentimental. Si en una pareja los celos son permanentes, éstos tienden a desgastar y perturbar la relación afectiva, porque surge el reproche, el reclamo, la exigencia y la presión continua hacia el ser querido.

7. Presta atención a las siguientes señales de alarma:

o ¿Necesitas controlar todos los movimientos de tu pareja?

o ¿Cada vez soportas peor a sus amistades?

o ¿Le reprochas continuamente sobre su forma de vestir o comportarse?

o ¿Crees saber más sobre las intenciones, pensamientos, etc… de tu pareja que ella misma?

o ¿La necesidad de tenerle sólo para ti se ha acentuado en los últimos tiempos?

Si respondiste afirmativamente a la mayoría de las preguntas seguramente estás siendo víctima de un ataque de celos.

¿Y QUE SON LOS CELOS?

• Miedo a perder el cariño de las personas que se quieren.

• Miedo a perder el interés de las personas que le rodean.

• Miedo a dejar de ser el centro de atención de las personas amadas.

Hay quien argumenta que los Celos, si son muchos y muy fuertes SÍ es una enfermedad, pero que si son flojos y poquitos, No.

Y nosotros preguntamos: el Cáncer, si es fuerte, Sí es una enfermedad, pero si es flojito, ¿qué es? ¿No sigue siendo enfermedad? ¿No sigue siendo Cáncer?

Una persona que está celosa se siente triste y malhumorada, porque tiene miedo a ser desplazado a un segundo plano, y se mortifica pensando miles de maneras por las que lo van a dejar, puesto que ese miedo le está diciendo que es posible que no lo quieran.

Al estar triste todo el mundo le parece feo y gris, el futuro lo ve negro y nada ni nadie le alegra la vida. ¡Y una persona triste no tiene ganas de nada! No tiene ganas de trabajar, no tiene ganas de ir a fiestas, no tiene ganas de ducharse ni tiene ganas tan siquiera de estar despierto. Fácil es, entonces, que cualquier persona llegue a drogarse o a alcoholizarse, ya que, al estar triste, nada le importa.

Y es muy difícil su rehabilitación porque sus Celos no desaparecerán nunca.

Y está de mal humor porque los Celos se los está produciendo su pareja, hablando con un amigo o con un familiar. Es decir, que está sufriendo Celos porque imagina que su pareja lo va a dejar por la persona con la que está hablando.

Por lo tanto, para defenderse de ese dolor, la encierra para que no hable con nadie y comienza a buscar defectos en ella, pensando que, si consigue NO quererla, no sufrirá.

Porque esa es la creencia de todos: “que si sientes celos, es porque quieres”

Por eso, inconscientemente, si consigue odiarla, no sentirá Celos.

En ese momento, todo lo que su pareja haga o diga le parecerá mal, todo le molestará.

Y es entonces cuando se enfadará, llegando luego a las peleas y, más tarde, a los Malos Tratos.

Según el grado de los Celos, más o menos fuertes serán los castigos; es decir, una persona poco celosa castiga a su pareja quitándole libertad.

Por ejemplo, un día su pareja llegará diez minutos tarde y él le preguntará enfadado: ¿dónde has estado?, ¿con quién has estado?, ¿qué has hecho?, ¿qué no has hecho?, ...

Su pareja le dice la verdad, que ha estado en casa de sus padres, comiendo o simplemente hablando, pero él no la cree porque está celoso: “¿No será que está con otro? ¿No será que ya no me quiere?”

Y al pensar que su pareja miente, en lugar de calmarse, aumenta su malestar.

¡Y cuando creyese la versión de ella, por las razones que fueran (porque llamó a su suegra para preguntarle si era verdad, o porque al final se cansó de oír de su pareja siempre la misma explicación), seguirá triste y malhumorado porque pensará que su pareja lo va a dejar por su familia! ¡Vamos, que quiere más a su familia que a él! ¡O que quiere más a sus amigas que a él! ¡O que quiere más al perro que a él! ...

Siempre Miedo a que su pareja quiera Más a otro ser.

Pero lo perjudicial es que él no sabe que está celoso. El no puede reconocer que siente Celos, porque eso le haría creer que vale Menos que cualquier otro. Se pondría más celoso.

Por lo que, para justificar su enfado, se centra en los diez minutos que ella llegó tarde, excusándose con que tiene miedo a que le pase algo malo por el camino, que la vida está muy mal, que hay mucho bandido, etc., llegando incluso a culpar a sus padres de su tardanza.

Es entonces cuando ella, para no molestarlo más -porque lo quiere-, dejará de visitar a su familia o lo hará a escondidas para que él no se entere. Y con el tiempo dejará de visitar amigos, familiares, vecinos, etc..

Lo cierto es que cualquier cosa que su pareja haga o deshaga sin ser él el centro de atención, le pondrá triste y malhumorado.

Por lo que intentará encerrar a su pareja para no sentir Celos.

Ese es el primer paso para dar Malos Tratos psicológicos.

Y si es Muy celoso, fácil es que llegue a castigar físicamente, puesto que estará Mucho más Enfadado.

Y de Muy Enfadado a Agresivo no hay mucha distancia. Sólo hace falta que el maltratador tenga bastantes motivos reales para estar Encolerizado, como no tener dinero para comprar comida, que lo hayan despedido en el trabajo, que su pareja haya ido a visitar a su familia sin SU permiso, que su hijo se haya olvidado de su tabaco, que se haya tomado unas cuantas copas en el bar y que haya aprendido a pegar cuando era niño, viéndolo en sus padres.

¿DE DONDE VIENEN LOS CELOS?

Casi todo el mundo justifica los Celos diciendo que son innatos, que ya nacemos celosos. Sin embargo, el cerebro, que es donde están registrados los sentimientos, no estaba totalmente formado antes de nacer. Por lo que, si no existe cerebro, no pueden existir Celos. Tiene que haber una explicación Razonable y CaUsal.

No casual.

Y en relación a ello tenemos una Teoría que propone lo siguiente:

Todos los niños y niñas pasan sus dos primeros años de vida de la misma forma. Todos están preocupados (si es que existe la preocupación a esa edad) en manejar bien sus sentidos.

Es decir, sólo tienen interés en aprender a tocar y coger, ver y mirar, oler, escuchar, caminar, hablar, ...; en fin, sólo tienen curiosidad por aprender a conocer su cuerpo, a manejarlo bien.

De hecho, cuando el niño tiene varios meses de edad y su madre lo llama, él no sabe dirigir la mirada hacia donde su oído le indica, no sabe manejarlo bien; a los dos años, llamas al niño y éste gira la cabeza con rapidez hacia donde tú estás. A los pocos meses, el niño no sabe caminar ni hablar, y a los dos años ya corretea y parlotea. A los pocos meses, al niño se le cae todo de las manos; a los dos años, nadie le quita nada de sus dedos.

Aproximadamente tarda dos años en saber manejar su cuerpo, aunque esto es algo que no se podrá medir con exactitud.

Después de esos dos años, el niño se da cuenta de que existe otra gente, de que ya no es el centro del mundo, de que su madre, a quien él adora (ya que le da de comer, le arropa cuando tiene frío, le mima cuando llora, etc.), no está disponible cada vez que necesita algo, ya que tiene que atender a su marido o a sus otros hijos.

El niño piensa que su madre ya no lo quiere, porque no lo Atiende cuando él la Necesita.

En ese momento tiene Miedo a Perder el Cariño y la Atención de su madre.

Y es Entonces cuando comienza a sentir Celos, ya que Alguien o Algo está quitándole esa Atención.

Por eso se crean los Celos.

Y es, en ese momento, cuando el niño comienza a enfadarse, llegando a patalear y a llorar para llamar dicha atención.

Si al cabo de los años el niño comprueba que su madre sí lo quiere, porque nunca ha dejado de atenderlo, y comprueba también que su familia lo quiere, llega a la conclusión de que puede compartir el cariño. Así, el niño se criará sin el Miedo a Perder a quien ama (o, más bien, sin Miedo a Perder a la persona que lo atiende) por lo que no sufrirá Celos en el futuro.

¡Y si los sufre, será como un cáncer benigno!

Pero si al cabo de los años continúa la falta de atención de la madre hacia el niño, porque ella pasa la mayor parte del tiempo discutiendo y peleando con su marido, estos Celos se agudizarán. Ese pataleo por llamar la atención de la madre se convertirá en capricho y más tarde en Obsesión por conseguir lo que quiere. Y si el niño ve que todo en su casa se consigue a base de gritos, patadas e insultos, se convertirá en el clásico maltratador.

Puede que todos seamos algo celosos, porque No siempre nuestra madre estuvo dispuesta a atendernos en el momento preciso, y alguna que otra vez sufrimos Miedo a perderla, pero, LOS CELOS, sean como sean, Siempre hacen daño.

Y si, como dicen muchos, un día ves a tu pareja tontear con otra persona, lo Normal es Sentir Tristeza, porque te ha defraudado, y luego lo Normal es Razonar, y, si no merece la pena, dejarla!

Pero si, encima de sentir Tristeza, se siente también Celos, fácilmente se puede llegar a maltratar.

Sin embargo, hay personas que afirman que el mundo sin Celos no es bonito, que no tiene alicientes.

Pues bien, quien lo vea bonito y quiera ser celoso, que lo sea, pero quien no lo quiera ser, y no pueda dejar de serlo, debe ser ayudado.

Resumiendo, concluimos nuestra Tesis asegurando que, curando los Celos, se acaban Todos los Malos Tratos, tanto psicológicos como físicos.

Y la prueba de que podemos tener razón en la Tesis propuesta nos la da la frase que dice el maltratador antes de matar a su pareja, después de que ella lo dejara por Malos Tratos: ¡Si no es mía, no es de nadie...!

Esa frase la está diciendo una persona Muy Celosa.

Llevamos muchos años indagando sobre este tema, y tenemos una Teoría para curar los Celos.

No sabemos si es factible, pero nos gustaría probarla e intentarla, aunque esto sólo será posible si alguien nos cree y nos ofrece Su Ayuda.

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