ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Los Siete Saberes De La Educación Del Futuro


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2013  •  1.480 Palabras (6 Páginas)  •  234 Visitas

Página 1 de 6

ENSAYO

El capítulo I, Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión, dice que la verdadera debilidad del conocimiento radica en el error de la percepción al cual se agrega el error intelectual y la ilusión (desarrollada por paradigmas).

Una fuente de error mental es la gran posibilidad de mentirnos a nosotros mismos debido al egocentrismo y a la auto-justificación; así mismo, la memoria se ve desfigurada por los recuerdos que no hemos borrado y lo cual lleva al error.

Los errores intelectuales se ven favorecidos por nuestras ideas, que también pueden protegerlos, al igual que las ilusiones.

Por último, el autor dice que para el progreso los humanos no debemos ser marionetas de nuestras ideas y mentiras; así mismo que la educación tiene el deber de instruirnos para combatir nuestra lucidez.

Considero que este primer elemento del libro debe ser estudiado con detenimiento y en base a esto construir conocimientos que permita constituir una vida en el futuro viable, o en otras palabras no tienda a la destrucción. La educación debería basarse en este primer saber, ya que tiene plasmada la causa de la mala calidad de la educación que se da en algunos países.

En el segundo capítulo, los principios de un conocimiento pertinente, el autor menciona que es primordial percibir el conocimiento en el contexto global. Acceder a la información sobre el mundo, considerarla y organizarla en todas sus dimensiones. Para ello es necesaria una reforma de la educación, que se encuentra parcelada y especializada, y lograr una integración de las partes en el todo, para hacerlo evidente, y del todo en las partes.

La educación debe promover una inteligencia general capaz de referirse de manera multidimensional a lo complejo, al contexto dentro de una concepción global.

Nos deberíamos librar de la falsa racionalidad, cambiar nuestro pensamiento por un pensamiento que reúna, un conocimiento que sintetice el todo y las partes, conjugue el análisis y la síntesis, que nos permita un análisis lo más acertado posible de la realidad y por tanto, un comportamiento consecuente.

En el tercer capítulo Una educación que enseñe la condición humana: Morin confirma que conocer el ser humano es situarlo en el universo y, al mismo tiempo, separarlo de él: la humanidad debe reconocerse en su humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural implícita en todo lo humano.

Lo humano del humano es una descripción de la especie a partir de su condición biológica y social. No podemos escapar ni negar lo animal. Además, la relación cerebro-mente-cultura se presenta como inseparable, pues la mente o conciencia surge por la capacidad cerebral, pero sólo a partir de lo social en la cultura. Así esta última requiere de seres consientes para ser creada, conservada y transmitida. En el plano de lo antagónico, pero sin dejar de ser complementario, se describe la existencia de lo afectivo y lo racional; la relación inestable pero permanente entre estos y, a la vez, con la impulsividad humana.

El capítulo termina con la unidad y la diversidad humana. Aquí se encomienda a la educación del futuro para velar que “la idea de unidad de la especie humana no borre su diversidad, y que la de su diversidad no borre la de unidad.” Los campos a considerar en esta encomienda son lo individual, lo social, la diversidad cultural y plural de los individuos y sus dualidades (racional-delirante, trabajador-lúdico, empírico-imaginador, económico-dilapilador, y prosaico-poético). En este capítulo nos damos cuenta de la inevitable visión miope de lo humano, pues todo aquello que negamos de nosotros mismos o de los demás no nos libera de ello, lo deseable y lo indeseable van de la mano y, así somos, encontramos una invitación a reconocer todo lo que implica lo humano, nos guste o no, sea o no aceptable por el individuo o por el contexto.

El capítulo cuatro Una educación que enseñe la identidad terrenal, el horizonte planetario es fundamental en la educación de hoy y del futuro: habla de la incertidumbre de lo incierto. La civilización moderna ha vivido con la certeza del progreso histórico. La toma de conciencia de la incertidumbre histórica se hace hoy en día con el derrumbamiento del mito del Progreso. Un progreso es ciertamente posible, pero incierto. Para Morin, el “planeta no es un sistema global sino un torbellino en movimiento, desprovisto de centro organizador”.

Es por eso que se ha de enseñar estrategias que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto y modificar su desarrollo.

Nuestro

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com