Masculinidades y violencia de Género: Elementos conceptuales para abordar el problema

Masculinidades y violencia de Género: Elementos conceptuales para abordar el problema

(Ramos, 2006)

La violencia se diferencia de la agresión en el sentido de que la primera tiene la intención de controlar y someter al otro. Para esto, tienen que haber condiciones que posibiliten su logro.  Según el autor, el poder no es inmutable pues existe en tanto se hace ejercicio de él. En esta línea, la violencia de género son “los actos de agresión desarrollado en un contexto de poder basado en la construcción de los géneros”. Además, el machismo es este conjunto de creencias, actitudes y conductas que se basan en la superioridad de lo masculino. Sin embargo, esta hegemonía se encuentra cada vez más cuestionada. La violencia física señala estas crisis del sistema de géneros. La construcción de la masculinidad trae altos costos en los hombres. En constante búsqueda de mostrar racionalidad y no debilidad, perderían su capacidad de autocuidado y comprensión de su ser emocional, con una represión de afectos que solo les permite manifestar ira y hostilidad. Todo gira alrededor de la preocupación por ser visto como menos hombre, la vergüenza y humillación.

En esta línea, la hegemonía y el machismo está tan introyectados que puede llegar a un campo inconsciente, lo que podría llevar a una violencia simbólica, a pesar de no presentarse violencia física.

Ramos menciona dos puntos importantes: primero que en cada acción individual se expresa las construcciones socioculturales y las organizaciones jerárquicas. Segundo, tener en cuenta al inconsciente de los seres humanos, donde "las emociones impregnadas de lo social juegan un papel fundamental".

En una investigación se encontró que aquellos hombres que ejercían violencia hacia sus parejas cíclicamente, a diferencia de los hombres que también habían presenciado violencia pero que no la ejercían, presentaban "profundas depresiones, celos delirantes e ira desproporcionada". En su historia familiar, eran niños que habían sido humillados y rechazados, además de una madre violentada que no podía cubrir sus necesidades de vínculo y cercanía. Esta vergüenza es un daño a la autoestima y lleva a una búsqueda de evitar que vuelva a suceder y la ira permite ocupar una posición superior. Por otra parte, los celos vienen de un terror de pérdida de la madre anteriormente, miedo que se manifiesta en ira. Entonces ante cualquier abandono externaliza la atención hacia afuera, culpando a la otra persona para no sentir vergüenza. Además, se menciona que los niños con una identidad estable ya no asimilan automáticamente las influencias culturales.  Otros casos mostrarían que la cultura hegemónica y machista sería un condicionante relevante para las conductas violentas de los hombres.

Por otra parte, existen formas más sutiles de dominación, llamado "micromachismos", dominación imperceptible o violencia simbólica.

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