Máscaras psicologicas

Máscaras :

Ella, como todos nosotros, tiene tres máscaras:

La primera es la de la timidez y temor. Esta máscara solo la muestra ante aquellas personas que aún no conoce.

La segunda máscara es la de la alegría y confianza. Esta máscara solo la muestra ante aquellos que son cercanos a ella y ha desarrollado un gran cariño.

Estas dos máscaras hacen que ella pueda vivir en armonía consigo misma y con todos los que la rodean durante el día.

Se supone que su última máscara debería darle paz y trabajar en equilibrio junto con las demás. Pero está rota. Esta máscara solo aparece para ella misma y durante cada noche. Cuando nadie la está mirando.

La herida de su máscara es tan profunda que cada noche se ha vuelto un momento en el que sus lágrimas se desatan sobre su almohada.

Las noches pasan y ella aún no encuentra la forma de poder arreglar su máscara. Sus lágrimas no se lo permiten. Las esperanzas de reparar la máscara se vuelven cada vez más escasas.

Una noche, ella lloró hasta que sus ojos se finalmente cerraron. Al abrirlos ya no se encontraba en su habitación y tampoco era de noche. Estaba sentada en un hermoso campo con colinas verdes y un cielo despejado.

A lo lejos una figura que le resultaba muy familiar se estaba acercando…Era su padre.

Ella no se lo podía creer e inmediatamente corrió hacia él y ambos se dieron un fuerte abrazo.

-Hola, mi niña -dijo el padre con ternura mientras la tenía entre sus brazos.

- En verdad estas aquí. No tienes idea de cuánto te he extrañado- dijo ella junto con unas pequeñas lagrimas cayendo por sus mejillas.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué estas llorando? -pregunta el padre preocupado.

-No puedo arreglar mi máscara. Por más que lo intento, no puedo. Me siento cada vez más triste. No sé qué debo hacer.

-Eso, mi niña, es porque desde que me fui de este mundo, en el fondo haz estado muy triste. No quiero que me conviertas en el motivo de tu tristeza La única forma de arreglar tu máscara es que de ahora en adelante te esfuerces por ser feliz no solo por mi sino por ti también ¿Me lo prometes?

En ese momento la visión de ella se tornaba cada vez más borrosa hasta que todo lo que estaba al frente de ella desapareció. Asustada, cerró sus ojos con todas sus fuerzas ya que se negaba a ver que su padre ya no estaba junto a ella.

Cuando decidió abrirlos, ella se encontraba de vuelta

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