PSICOANALISIS

Lo verdaderamente importante es saber moverse en tres saberes compartimentados y una voluntad de integrarlos de contextualizarlos o globalizarlos.

Esto ocurre en 1950 y como bien sabe entonces no existía y de hecho hoy sigue sin existimáis realmente una tanatología, una ciencia de las cosas de la muerte.

No se puede hablar del ser humano si no se lo considera simultáneamente como un ser biológico cultural, psicológico y social.

Sabemos que la fantasía es el imaginario o el mito son realidades humanas fundamentales.

La fragmentación es lo que la ha valorado a occidente su poder técnico e intelectual. El pensamiento occidental ha terminado por creer y esa es una gran trampa que se puede separar la parte del todo cuando la parte es solo un elemento del todo. No es más que un recorte artificial aunque también resulta didáctico. Después de manipularlo experimentalmente se olvida o se rechaza reincorporarlo al todo.

Hoy en dia los poderes de manipulación de la ciencia desde la energía atómica a la genética, son de tal magnitud que tenemos un auténtico problema. Desde el siglo XVII, se perfilan dos tipos de pensamientos. El de Descartes que triunfo decía Cuando veo un problema muy complicado, divido sus dificultades en pequeñas partes y cuando las he resulto todas he resulto todo. El de Pascal decía: no puedo entender el todo si no conozco las partes y no puedo entender las partes si no conozco el todo, una invitación a un pensamiento de ida y vuelta.

Hablamos porque en nuestro interior tenemos la cultura, el lenguaje, el conocimiento de nuestra sociedad. Es el hecho mismo de comer alimentos lo que nos procurara también energía exterior y la organización que se encuentra en esos alimentos.

Descartes ya que hablamos del también nos hizo un favor puesto que separar al hombre del animal y al cuerpo del alma le permitió constituir u objeto científico. Si pensamos que un árbol es el lugar en el que vivían nuestros antepasados, entonces se convierte en una persona y no se nos ocurre contrario en dos para observar sus conductos.

El hombre ocupa su lugar en la naturaleza no está contra la naturaleza no es ni sobrenatural ni antinatural, sino que se mantiene en su lugar de hombres. Se convierte en una especie de centauro. La línea de corte no pasa ya entre el hombre y el animal ya no se trata del corte que permitió constituir buenos objetos de laboratorio.

Creo que realmente somos víctimas de un modo de pensamiento alternativo. O pensamos que el hombre es natural y por tanto lo reducimos a la naturaleza al comportamiento de los chimpancés, a la socio biología y a los genes; o pensamos que es sobrenatural y su cuerpo un mero soporte, mientras que el resto recibe el nombre de espíritu, de psiquismo y de cultura.

Del cerebro hablamos con un lenguaje especifico, quimico-electrico y del espíritu con el lenguaje de las palabras, las ideas, etc. Vemos al cerebro desde una perspectiva biológica y al espíritu desde una perspectiva cultural. Por lo demás, los departamentos de biología se ocupan del cerebro; y los departamentos de psicología, del espíritu. Pero el cerebro y el espíritu son absolutamente indisociables.

Boris Cyrulnik al escucharle hablar de emergencia, pienso en Paul Valery, que habla del segundo nacimiento del hombre, el nacimiento de la palabra tras y posibilitado por el nacimiento biológico. Primero el hombre nace y después nace la condición humana.

El nacimiento de las sociedades históricas trae consigo la agricultura, las aldeas, las milicias, las ciudades, el estado, la soberanía, la guerra, la esclavitud, las grandes religiones, la filosofía, la inteligencia; todas ellas cosas absolutamente ambivalentes.

Los adultos ignoran que siguen siendo seres infantiles, para bien como para mal, ya que conservan curiosidades de niño, son capaces de buscar y se muestran aun disponibles;

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