Personalidad en la vejez

Personalidad en la vejez

La personalidad del individuo también se ve afectada por los diferentes cambios físicos que sufre una persona entrando a la vejez. Francesc-Xavier (1992) menciona que “entendemos por personalidad la estructura funcional psicobiológica, de base genética y sujeta a la influencia ambiental y al proceso de aprendizaje, responsable del estilo de comportamiento del sujeto.” (p. 60)

Como nos menciona el autor, la personalidad es una estructura funcional en la que el ambiente puede ejercer una influencia. Es por eso que la personalidad también cambia o se reafirma al entrar en contacto con los cambios biológicos y sociales propios de la edad adulta. Este proceso de adaptación puede ser favorable cuando hay una incorporación y aceptación del contexto a la persona y cuando esta se adapta al medio social que lo rodea. Nelida Asili (2004) “Es innegable que los cambios de las funciones psíquicas de la senectud, repercuten en la capacidad de integración y se reflejan en los hábitos de conducta” (p.178) Esta disminución de capacidades causan un efecto en el carácter del anciano haciéndolo retraído, irritable inclusive avaro en términos materiales y dota al anciano de una personalidad rígida.

Pero también está la manera de gozar la vida y vivirla de una manera más plena. Puesto que si el anciano busca el goce de una manera individual o alejada de la sociedad, es una existencia inerte que se torna en aburrimiento. En cambio, si el anciano busca ese goce fuera de sí mismo mediante un objeto que lo vincule con el mundo, comprometiéndose, llegara a disfrutar en plenitud de su vida. Al respecto de esto Simone de Beauvior (1982) dice “la capacidad para gozar tiene que ver con estar en el mundo, vinculado con un proyecto y orientado al porvenir.”

Siendo así necesario el tener acciones que lo vinculen con el mundo para sentirse aún perteneciente a él.

Muchos de los estudiosos de la personalidad habían hecho una separación entre la persona versus situación. Y no fue hasta que resultó más fructífero reconocer que estos conceptos no se excluían el uno al otro, sino que había una interacción entre ellos. Así fue como se acepto el hecho de que la personalidad se encuentra determinada tanto por la persona como por la situación. Por esto mismo la personalidad del anciano no se ve afectada solo por cómo está viviendo su vida, sino también por determina la situación que lo rodea, su contexto social. De ahí que para mejorar la personalidad en el aciano hay que ayudarlo a mantener un entorno social agradable, ameno, en el que se le incluya y así no se vea afectado.

Un aspecto difícil de superar para una persona mayor es el perder su actividad laboral. La mujer debido al entorno sociocultural que se vivía en México estaba más acostumbrada al retiro, puesto que la mayor parte del tiempo su deber

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