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Principios De La Persona


Enviado por   •  7 de Diciembre de 2013  •  6.155 Palabras (25 Páginas)  •  275 Visitas

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Introducción

Generalmente, al pensar en el ser humano lo hacemos tomando como principio el valor de su distinción dentro de un mundo natural en el que coexiste con otros seres vivos, mismos que constituyen un número infinito de especies, unas ya en proceso de extinción, otras no descubiertas y muchas más en constante evolución.

Así, incluso al definir en forma limitada todas las capacidades naturales del ser humano, independientemente de las distinciones anatómicas y fisiológicas entre hombre y mujer, sólo podemos descubrir con asombro que somos seres únicos y extraordinarios, donde confluyen características biológicas, psicológicas y sociales, entre otras, que propician nuestro potencial para desarrollar múltiples habilidades y virtudes, cuya valoración será mayor o menor conforme a la cultura propia de un grupo social ubicado dentro de un tiempo y espacio específicos.

En consecuencia, podemos iniciar nuestro estudio reflexionando acerca de la esencia del ser humano, con el propósito de identificar qué concepto poseemos de hombre, denominación tradicionalmente asumida para nombrar a la humanidad, más allá de la cuestión biológica o de género socialmente establecida entre hombre y mujer, la cual reconocemos en toda su complejidad. Asimismo, abordaremos algunos conceptos filosóficos esenciales para propiciar el análisis de las prácticas sociales, distinguiendo cómo cada uno de nosotros posee distintas concepciones previas que pueden incidir en forma positiva o negativa al vincularnos con otras personas, pero estos conceptos no son necesariamente rígidos ni resulta imposible modificarlos, porque las capacidades críticas del hombre favorecen su evolución y aplicación en diversos contextos.

Conceptos clave

Hombre

Individuo

Inmanencia

1.1.1. Complejidad de un concepto

Una vez que realizamos nuestro Autodiagnóstico para tratar de identificar una serie de conceptos y valoraciones que poseemos respecto del ser humano y su acción, viéndonos en la responsabilidad de tomar decisiones para expresar si estamos de acuerdo o no con las sentencias propuestas, pudimos percatarnos de que llegar a definir conceptos tan amplios y profundos no es fácil. De hecho, sucede como en su oportunidad estableció San Agustín: “¿Qué es entonces, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicárselo a quien me lo pregunta, no lo sé.”

Evidentemente, definir implica aproximarnos al objeto, tratar de distinguir sus características, cuáles son sus diferencias respecto a otros, en qué ambiente se encuentra; cómo se relaciona con distintos objetos; analizar si poseemos una serie de informaciones previas que permitan explicarlo, buscar la forma de representarlo, decidir cómo lo podemos nombrar, éstos son sólo algunos de la infinidad de factores a considerar.

Incluso, para establecer una definición podemos encontrar una serie de juicios científicos y filosóficos que hablarán de las relaciones sujeto-objeto de conocimiento y a partir de ésta vendrán múltiples confrontaciones para tratar de determinar cómo se construye el conocimiento y los fines del mismo. No obstante, en el caso del hombre las divergencias se multiplican y llegan a distanciarse conforme evoluciona el pensamiento, encontrando algunas coincidencias, pero no un concepto único.

a) Sofistas

En el ámbito social encontramos a los sofistas como los primeros que centran su atención en construir y formalizar un concepto acerca del ser humano. Destacan por proponer doctrinas relativistas: la ética es variable, la política es relativa, el deber y el derecho caprichosos, la justicia particular y vengativa. De ahí, la conocida frase de Protágoras: El hombre es la medida de todas las cosas.

La reacción de la filosofía frente a esta posición no se hace esperar, con Sócrates y sus discípulos, quienes abordan el tema del ser humano desde un punto de vista moral. Desde esta perspectiva, el hombre es un ser constitutivamente moral.

Por otra parte, Platón desarrolla su propia doctrina sobre el ser humano, rebasando el aspecto ético-socrático. Para este pensador, el hombre es el único ser capaz de contemplar. Reflexionemos acerca de las ideas de ambas posturas filosóficas:

 Sócrates

Toda mi ocupación es andar de un lado a otro para persuadiros, jóvenes y viejos, de no preocuparos de vuestro cuerpo ni de vuestra fortuna tan apasionadamente como de vuestra alma, a fin de hacerla tan perfecta como sea posible. Y, por eso, os he dicho que no es de las riquezas de donde viene la virtud sino, por el contrario, que las riquezas vienen de la virtud y, de ella, también todos los demás bienes para el Estado y los particulares.

 Platón

Los demás animales ven las cosas sin examinarlas ni dar razón de ellas, ni contemplarlas; mientras que cuando el hombre ha visto una cosa (...) la contempla y se da razón de ella. El hombre es el único, entre los animales, a quien puede llamarse con propiedad anthroopos, es decir, contemplador de lo que ha visto.

Éstas son sólo dos de las principales concepciones que han marcado durante siglos los esfuerzos por definir al ser humano, reconociendo sus características naturales y aquellas desarrolladas a voluntad, aprovechando la potencialidad de su naturaleza y la dinámica de su integración en grupos sociales o comunidades.

1.1.2. ¿Qué somos?

Cuando pensamos en el ser humano, nos percatamos de la relevancia de nuestro ser en el mundo. De hecho, logramos desarrollar una conciencia de qué somos; es decir, nos preguntamos: ¿cuál es el sentido de mi existencia?, ¿de dónde vengo?, ¿qué finalidad tiene la vida?, ¿qué puedo encontrar en...?, ¿qué debo hacer ante...?, ¿por qué vivo en este espacio y tiempo...?, ¿hallaré algo más...?

El ser humano es un ser que pregunta y, sobre todo, que se pregunta. Esta característica de cuestionarnos continuamente sobre la vida y los actos de la vida misma, es decir, preguntarnos si lo que pensamos, deseamos, hacemos o dejamos de hacer es conveniente, oportuno para..., adecuado si..., o incluso correcto o no, se llama conciencia.

Todas las características propias del hombre, como son: el lenguaje, la cultura, o los valores, tienen su fundamento en lo que actualmente denominamos dinamismo de la conciencia, que

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