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Psicoanálisis


Enviado por   •  13 de Enero de 2014  •  4.390 Palabras (18 Páginas)  •  262 Visitas

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LECTURAS PSICOANALISIS:

Tratamiento psíquico, tratamiento del alma (Freud)

vTratamiento psíquico quiere decir tratamiento desde el alma, con recursos que influyen sobre lo anímico del hombre. La palabra es uno de estos recursos, el instrumento esencial del tratamiento anímico.

Los médicos aprendieron a valorar el tratamiento anímico sólo recientemente. Siempre vieron lo anímico como dependiente de lo corporal, y nunca al revés. Si había enfermedad mental era porque se trataba de un problema funcional del cerebro, aunque no se pudiera comprobar o visualizar la patología en el cerebro. Freud plantea que la relación entre lo corporal y lo anímico en realidad es recíproca. Pero decir esto para los médicos, significaba que se tambaleara su seguro terreno científico. Existen casos en los que, por ejemplo, las personas pueden experimentar un dolor en el estómago y cabeza muy fuertes, salen de vacaciones y pueden estar bien, pero ni bien vuelven a su casa los síntomas persisten. La investigación médica llegó al fin a la conclusión de que estos pacientes no pueden ser considerados enfermos comunes de la vista, el estómago, etc. Tales estados han recibido el nombre de nerviosidad (neurastenia, histeria), y se los define como enfermedades meramente funcionales del sistema nervioso. Entonces los médicos se vieron obligados a investigar el origen de estas perturbaciones, descubriendo que: “al menos en algunos de estos enfermos los signos patológicos no provienen sino de un influjo alterado de su vida anímica sobre su cuerpo”, es decir, la causa inmediata de la perturbación ha de buscarse en lo anímico.

Entonces: relación recíproca entre cuerpo y alma. El más cotidiano y corriente ejemplo de influencia de lo anímico sobre el cuerpo es la llamada “expresión de las emociones”. En ciertos estados anímicos llamados “afectos”, la coparticipación del cuerpo es muy llamativa. Es cosa sabida cuán extraordinarias alteraciones se producen en el cuerpo bajo la influencia del miedo, la ira, las penas del alma y el arrobamiento sexual. También es sabido cómo estos afectos pueden actuar de manera positiva o negativa en las enfermedades, infecciones, salud del cuerpo en general. Estados patológicos ya desarrollados pueden ser influidos positiva o negativamente por ciertos afectos. Según Freud todos los estados anímicos son en cierta medida “afectivos” y de ninguno están ausentes las exteriorizaciones corporales y la capacidad de alterar procesos físicos. Aún la tranquila actividad de pensar en “representaciones” provoca, según sea su contenido, permanentes excitaciones sobre los músculos planos y estriados. Los procesos de la voluntad y la atención son igualmente eficaces. Freud toma un caso en el que se podía producir dolor en una zona del cuerpo mediante la atención puesta en él, y también quitarlo. Con la voluntad, habla del mártir religioso que permanece insensible a los dolores porque se está consagrando a Dios. La expectativa entonces es un elemento sumamente importante, en la expectativa, toda una serie de las más eficaces fuerzas anímicas se ponen en movimiento hacia la contracción o curación de afecciones corporales. En la expectativa angustiada podemos decir que los más amenazados de contraer la enfermedad en el curso de una epidemia, serían los que más miedo tienen de ella. En la expectativa esperanzada se da exactamente lo contrario, por ejemplo en las famosas curas milagrosas (en el contexto religioso). El efecto probable de un remedio cualquiera prescrito por el médico se compone de una parte que es la aportada por la actitud anímica del enfermo. La expectativa confiada con la cual contribuye al influjo inmediato de la medicina prescrita depende de cuán grande sea su afán por sanar y de su fe en que está dando los pasos correctos en esa dirección, o sea, de su respeto al arte médico y del poder que le atribuya a la persona de su médico, y aún de la simpatía puramente humana que dicho médico haya despertado en él. Los médicos practicaron tratamiento anímico desde siempre, si por tratamiento anímico entendemos el empeño por provocar en el enfermo los estados anímicos más favorables para su curación. Ahora empezamos a comprender el ensalmo de la palabra. Las palabras son los principales mediadores del influjo que un hombre pretende ejercer sobre los otros, son buenos medios para provocar alteraciones anímicas. El ensalmo de la palabra puede eliminar fenómenos patológicos que tienen su raíz en estados anímicos. Desde que los médicos reconocieron la importancia del estado anímico para la curación, se les ocurrió la idea de no dejar ya librado al enfermo el monto de solicitación anímica que pudiera producir, y de conseguir el estado anímico favorable buscándolo concientemente con los medios apropiados. De este empeño nace el moderno tratamiento anímico. La hipnosis no es un dormir como nuestro dormir nocturno, en ella se producen alteraciones y operaciones anímicas que faltan en el dormir normal. Lo más importante para nosotros es la conducta del hipnotizado hacia su hipnotizador. Mientras que el hipnotizado se comporta hacia el mundo exterior como lo haría un durmiente, permanece despierto respecto de la persona del hipnotizador. A esto se le llama fenómeno “rapport”. Pero no es sólo que el mundo del hipnotizado se restrinja al hipnotizador, sino que se vuelve obediente y crédulo hacia el hipnotizador. Una representación que el hipnotizado ha dado al hipnotizado mediante la palabra ha provocado aquella relación anímico corporal que corresponde a su contenido (no puedes mover el brazo derecho…). Ello implica por una parte obediencia y por otra, acrecentamiento de la influencia corporal de una idea. Se le llama “sugestión” al dicho del hipnotizador que ejerce los descritos efectos ensalmadores. Puede impartirse la hipnotizado la sugestión de ejecutar una acción determinada sólo después de transcurrido cierto lapso después de despertar, y el hipnotizado cumplido ese lapso efectúa la conducta. A esto se le llama “sugestión posthipnótica”. Depende más del enfermo que del médico el grado de obediencia que logre la sugestión (son raras las hipnosis profundas, no todos son hipnotizables, y es más difícil con enfermos mentales). Ni siquiera en la mejor hipnosis a sugestión ejerce un poder ilimitado, sino uno de cierta intensidad. Con la hipnosis se pueden debilitar o suprimir fenómenos patológicos, pero generalmente se vuelve a recaer en los mismos y se debe repetir la hipnosis, pudiéndose crear una especie de adicción a esta terapia.

2DA LECTURA

DEFINICION DE SICOTERAPIA. LO PSIQUICO CURA. LA PALABRA ES CURATIVA

Psicoterapéutico: es un termino inventado en 1872 por Daniel hack tuke (medico ingles) aunq el termino actual se le atribuye a hippolyte

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