Psicologia

EL ABEDUL.

Elogio de la dificultad

INTRODUCCION (Tomado del texto)

“La pobreza y la imponente imaginación nunca es tan clara como cuando se trata de imaginar la felicidad, comenzamos a imaginarnos un paraíso, de islas afortunadas, en total una vida sin riesgos, sin lucha y sin búsqueda de superación ni muerte. Y por lo tanto sin deseo.”

REFLEXION

Todo esto que puede estar en nuestra imaginación y que puede ser lo que queremos y anhelamos en el fondo de nuestro ser es parte de la vida diaria. Donde la realidad y nuestra cotidianidad del diario vivir, un mundo de reconciliaciones eternas y soluciones definitivas podemos observar que nuestros problemas no radican en solo en conseguir o ser capaces de dar solución y que muchas de ellas de no lograrlas son las frustraciones de nuestros deseos y de esta forma misma de desear lo hacemos muy mal.

Debemos desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, donde se estimule la capacidad de crearla y cuidarla, donde trabajemos por posibilidades de un mundo de satisfacción de una forma global y abierta al cambio, donde nos brinde la posibilidad de dar respuestas a las incógnitas de una forma global.

No de las mañanas y días radiantes donde son muy conocidos en nuestra historia y hasta ahora donde los partidos poseen una verdad e ideas absolutas, la iglesia donde han sido alcanzados por la gracia y desgracias de algunas de sus revelaciones.

Todas estas y mas ideales que somos sometidos a la interpretación totalitaria, son argumentos de un síntoma propio y corrupto de muestra naturaleza dañada o bien mascarado para un fin propio y lucrativo, una historia que nos amarra a un sistema inequívoco de un malestar de ideologías donde la corrupción donde no existe el respeto y el bien reciproco de humanidad más bien estas ideas suelen aparecer como un mal ajeno a la sociedad y de nuestra historia.

De estos ideales autoritarios carentes para una sociedad y sosegados para fines propios y otorgados por un capitalismo tardío de beneficio e igualdad aun tenemos la oportunidad de edificar no por un bien propio si no por un bien social y comunal a nuestra sociedad.

Lo más difícil, lo mas es importante y lo más necesario es conservar la voluntad de luchar para un cambio general a una sociedad, que funde el respeto por las diferentes opiniones y de pensamiento, que conlleven a estas un beneficio propio a la sociedad, donde los valores radiquen a voluntad de una sociedad segura y que sean juzgadas no por un método si no por metas con fin absoluto para una sociedad, que no sean juzgadas o igualadas por la inequidad de un clase o sociedad y religión que llevan e interpretan una doble intensión de moral y verdad, se necesita una voz que lleve y conquiste a una sociedad donde sea respetada e

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