Psicología

Los temas que he estudiado en esta última parte del cuatrimestre en la materia de psicología, y que son: el aprendizaje, la memoria, la inteligencia, la adaptación, la personalidad, la conducta anormal y la piscología del mexicano, están íntimamente relacionadas porque atañen a un mismo ente en su carácter biológico, físico, mental, espiritual: y que es el ser humano.

Conocer quiénes somos, como aprendemos, como nos relacionamos, como enfrentamos problemas, cual es nuestra actitud ante la vida, como enriquecemos nuestros conocimientos, como actuamos ante las diversas circunstancias, es parte del reconocimiento de nuestras capacidades mentales y a lo largo de estos capítulos se desprende, que somos una mente con capacidad de conciencia y de infinitas posibilidades. Y es así citando, a Leonardo Stemberg: “Quien no señala que el aprendizaje con las experiencias es el único gratuito y si no logramos entenderlo, su costo nos puede resultar muy caro y es que el acumular conocimiento implica también acumular aprovechándolo, porque quien cree que ya lo sabe todo o logra todo, se frena inexorablemente en seguir enriqueciendo su bagaje de conocimiento.

Yo puedo encontrarme con los conocimientos que mi mente guarda en relación con mis experiencias en la vida todo lo cual en mi mente se manifiesta a través de un proceso de codificación pero que además supone un proceso de razonamiento, así como también implica una valiosa herramienta como lo es la inteligencia, de esta manera podemos obtener el máximo aprovechamiento de nuestras capacidades, así mismo el razonar me permite conseguir una adaptación al medio frente a la problemática que pudiera encarara y lo cual supone redescubrir mis capacidades y en su caso cambiar aquello que me genera problemas entonces superamos este al tomar conciencia.

En este tránsito en el desarrollo de nuestro ser social nos encontramos con diversa tipificación de los rasgos característicos que nos distinguen respecto a otros grupos e incluso con nosotros mismos y esto es consecuencia de un cumulo de aspectos que le dan sentido y dirección a la personalidad en el caso especifico del mexicano se hace prevalecer como una cultura recreada y afirmada continuamente por los diversos medios de comunicación, por el sistema educativo, por las familias mismas, por los grupos religiosos y es aquel en la que el niño varón se le hace aparecer como el que debe prevalecer por encima de las capacidades y actitudes que pueda disponer la niña es decir, se resta valor e importancia a la aptitud y a la actitud de la mujer y aparece entonces el carácter fuerte, la inteligencia, la superioridad, la fortaleza que en el varón se traduce el machismo y egolatría pero que en el fondo y en sentido franco corresponde si no a una autoestima baja y un refugio a sus limitaciones las que intenta compensar con una falsa autonomía y una marcada codependencia.

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