Psicología

Concepción del niño en las culturas mesoamericanas

Se piensa que en todas las culturas mesoamericanas al niño se le brindaban cuidados y atenciones, es un hecho importante porque el niño era tomado en cuenta dentro de la estructura familiar; desde que nacían los niños eran considerados como un miembro muy delicado y débil .

Las culturas mesoamericanas tenían una concepción del niño, muy diferente a las demás etapas de la historia en México, pues como se menciona anteriormente el niño ocupaba un lugar importante en los miembros de la familia, los aztecas, los mayas, toltecas y chichimecas veían al niño como "piedra preciosa", "colibrí", "piedra de jade", "flor pequeñita", mostrando con estas actitudes el valor del respeto y cuidado que sentían por ellos.

Para las culturas mesoamericanas en general cuanto antes empezaran con la educación mucho mejor; no había un solo niño que no tuviera la obligación de ir a la escuela. La educación, primero se daba dentro de la familia y luego en los templos-escuelas, donde los niños y los jóvenes adquirían los conocimientos necesarios para desempeñar el papel social que se les había designado. Se considera que la primera crianza por parte de los padres comenzaba aproximadamente de los 3 a 5 años pues eran los primeros responsables en la formación y el desarrollo del niño y la juventud. Los padres desde esta edad inculcaban los valores ya que a los niños no se les permitía deshonestidad dentro ni fuera del hogar; también educaban al niño para que hablaran con buenas palabras y con un buen lenguaje; a respetar y obedecer a sus mayores y superiores. La verdad y la humildad ocupaban un lugar sumamente importante en los valores; la verdad sobre todo en el actuar, fuera en la vida cotidiana, la política, la religión o la guerra; la conducta en todo momento debía ser verdadera. Un hecho que se considera importante es que también desde pequeños les inculcaban la importancia de la guerra y lo militar. Y cuando ya tenían una edad adecuada los padres enseñaban su propio oficio a los hijos que por lo regular era la agricultura, artesanía y caza, para que de esta manera les heredaran su oficio y la convivencia en un barrio en el que todos ejercitaban las mismas técnicas. El trabajo en esta época era uno de sus más preciados valores; acostumbraban a los niños desde los cinco o seis años de edad a realizar trabajos ligeros para evitar la flojera y el ocio en los niños, y también se creía que era necesario acostumbrarlos, por ejemplo, a llevar carga sobre la espalda.

La educación se puede considerar en dos ámbitos, el primero es que si los padres querían y aceptaban llevar a los niños recién nacidos al templo-escuela era aceptable y si no aceptaban porque no eran de la religión, los padres podrían educar al niño y enseñarlo a combatir en las peleas para cuando se llegara el momento.

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La enseñanza se daba a todos los miembros de la sociedad como un derecho y una obligación que tenían todos, pero la obligación quedaba reforzada por medio de las creencias religiosas, como se acaba de mencionar. Se creía que todo recién nacido que no era llevado al templo-escuela estaba en un grave peligro de perder la vida, pues carecía de la protección

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