¿Qué tan importante es el desarrollo emocional en las primeras etapas de la vida del ser humano y cómo el contexto influye en éste?

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INSTITUTO PARA EL FOMENTO CIENTÍFICO DE MONTERREY

TRABAJO

 Ensayo sobre ¿Qué tan importante es el desarrollo emocional en las primeras etapas de la vida del ser humano y cómo el contexto influye en éste?

PRESENTA

Blanca Estela Ortiz Bruno

MATERIA

Infancia: Desarrollo, Evaluación, Trastornos y Tratamiento Psicopedagógico.

DOCENTE

Mtra. Esperanza Verónica Ríos Silva

MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA EDUCATIVA

TETRAMESTRE

 Primer tetramestre enero – abril 2020

Monterrey, Nuevo León a 25 de enero de 2020

¿Qué tan importante es el desarrollo emocional en las primeras etapas de la vida del ser humano y cómo el contexto influye en éste?

INTRODUCCIÓN

     Las emociones están presentes en el ser humano como una habilidad esencial para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa, el desarrollo emocional de las personas no es tan fácil de reconocer, a diferencia del desarrollo físico; porque los cambios físicos son visibles y los cambios emocionales se reconocen cuando interactuamos con los demás. El niño construye su identidad, su autoestima, su seguridad y la confianza en sí mismo y en el mundo que le rodea a través de las interacciones que tiene con todas las personas a su alrededor.

DESARROLLO

     Según diferentes estudios, el desarrollo de las emociones es una aspecto evolutivo que pueden ser intensas, frecuentes, transitorias, individual, cambios intensos y a través de síntomas conductuales. Son inherentes al ser humano, y aunque algunos científicos mencionen que no sirven de nada, las emociones rigen nuestra vida en sociedad, ya sea consciente o inconscientemente. Las emociones, es decir, las reacciones que tiene un individuo ante un estímulo externo y que involucran cambios fisiológicos, en un principio rigen completamente el comportamiento de una persona.

     Debido que emoción y sentimiento no es lo mismo, podemos definir a la emoción como algo pasajero, que solo se percibe en el momento, una simple respuesta. Al contrario los sentimientos, es la experiencia ya razonada, interiorizada, y evaluada mentalmente. Es conforme el paso del tiempo y el crecimiento y maduración cognitiva de un individuo que se desarrollan mecanismos que regulan esta impulsividad: la regulación, la autorregulación, la empatía, entre otros. Para poder hacerse de estos mecanismos y que funcionen de manera adecuada, el niño, primero tendrá que estar en contacto con experiencias que le ayuden a identificar las emociones en los demás, en observar como es la reacción fisiológica y actitudinal de la persona y finalmente, como puede reconocer en él mismo las propias emociones y manejarlas según los estándares sociales establecidos en su cultura.

     El niño aprende a reconocer sus emociones para poder enfrentarse a ellas de una buena forma, con empatía y de manera positiva a través de ejemplos para que expresen de manera adecuada sus emociones sin causar daños.

CONCLUSIÓN

     Como resultado podemos definir al ser humano como un ser social por naturaleza y para poder vivir en sociedad, es necesario que comprenda sus propios mecanismos de respuesta a estímulos exteriores. Por una parte, es correcto y aceptable, enseñar a la persona, desde la más tierna edad a saber manejar sus emociones, y regular sus respuestas. Sin embargo, esto no quiere decir que se tengan que inhibir ciertas emociones que en algunos momentos puedan parecer “inaceptables”, las emociones son el mecanismo de defensa que ayuda al ser humano a buscar retos, superarse, modificar la conducta del otro, en función de su propio ser, la meditación y redirección de energías hacia un fin saludable o simplemente supervivencia y mantenimiento del autoestima. Lo que se debe hacer, es el concientizar al niño, (ya que se habla de una temprana edad) a manejar sus impulsos, y hacerlo reflexionar sobre la cuestión de que sus acciones perjudican los derechos y el yo de otro ser humano.

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