Relacion Entre Terapeuta Y Consultante

Explicar la importancia de la relación entre terapeuta y consultante durante el proceso de psicoterapia, enfatizando el criterio científico y personal.

En principio se debe tener en claro que el terapeuta debe presentar habilidades generales y otras específicas.

La actitud de incondicionalidad y apoyo al paciente enmarca toda la actividad terapéutica. siempre considerando que este apoyo debe ser adaptativo y no debe convertirse en un comportamiento que aumente los sentimientos de inutilidad personal del paciente y la sensación de dependencia del terapeuta. Así, debe establecerse una buena relación empática y cálida con el paciente para que éste se sienta comprendido y no criticado.

Además, sin una genuina empatía no se podrá partir del paciente real que tenemos delante para llevar a cabo la construcción del proceso terapéutico.

El terapeuta debe presentar un modelo de comportamiento asertivo durante las sesiones, para que el paciente tenga credibilidad respecto a la eficacia de las técnicas y aprecie opciones de respuesta a su problema.

Asimismo no debe perder la paciencia ante una crítica o negativismo reiterados del paciente hacia la terapia o hacia las posibilidades de mejoría. Tampoco debe actuar de una forma sumisa, al no ser capaz de extinguir comportamientos de quejas reiteradas, ni debe permitir que sea únicamente el paciente quien controle las sesiones.

Explicar la importancia de la relación entre terapeuta y consultante durante el proceso de psicoterapia, enfatizando el criterio científico y personal.

El terapeuta debe tener en cuenta que su propio comportamiento en las sesiones es un modelo para el paciente. El paciente no sólo aprende de lo que el terapeuta dice, sino también, de cómo éste actúa en la terapia.

Asimismo debe presentar las habilidades instrumentales básicas de refuerzo para motivar al paciente en la realización de las tareas, transmitiéndole la idea de que él puede conseguir los objetivos que se vayan proponiendo en las sesiones. También se deberian mostrar habilidades pedagógicas guiadas siempre por una fina sensibilidad clínica, es decir, no olvidando que "lo pedagógico" está al servicio de lo clínico, a la hora de explicar las estrategias a utilizar.

Se debe ajustar siempre el lenguaje a las posibilidades de comprensión de la persona, ya que el terapeuta puede fallar a la hora de tener en cuenta el nivel cultural del paciente y no ajustar sus explicaciones a este nivel. Asimismo debe disponer de las habilidades cognitivas necesarias, en los casos de depresión, para ejercitar ciertas técnicas sofisticadas como la reestructuración cognitiva.

Explicar la importancia de la relación entre terapeuta y consultante durante el proceso de psicoterapia, enfatizando el criterio científico y personal.

El terapeuta debe preparar las sesiones por adelantado, tener objetivos claros a desarrollar en las mismas y negociar los contenidos de cada sesión al inicio de cada una con el paciente. La terapia se desarrolla en un contexto donde el terapeuta y el paciente forman un equipo de colaboradores. Asimismo debe cuidar de no juzgar moralmente el comportamiento del paciente o de los otros significativos. La función del terapeuta es:

1. Ayudar a recrear su conducta o de la conducta de los otros y sacar a la luz los motivos que mueven a los seres humanos.

2. Ayudarle a tomar y a ejercer la conciencia y que la fuerza de la propia conciencia impulse el cambio en la vida cotidiana.

El terapeuta debe presentar habilidades de desdramatización y de solución de problemas.

De forma alternativa, hay que implantar habilidades de reestructuración cognitiva, de enfrentamiento al estrés y de solución de problemas.

El terapeuta debe ajustar las expectativas de su paciente a sus posibilidades reales de cambio y a la

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