Relatoria

RELATORÍA

El tema que elegí para relatar es: Niño es a adulto como hombre primitivo es a hombre moderno, porque fue el contenido que más controversia generó y en el que la conclusión no fue muy clara ya sea por la falta de participación o las intervenciones inoportunas (fuera del tiempo establecido). No obstante se puede señalar los puntos de vista en los que hubo coincidencia y en los que crearon divergencia. Empezaré con los últimos.

La comparación entre niño y hombre primitivo llevó a establecer ciertos estereotipos presentes en los dos pasados del hombre (niñez y antigüedad) y algunas aseveraciones decían que buscan satisfacer sus necesidades básicas, no existen para ellos el concepto de amor y de compartir, no hay normas sociales que los rijan ya que representan una etapa muy temprana del hombre. Hubo lugar a la discusión en el momento de determinar si un niño es capaz o no de manifestar amor o era una reacción a una acción (recibir – dar), también es cierto que la definición de niño o mejor el intervalo en años en los que está establecida la niñez no es muy claro porque esta etapa se subdivide y habría que especificar el tiempo exacto al que se hace referencia ya sea a la lactancia, primera infancia o segunda infancia. Esta circunstancia presupuso un estancamiento para llegar a una conclusión acertada del tema, es decir faltó claridad o acuerdo en el significado de algunas acepciones.

Por otro lado, aunque poco debatido la semejanza entre adulto y hombre moderno, se divagaron acerca de unas ideas no muy esclarecidas en cuanto a rasgos latentes en los dos conceptos de hombre actual en cuanto a sus antecesores, se afirmó que situaciones como el “instinto de supervivencia” o la “intuición” están vigentes en el hombre moderno aunque no se tenga un referente sin sesgo de error que verifique estas dos «sensaciones».

Para terminar, se pudo establecer que en la infancia se desarrolla la mayor parte de la personalidad, y por lo tanto hay rasgos del niño en el adulto aunque no sean muy evidentes porque en la adultez la madurez intelectual y emocional impide asumir comportamientos inapropiados para la edad, sin embargo características como la conducta y la manera de pensar o percibir, están claramente ligadas a la vivencia de los primeros años de vida. Y en la segunda parte de la analogía, el hombre civilizado todavía conserva rasgos como la violencia absurda, el actuar llevado por sentimientos como el odio o la venganza, el pretender perpetuarse en el poder sin importar los medios, propios de hombres en un estado primitivo. En conclusión, esta parte del debate se ajustó más a la idea de “cerrar ciclos” para no ser víctimas de un pasado que a pesar de quedar atrás sigue vigente porque evocamos y añoramos volver a él, estancados en el presente y consumidos por recuerdos aprisionados y enfermizos.

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