Secuestro Emocional

El Secuestro Emocional

El autor plantea el secuestro emocional como un estado psicológico que no permite al individuo pensar por sí mismo, como un estímulo negativo que lleva al individuo a no reconocerse, apreciarse, ni valorarse. En comparación al concepto visto en clase, el autor no utiliza la parte biológica que es aquella que permite controlar nuestras emociones, y cuando esta no puede más, y la persona pierde control.

Generalmente se llega al secuestro emocional por medio de una herida que alguien más nos hizo o que nosotros mismos nos hacemos a causa de una falta de madurez y a causa de no conocernos a nosotros mismos y del desconocimiento de nuestras emociones. Siendo esto, el control sobre nuestras emociones es menor, y es más posible que se de un secuestro emocional.

Recomienda tener empatía con la persona herida, aceptar que esta necesita afecto y valoración, pero tampoco sentirse como esa persona, evitando que esta haga que la otra gente sienta lastima por ella y que consiga que todos a su alrededor hagan lo que ella quiera. Dependiendo de la herida que la persona tenga, ayudarla a buscar dónde quedó bloqueada, qué fue lo que la daño en primer lugar, ayudar de toda manera a que lo supere, y si esto no funciona, brindarle la opción de buscar ayuda profesional.

Como conclusión, el secuestro emocional es el estado en el que una persona entra cuando sus emociones toman control de ella y la persona <explota>, por así decirlo. Esto sucede, generalmente, cuando la persona es inmadura emocionalmente, y no se conoce lo suficientemente bien como para poder controlarse a sí mismo y a sus emociones. Para ayudar a personas que han caído en este estado, o a personas que les han causado una herida, es sentir empatía, haciéndole sentir que se le entiende.

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