Sobre el mecanismo psíquico de la desmemoria

“Sobre el mecanismo psíquico de la desmemoria”

Como es bien sabido todos frecuentemente olvidamos cosas, pero según Freud lo que más frecuentemente olvidamos son los nombres propios. Dice que hay dos fenómenos que ocurren al querer recordar un nombre olvidado. El primero hay un empeño voluntario de la atención, la cual se muestra impotente para recuperar ese nombre perdido, pero el empeño prosigue. El segundo es que nos empeñamos de tal manera en buscar el nombre que acudimos a otro que no es, pero nos damos cuenta que estamos en un error y seguimos empeñados en encontrarlo. O también, hallamos en la memoria unas letras o sílabas que reconocemos como integrantes del nombre buscado. A final de cuentas cuando logramos descifrar el nombre, comprobamos que no empezaba con tal sílaba y que tampoco la contenía.

No sirve de nada empeñarnos en centrar la atención de tal nombre, porque cuando logramos distraernos de ese empeño aparece en nuestra memoria el nombre.

Esto también forma parte de la represión y dice que después de ese recuerdo reprimido emerge en la conciencia con inusual vividez la imagen de algo irrelevante, que no es el recuerdo reprimido, pero está estrechamente relacionado, como en el caso de que acudimos a una asociación externa.

También hace mención a que cuando hacemos sustituciones por representaciones intermedias, gobierna la formación de los pensamientos obsesivos y de los espejismos paranoicos del recuerdo como en el caso de las psiconeurosis.

La desmemoria desprende un displacer que perdura hasta la tramitación. Los pensamientos reprimidos adhieren su capacidad afectiva a un síntoma, cuyo contenido psíquico aparece a nuestro juicio inadecuado para semejante desprendimiento de afecto. La terapia psicoanalítica pretende enderezar las represiones y los desplazamientos, y elimina el síntoma  mediante la reintroducción del objeto psíquico.

La facilidad y la fidelidad con que evocamos en la memoria cierta impresión no sólo dependen de la constitución psíquica del individuo, de la intensidad de la impresión, del interés que se le dio, etc. Sino del favor o disfavor de un factor psíquico particular, que se mostraría renuente a reproducir algo que desprendiera displacer.

El olvidar algo desprende algunas veces angustia y enojo, dependiendo de que es el objeto olvidado es el grado de estas emociones, en lo personal esto me ha sucedido en muchas ocasiones y también he experimentado que cuando me distraigo de ese empeño por recordar un nombre o dónde deje algo, lo encuentro y después viene una sensación de alivio y descanso.

...