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¿Solo Violentos?... ¿O Creadores De Violencia?

brunocruzg00111 de Febrero de 2015

817 Palabras (4 Páginas)174 Visitas

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¿Solo violentos, o creadores de violencia?

Definir el momento exacto en la historia en el que empezó la polémica por los videojuegos violentos no es una tarea sencilla, pues son varios los acontecimientos que han servido como estándares para satanizar al entretenimiento virtual por los crímenes que se cometen en el mundo real.

Lo cierto es que la discusión encuentra sus raíces mucho antes, a mediados de la década de los 70, para ser más precisos.

El propósito de este ensayo es dar cuenta, y una distinta perspectiva, de las cosas para otorgarle una libre decisión sobre si no dar la razón de la violencia incluida de los videojuegos o darla totalmente.

El origen del tema se remonta al año 1976, cuando el estudio Exidy, uno de los mayores creadores de juegos de Arcade lanzo un titulo bautizado como Death Race, que retaba al jugador a atropellar peatones para conseguir la mayor cantidad de puntos.

El objetivo dentro de dicho juego escandalizo a la sociedad y prendió las alarmas de la opinión pública, ya que atentaba contra los valores de la sociedad.

Con el paso de los años la tecnología al interior de la industria creció a pasos agigantados, los diseños se volcaron al fotorealismo y las narrativas adquirieron un grado de profundidad más amplio. Este último factor permitió a los desarrolladores retratar temáticas más complejas y recurrir a “temas de la vida real” como fuentes de inspiración, ocasionando al mismo tiempo que la violencia se convirtiera en el recurso más común para plasmarlo.

Existen dos aspectos en particular que calzan perfectamente con los prejuicios más comunes:

1. La creencia de que los videojuegos continúan siendo para un público infantil, y…

2. La relación que existe entre el usuario y lo que acontece en la pantalla

Actualmente los videojuegos son vistos por sus detractores como creadores de zombies agresivos e intolerantes, pero las investigaciones que se han realizado sobre sus efectos continúan siendo cuestionables. La Suprema Corte de los Estados Unidos expreso en 2011 que no había motivos suficientes para evitar la integración de este tipo de videojuegos bajo la protección de la primera enmienda.

Entonces si todos los estudios han fallado en entregar pruebas concluyentes, ¿Por qué se ha insistido tanto en señalar a los juegos de video como los responsables de tiroteos, agresiones y muertes?

Desde el nacimiento de la industria, los videojuegos han cargado con un estigma muy difícil de apartar: continúan siendo considerados como meros juguetes para niños por ciertos sectores. Esta visión pertenece exclusivamente a los ojos ajenos al entretenimiento virtual, que tras observar sangre o agresión en un juego se escandalizan por su contenido y suponen su llegada a las manos de algún infante.

Por fortuna, desde 1994 existe el sistema de clasificaciones instaurado por el Entertainment Software Rating Board (ESRB), que ilustra mediante una serie de letras el contenido de un juego y a que edades va dirigido. Sin embargo, las indicaciones no siempre son tomadas en cuenta, sobre todo si hablamos de regiones fuera de Estados Unidos.

Otra de las razones que se expone de las acciones y comportamientos violentos de los jugadores es porque las investigaciones muestran que en algún momento de su infancia ellos sufrieron del acoso escolar o del llamado bulliyng. Al sentirse mal en su autoestima, se identificaron con los personajes de los videojuegos, tales como son asesinos, sociópatas, gente problemática que tiene malas relaciones como la mafia, donde hay una clara pelea de poderes. Ellos ven al personaje y creen ser como el porque lo manejan, pero al hacerlo no miran antes a la realidad. Al cumplir la mayoría de edad (o mucho antes) ellos son culpables de asesinatos en lugares públicos, sobre todo en sus escuelas por lo que les hicieron.

Pongamos

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