Tecnicas psicofisiologicas

Técnicas psicofisiológicas

Apellido, Inicial.

Facultad de Psicología. Universidad Nacional Autónoma de México.

Ciudad de México, agosto 2020.

     El ser humano es un ser biopsicosocial, donde la esencia mente-cuerpo ha sido objeto de discusión desde hace mucho tiempo atrás. Sin embargo, es evidente la estrecha relación entre el componente biológico y psicológico, cómo un aspecto influye al otro. Ciertos especialistas han aprovechado esta relación para analizarlas de acuerdo a ciertas técnicas, las técnicas psicofisiológicas se pueden clasificar de acuerdo a la organización de la estructura y función del sistema nervioso.

     En referencia al sistema nervioso central, se toma como criterio el origen de la actividad, es decir, si la actividad tiene origen eléctrico, magnético o metabólico. Las técnicas que apuntan a la actividad eléctrica se fundamentan en el registro de la actividad excitatoria e inhibitoria de las células piramidiales, ubicadas en la corteza cerebral, posterior a la sinapsis. Entre estos hallamos la actividad electroencefalográfica, potenciales evocados (referente a eventos precisos), cartografía de la actividad cerebral y localización de fuentes. Mientras que las técnicas metabólicas engloban la tomografía por emisión de positrones (PET), por emisión de fotones simples (SPECT) y la resonancia magnética funcional (fMRI), todas ellas son métodos no invasivos apoyados en técnicas de neuroimagen (Vila y Muñoz, 2009).

     Sin embargo, si consideramos que  existe la posibilidad de inspeccionar la actividad eléctrica cerebral, es posible estudiar los campos magnéticos que surgen precisamente de esta interacción. Vila y Muñoz (2009) señalan que de esto se encarga la denominada magnetoencefalografía, la cual recientemente ha introducido algunos procedimientos de estimulación más suaves para el análisis de las funciones cerebrales que ocurren en los campos magnéticos, como por ejemplo, la estimulación transcraneal.

     Ahora bien, se conoce que el sistema nervioso periférico se divide en sistema nervioso autónomo y somático. Las técnicas correspondientes al sistema nervioso somático son la actividad electromiográfica, actividad respiratoria, movimientos oculares y la actividad laríngea. Mientras que en las técnicas del sistema nervioso autónomo se encuentran la actividad eléctrica de la piel, la actividad cardiovascular, pupilar, salival, gastrointestinal y sexual. Muchas de estas técnicas engloban dos o más aspectos de técnicas categorizadas de manera diferente, con el objetivo de que el análisis funcional sea completo e integral (Vila y Muñoz, 2009).

      Teniendo en cuenta cómo se clasifican las diversas técnicas psicofisiológicas y la evidencia de que algunas de ellas se relacionan entre sí, es pertinente conocer cómo ocurre el proceso de obtención de las señales psicofisiológicas. Para ello el instrumento es el llamado polígrafo, el cual arroja ciertas señales psicofisiológicas mediante la aplicación de sensores en la superficie del cuerpo. En este sentido, Vila y Muñoz (2009) señalan que dicho proceso incluye las siguientes fases: captación, modulación, amplificación, registro, análisis e interpretación. Las señales psicofisiológicas implican medición eléctrica, es por ello que es necesario una noción de los conceptos básicos de la electricidad.

     Inicialmente la electricidad se basa en la actividad de electrones mediante una sustancia conductora. Es decir, los átomos están compuestos por protones y neutrones, contorneados por capas de electrones. Los objetos con carga eléctrica se dominan iones, y los mismos manifiestan aspectos magnéticos específicos, donde si las cargas son opuestas, se atraen, mientras que si son del mismo signo, se repelen. Los átomos no tienen siempre una cantidad exacta de electrones, es decir, pueden sobrarle, de manera que deban deshacerse de ellos o faltarles, debiendo captarlos. Los electrones ubicados en la última capa se desligan fácilmente, es por ello que pueden moverse de un átomo a otro. La corriente eléctrica puede ser continua o alterna y se pide en unidades de amperios. La última se delinea en aspectos como la amplitud, frecuencia y período de tiempo entre ciclos (Vila y Muñoz, 2009).

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