¿Acaso no saben ustedes que su cuerpo es parte del cuerpo de Cristo?

¿Acaso no saben ustedes que su cuerpo es parte del cuerpo de Cristo? ¿Y habré de tomar yo esa parte del cuerpo de Cristo y hacerla parte del cuerpo de una prostituta? ¡Claro que no! ¿No saben ustedes que cuando un hombre se une con una prostituta, se hacen los dos un solo cuerpo? Pues la Escritura dice: "Los dos serán como una sola persona." Pero cuando alguien se une al Señor, se hace espiritual mente uno con él. Huyan, pues, de la prostitución. Cualquier otro pecado que una persona comete, no afecta a su cuerpo; pero el que se entrega a la prostitución, peca contra su propio cuerpo. ¿No saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios les ha dado, y que el Espíritu Santo vive en ustedes? Ustedes no son sus propios dueños, porque Dios los ha comprado. Por eso deben honrar a Dios en el cuerpo.

1Corintios 6:15-20

Primero debemos tomar en cuenta el contexto que se estaba viviendo en esta época en la iglesia de Corintios. Para el entonces, la iglesia de Corinto estaba en su ciudad el templo de la diosa Afrodita .Empleaba a más de mil prostitutas como sacerdotisas y el sexo formaba parte del ritual de adoración. Pablo es claro al decir que los cristianos deben apartarse del pecado sexual, aunque sea aceptable y popular en nuestra cultura.

En nuestra actualidad vemos como la gente sigue adoptando costumbres de inmoralidad, a pesar de que no sea por rituales, siendo esclavos de sus deseos, los que traen destrucción física, moral y sentimental.

En la iglesia de este siglo se puede aplicar esta enseñanza, dándonos a reconocer que si ya hemos sido comprados con la “preciosa sangre de Cristo” debemos dejas de servir a la carne y dedicar nuestra vida al Señor. Pablo especifica en el pecado sexual, ya que, vivimos en un cuerpo carnal que lo que buscara es hacer el mal, y Satanás quiere hacernos sentir impuros, destruir familias, sueños, ministerios.

El pecado sexual no solo abarca la fornicación y el adulterio, vemos que en la biblia nos habla que aun si miramos a una mujer (hombre) para codiciarla estamos cometiendo pecado (Mateo5:28) y podríamos involucrar en esta frase la pornografía; la biblia también enseña sobre la homosexualidad, el lesbianismo (1Corintios 6:10).

El pecado sexual nos hace esclavos, nos pone en un círculo del cual solos no podemos salir, ya que estamos cegados,  y nuestro orgullo y temor no nos permiten pedir ayuda. Esto se debe a que para el hombre el pecado sexual es la peor falta cometida, que no merece perdón, ni oportunidades; pero si vamos a la biblia encontramos:

 “Todo esto es la obra de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el encargo de anunciar la reconciliación. Es decir que, en Cristo, Dios estaba reconciliando consigo mismo al mundo, sin tomar en cuenta los pecados de los hombres; y a nosotros nos encargó que diéramos a conocer este mensaje.” 2Corintios 5:18-19.

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