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Biografía de Pío XII


Enviado por   •  6 de Febrero de 2014  •  Tutoriales  •  6.167 Palabras (25 Páginas)  •  191 Visitas

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Índice:

1. Introducción

2. El Holocausto

3. Biografía de Pío XII

4. Argumentos en contra de Pío XII

5. Argumentos a favor de Pío XII

6. Película Amen

7. Conclusiones

1. Introducción

Durante los  últimos dos mil años, el pueblo judío ha sido objeto de los mayores prejuicios y del odio que tenían otros pueblos hacia ellos, destacando el antisemitismo, que ha estado presente a lo largo de toda la historia. Los judíos han sido el grupo que más han concitado los prejuicios profundos de un grupo más numeroso de personas. El antisemitismo ha florecido en todo tiempo y lugar; sin importarles sus raíces sociales y morales, y socavándolas, tanto con judíos como con no judíos, como ricos o pobres, como si estuviesen apartados de la población o como si no. Probablemente haya sido el prejuicio europeo de contenido más aterrador.

En la Edad Media, era habitual entre los europeos la creencia de que los judíos eran sirvientes del demonio (anticristos). Otra creencia común, esta en la Edad Moderna era  la de seres enormemente poderosos e individuos infrahumanos y genéticamente programados cuyo propósito era destruir la humanidad (antihumanos). Durante el siglo XX, el antisemitismo ha sido una fuerza vinculante de odio común que hacia que se uniesen grupos o incluso pueblos enemigos.

El antisemitismo ha generado cualquier forma de violencia imaginable a través de la segregación forzosa, las expulsiones y los asesinatos en masa. Por toda Europa los gentiles han expulsado a los judíos, a veces durante cientos de años como en Crimea en 1016, París en 1182, Inglaterra en 1290, Francia en 1306, Suiza en 1348, Hungría en 1349, Provenza en 1394, Austria en 1422, Lituania en 1495, Portugal en 1497, y de gran parte de la región más tarde conocida como Alemania entre los siglos XIV y XVI. El suceso más importante fue quizás el de España, con la expulsión de los judíos en 1492.

Cuando los judíos entraban en estas zonas de Europa, normalmente se les aislaba en guetos, bajo la autoridad de las bulas papales, con la finalidad de limitar sus movimientos y actividades. Breslau fundo un gueto en 1266, y partir de entonces, durante seiscientos años, se construyeron guetos en ciudades importantes como Francfort (1460), Madrid (1480), Praga (1473), Cracovia (1494), Venecia (1516), Roma (1555) y Viena (1570). Por su parte, en Rusia, desde 1835 hasta la revolución bolchevique, se confinó a los judíos en su parte occidental, conocida con el nombre de Límites de Asentamiento.

La primera matanza en masa de judíos se remonta al año 414, cuando la recién cristianizada Alejandría aniquiló  a la comunidad hebrea de la ciudad. En 1096, durante la primera cruzada, las masacres a judíos se desataron con furia. Este fenómeno volvió a producirse durante las cruzadas posteriores y periódicamente por toda Europa durante los siguientes siglos. A continuación podemos ver algunos ejemplos estremecedores que podemos considerar precursores del Holocausto. La matanza, por parte de los alemanes, de unas trescientas cincuenta comunidades de judíos, dejando Alemania prácticamente sin judíos, entre 1348 y 1350. En el año 1391, el asesinato de judíos por todo el país a cargo de los españoles, a menudo lo hacán en la hoguera.  Las matanzas de Chmielnicki, que tuvieron lugar entre 1648 y 1656, carnicerías perpetradas por los cosacos (ucranianos)que acabaron con la vida de mas de cien mil judíos en toda Polonia. También conmocionaron al mundo los asesinatos ocurridos en Rusia entre 1871 y 1906, aunque se cobraron menos víctimas.

El Holocausto que llevaron a cabo los alemanes antisemitas y sus colaboradores lituanos, ucranianos, polacos, franceses y otros que participaban del mismo prejuicio, debe considerarse un ataque más dentro se una larga serie. Sin embargo, no fue el definitivo, puesto que después del final del Holocausto, los supervivientes judíos se toparon con la hostilidad de sus vecinos de la Europa Oriental Católica, que ya en el pasado los habían masacrado.

Durante más de un milenio, el antisemitismo alentó la vida social, política y cultural de los pueblos de los países occidentales, en cuya cabeza ocupaban un lugar privilegiado y maligno. La política, el desarrollo económico y la historia cultural y social de Europa no puede comprenderse sin conceder un puesto prominente al antisemitismo, a sus causas y a sus consecuencias. Sin embargo, se minimiza, al debatir asuntos en los que tiene una importancia capital. Sin ir más lejos, en el siglo XX, se considero que el Holocausto era, sobre todo, propiedad de una pequeña secta patológica llamada nazismo. Puede que el lugar marginal que ocupa el antisemitismo en las obras canónicas de la historia de Occidente, sean así, en buena parte, el principal responsable de ese odio eterno y esencial hacia los judíos es el cristianismo. Y más en concreto, la Iglesia Católica.

En el  trabajo que hemos tenido que llevar a cabo, se han presentado gran diversidad de opiniones entre los estudiosos de la materia debido a la controversia sobre la posición de Pio XII durante el transcurso del holocausto. Posteriormente a su pontificado, diferentes autores se han mostrado a favor y en contra de Pio XII y del papel que desempeño durante aquel periodo. Pio XII entra en la historia vinculado a las convulsiones políticas de Alemania, bajo presiones, debe medir con Hitler su capacidad diplomática y debe actuar de manera consecuente para proteger la iglesia.

Durante siglos, la Iglesia católica albergó en su seno el antisemitismo como parte integral de su doctrina, su teología y su liturgia Para ello se amparó en la justificación divina de la Biblia cristiana, para la que los judíos eran los asesinos de Cristo y siervos del demonio.

La Iglesia propaga el antisemitismo predicado por sus clérigos, asegurándose de que este odio tuviera éxito. En la Europa medieval, el antisemitismo era prácticamente universal.

Después de la Reforma del siglo XVI, el antisemitismo continuó su curso de forma similar en las Iglesias católica y protestante. Martín Lutero decía que los judíos “son para nosotros una pesada carga, la calamidad de nuestro ser; son una plaga en el corazón de nuestra tierra”. Esta no era más que una pequeña parte de su “masacre holimética” de 1543, un tratado violentamente antisemita. A pesar de esto, no era de extrañar que la Iglesia católica les

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