Bosquejos Jw

Oración, es la acción de dirigirse al Dios verdadero en actitud de adoración. Esta conlleva devoción, confianza, respeto y un sentido de dependencia de aquel a quien se dirige la oración, o sea a Jehová, el único Dios Verdadero.

Por medio de ellas podemos solicitar, rogar, buscar, así como alabar, dar gracias y bendecir a nuestro padre celestial.

Todo el registro bíblico muestra que las oraciones deben dirigirse única y exclusivamente a Jehová el “Oidor de la oración” según se expresa en el Salmo 65:2.

El tiene poder para actuar a favor de los que le piden. Por esto Orar a dioses falsos y a sus imágenes idolátricas sería totalmente absurdo, puesto que los ídolos no tienen la capacidad de oír ni la de actuar, y los dioses a los que representan no merecen ser comparados con el Dios verdadero.

El mismo Salmo 65:2 menciona que Gente “de toda carne” puede acercarse al “Oidor de la oración”. Pedro reconoció también que “Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto”. De modo que el factor determinante es lo que hay en el corazón de la persona y lo que este le impulsa a hacer.

Noten de hecho como lo aclara el Salmo 145:18…. Leer

Notaron que dice: “todos los que lo invocan en apego a la verdad”. O sea todos aquellos que le oran deben observan los mandamientos de Dios y hacer “las cosas que son gratas a sus ojos”.

Así que si nos comportamos de una manera que Dios no aprueba, él no escuchará nuestras oraciones. Por tanto, para que sí las escuche, debemos cumplir algunas condiciones básicas.

Una condición esencial es tener fe, pero esta fe se demuestra con acciones. En nuestro modo de vida debe notarse claramente que tenemos fe.

Otra condición que pone Jehová es que la oración se haga con humildad y sinceridad de corazón. Nuestra forma de hablarle debe indicar que reconocemos humildemente que somos muy inferiores a él.

No debemos hacerlo mecánicamente ni repetir siempre lo mismo.

Otra condición para que Dios nos escuche es que hagamos todo lo posible por actuar de acuerdo con nuestras oraciones. Por ejemplo, si le rogamos que nos ayude a vencer una debilidad, tenemos que evitar situaciones que pudieran someternos a una.

Otra característica clave de nuestras oraciones se denota en Mateo 22:37… leer

Notaron, El amor a Dios nos mueve a hacer lo que a él le agrada y a defender su soberanía tanto con nuestras palabras como con nuestros actos. También nos impulsa a rechazar el mundo y su conducta anticristiana. Si amamos a Dios, odiaremos lo que es malo.

Una forma de cultivar el amor a Dios es meditar en las innumerables dádivas que amorosamente hace para nuestro

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