CONCEPTOS

VINISTE A VENCER TODO LO QUE PODÍA TEMER

El mayor temor del hombre posiblemente es la muerte. Pues nuestra alma eterna no puede asumir el final. Tememos además al dolor físico y emocional, pues tampoco fuimos concebidos para sufrir...

La paga del pecado de la humanidad fue muerte, dolor, sufrimiento...

Conocer a quien voluntariamente se entregó a morir y sufrir en nuestro lugar, es la experiencia más sublime, profunda y consoladora que podamos experimentar.

El descargo de nuestra culpa nos trae descanso al alma, pero la experiencia con Su Amor sin límites nos da un vuelco al corazón ... Su amor nos sorprende y nos conquista. Sé con toda seguridad que no puedo amarlo como Él me ama. Que me amó primero, que me amó sin razón. Que me quiso pese a todo lo que pudiera haber hecho para que no me quisiera!

Estos días que se tornan en excusa para nuestros propios deleites y en el mejor de los casos, para nuestro descanso, merece una reflexión sobre este inmerecido Regalo del Cielo: Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. El que vino a vencer todo lo que podía temer. No hay más aguijón en la muerte, ni más poder en el seol. No hay razones para ser condenado, pues Él lo asumió consumido de dolor... Y vuelve y me conmueve su amor inagotable, persistente, inigualable, escandaloso amor!

Tengo que aludir a unas estrofas del "Soneto al Cristo Crucificado", pues para mi, no se ha escrito nada igual respecto a valorar su amor y amarle a Él. Sin discutir su autoría...pues creo que sale del alma de todos los salvados en la sangrienta cruz.

"...Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,

que aunque no hubiera cielo, yo te amara,

y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,

pues aunque lo que espero no esperara,

lo mismo que te quiero te quisiera."

Gracias por vencer todo lo que podía temer. Nunca podré pagarte ¡Gracias Jesús!

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