“Con obras y de verdad”

“Con obras y de verdad”

En este escrito de Santa Teresa nos expresa “si ponemos los ojos en el Crucificado, cualquier sacrificio nos parecerá poco. ¿Quieren saber en que consiste ser espirituales de verdad?: hacerse esclavos de Dios, marcados con el sello de la Cruz, porque le hemos dado nuestra libertad. Todo este edificio esta cimentado en la humildad, y si carecemos de ella, por nuestro propio bien el Señor no querrá llevarnos muy alto, para que no acabemos cayendo al suelo”.

Santa Teresa nos expresa la importancia de la humildad y el ejercicio de las obras buenas para alcanzar la virtud en nuestras vidas “insisto en que no se quiera que toda la ase sea sólo rezar y contemplar. Si no procuramos ejercitarnos en las virtudes nos quedaremos enanos. Estoy convencida de que el no crece, descrece, porque el verdadero amor jamás se estaciona”.

También podemos apreciar en estos escritos la importancia que le da Santa Teresa a la actividad constante en que debe estar el alma, pues el hecho de estar ociosos nos impide avanzar, al cual nos ayudarán las dificultades que se nos presenten que son medios que usa Dios para llevarla hasta el interior del castillo.

“Además, la compañía del Señor le da más fuerza que nunca. Si como dice David que con los santos seremos santos”.

“¿Quién es mi prójimo?”

Me parece muy importante lo que dice Teresa en esta parte en la que nos menciona y aclara lo que podemos entender como prójimo y lo que podemos hacer con él.

“Habrá también más de uno que diga que no tiene manera de llevar a otras almas a Dios, porque no enseña ni predica como los Apóstoles. Muchas veces el demonio nos asalta con deseos de cosas imposibles, para que no aprovechemos lo que tenemos a la mano para servir a nuestro Señor en cosas posibles, y en cambio nos contentamos deseando las imposibles.”

Santa Teresa nos deja claro que en nuestra comunidad religiosa podemos muy bien aprovechar las ocasiones de ayudar y orar a los que viven con nosotros y de esa manera agradaremos al Señor. Así podrá ser más fructífera nuestra vida en los diferentes ambientes.

“Si queda claro el hecho de que con la oración se presta una ayudad muy grande a los demás, no queramos ser útiles en forma directa para todo el mundo, sino para quienes viven más cerca de nosotros, porque con ellos estamos más obligados.” “No es poco ser humildes, mortificados, caritativos y queramos ponernos al servicio de los que nos rodean, en la medida de nuestras fuerzas, y despertarlos así a amar a Dios y practicar también las virtudes. Con ello agradaremos mucho al Señor.”

Teresa nos invita a que no hagamos torre sin cimiento pues la medida de nuestras obras no las tomará en cuenta Dios sino el amor que hayamos puesto en cada una de ellas. Hacer lo que se pueda y lo demás Dios hará que podamos poco a poco.

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