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Confianza


Enviado por   •  23 de Mayo de 2019  •  Ensayos  •  971 Palabras (4 Páginas)  •  192 Visitas

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CONFIANZA

MADELEIN LUCANO CAEZ

Concentración de Desarrollo Rural

Yacuanquer (Nariño)

2019

INTRODUCCIÓN

En el presente ensayo pretendo explicar cómo la confianza es un factor moral que abarca a toda la sociedad y que al mismo tiempo beneficia a la misma, realizo mi postura haciendo un panorama histórico en factores como la personalidad humana y la religión y para finalizar afirmo cual es el problema en el que estamos sometidos como nación para así generar incógnitas y reflexiones acerca el tema

CONFIANZA

“Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer"

-Francis Bacon. (Bacon)

Como un componente de buena fe, la confianza se constituye ese conjunto de valores como la: honradez, humildad, respeto y sinceridad, que se fundamentan principalmente en el seno de la familia, en al amor que cada uno propicia a su modo de ser, su importancia radica fundamentalmente en crear un orden social, en donde la colaboración colectiva conlleve a un desarrollo del mismo, creando una buena calidad de vida tanto subjetivamente como de carácter general.

Estudiando la confianza desde el modo axiológico, hago referencia a este mundo de incertidumbre en el cual nos compromete subsistir, este valor es muy importante para recorrer lo que nos falta por vivir, ya sea de diferentes formas y en todos los ámbitos por ejemplo: Padres-Hijo (a), Alumno-Profesor, con amigos, etc. Así como me referí desde el inicio de este texto, esta confianza se arraiga con la fe, confiar es creer, y en ocasiones es creer sin ver, la practica sensorial no se fundamenta en este valor, de la misma forma que confiamos en nuestra familia o amigos, debemos confiar en nosotros mismos porque haciendo una superstición subjetiva la confianza proviene de nuestro interior, que poco a poco junto a otros valores que en la mayor de las ocasiones se aprende en la familia o a veces en la sociedad, exponencialmente lo daremos a conocer y así mismo construiremos una personalidad fundada en valores, y ese amor familiar relucirá ante una sociedad sometida al odio. Partiendo desde esa construcción subjetiva tanto Educativa como de Valores, pretendería innovar esta sociedad.

Ahora bien para cambiar este mundo debemos tener confianza y fe, pero estos dos factores serian subjetivos, es decir propios de nosotros mismos y en el otro individuo igual, pero esto en pocas ocasiones suele suceder, no critico aquella confianza de padre y madre, ya que crecí y me formaron, pero si critico en esa confianza de amigos que en ocasiones fallan, esa falta de honradez, de respeto hacen que aquella confianza se desvanezca y al mismo tiempo desaparezca. Esto ocurre cuando esa confianza se desborda, o cuando existe demasiada confianza, esto se resume en una frase coloquial “Le damos la mano y se agarran del codo”, en muchas ocasiones hemos pasado por estos problemas morales o con estos tropiezos que la sociedad agobia.

Haciendo ahora una perspectiva histórica, en épocas antiguas reinaba la buena fe de las personas, aquella personalidad destructiva de maldad no existía y en muy pocas ocasiones se manifestaba pero la sobredosis de esa confianza, desarrollo en diferentes tiempos guerras e incluso duda de las diferentes religiones, en sus inicios con los dioses griegos ahora con la cristiana y la islámica que son dos grandes movimientos o creencias que se determinan en la confianza y aquella creencia no visual ni sensorial sino inteligible. No busco juzgar a aquellas personas devotas, las respeto como también respeto aquel indígena que un día creyó en el sol o en la lluvia, pero la sociedad va más allá que dogmas que instituyen una no deducción. La verdad genera confianza, pero cada una de estas creencias ha perdido credibilidad, de esta forma cito a Martin Lutero en el siglo XV, con su reforma religiosa, no busco ser arbitrario a quien adjudicarle la verdad ya sea a Dios o al Hombre, conferir confianza fundamentada en verdad tanto al uno como para el otro no estoy en condiciones supremas para dar esta potestad, pero si afirmo que esa confianza propia individualmente provoca una paz espiritual.

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