Cosmovisión Maya Cosmogonía como base para entender la Cosmovisión Maya

Cosmovisión Maya

Cosmogonía como base para entender la Cosmovisión Maya

Para adentrarnos en las profundidades de la cosmovisión maya es menester conocer a grandes rasgos su cosmogonía, puesto que toda la espiritualidad y ciencia de esta cultura tiene su base en su compleja explicación mítica del origen del cosmos y la vida.

        A diferencia de muchas explicaciones en los que en el principio existía un vacío carente de cualquier tipo de materia, los mayas registran en el Popol Vuh^[1] que ellos veían el origen con la presencia de una materia básica en un estado de reposo absoluto. La masa ya existía, pero la energía estaba quieta. Por lo tanto la creación de la Tierra consistió en una organización de los elementos existentes. De ello se desprende el título que le confieren a los dioses que originaron todo: Creador Formador.

Para ellos existía una unidad dual entre la materia y la energía. Me parece importante recalcar el concepto erróneo que se tiene sobre la dualidad que suele ser confundido con la dicotomía. La dicotomía es un sistema de dos variables mutuamente excluyentes, como ser religioso o ser ateo. No hay posibilidad de integrarlas en el ser. Una excluye a la otra. De ser integradas ambas se anularían y dejarían de existir. Es como mezclar colores exactamente opuestos, al hacerlo se neutralizan produciendo un color gris.

        La dualidad, por el contrario, representa un sistema donde dos variables siendo opuestas no son mutuamente excluyentes, sino complementarias. Por ejemplo, una persona es capaz de sentir amor por su madre, y al mismo tiempo sentirse enfurecido con ella por su preocupación ahogante. Ambos sentimientos están, sin anularse.

        Teniendo esto en cuenta, los mayas creían en la dualidad de la materia y la energía para posibilitar la vida. Sin la energía vibracional no puede existir nada. Esta armonía está representada por los dioses Tz’aqol B’itol, Alom Qajolom, Tepew Q’uq’kumatz. Esta visión de la naturaleza, les da a los mayas una perspectiva más holística respecto a los sistemas que conforman la vida.

Otro punto importante a señalar en la cosmogonía maya por el impacto que tiene en su cosmovisión, es la forma en que los seres humanos fueron creados. Según su mitología los humanos llegaron a ser lo que son después de algunos intentos realizados por los dioses. El Popol Vuh nos relata cómo a través de varios experimentos y estudios, los creadores fueron aprendiendo y esto les permitió llegar al conocimiento de cómo hacer correctamente a un humano, al que desde un principio tuvieron la intención de formarlo bajo el nombre de “el averiguador, el buscador de la existencia”.

        El primer intento de los dioses fue la creación de animales, la cual no los satisfizo por la incapacidad de éstos para hablar por lo que no podían adorarlos ni invocarlos. El segundo intento fue la creación de hombres de tierra, los cuales se mostraron débiles en consistencia y no podían razonar, desplazarse ni multiplicarse por lo que los deshicieron. El tercer intento fueron los hombres de madera cuya esencia olvidaba a sus creadores por lo que fueron destruidos. Al final, después de todo el aprendizaje, crearon a la gente de maíz que fue inteligente y agradecida. Al final, para los mayas, La sabiduría de la Madre Naturaleza ha dotado a la persona de un organismo complejo que le posibilita percibir el Universo, reconocer la fuente de vida y relacionarse ampliamente con todo mediante su conciencia.

        Mencionamos esto para señalar el origen del conocimiento científico maya. Ellos creían que el conocimiento no era sólo producto de un don místico proveniente de una conexión espiritual con un poder superior, sino que también éste se obtenía mediante la experimentación y la observación, por lo que eran verdaderos investigadores de los fenómenos astronómicos.

        La cosmogonía maya señala que el mantenimiento de la vida del individuo, depende netamente de su propio pensamiento y actos, pues se la ha dotado de cualidades y facultades perfeccionadas para averiguar, buscar y realizar su existencia. Según la creencia maya, la existencia, en esta dimensión terrenal, es el espacio para que el ser humano se reencuentre con el amor, la felicidad y la ternura del Universo. Ellos bautizan este reencuentro con el nombre de “esclarecimiento” o “iluminación”.

El Camino de la Persona Esclarecida, la parte ejecutiva de la cosmovisión maya

Para alcanzar el esclarecimiento hay ciertas metas que deben lograr en esta vida. Las cuales listamos a continuación.

• Celebrar, respetar y reconocer su propia existencia como una parte de un universo que es completo y eterno.
• Aceptarse como punto evolutivo de la creación originaria.
• Reconocer con humildad que necesita de la Naturaleza y el Universo para vivir, quienes le protegen, purifican y alimentan. Asimismo, debe aceptar que es continuamente guiado y protegido por el Universo, la Madre Tierra y los ancestros.
• Buscar y mantener comunicación con la fuente originaria y eterna de la vida, así como con cada una de sus expresiones materiales y energéticas. Esto es no sólo respetar a los dioses sino también el ser y la vida en sus expresiones mineral, vegetal y animal, pues en ellas se contiene la sabiduría del Creador Formador.
• Buscar el entendimiento de la vida, de sus ciclos, de sus cualidades. Cultivar y vivenciar respeto por éste. Así respetar y alimentar a sus ancestros y trabajar por la sostenibilidad de la descendencia humana.
• Apreciar y respetar su cuerpo como regalo de la madurez de la Madre Tierra. Reconocer el regalo de éste de ser co-creador de la vida, mediante su capacidad de reproducción.
• Se realiza interrelacionándose armónicamente con otros seres humanos, en familia, en comunidad, en sociedad.
• Finalmente, el esclarecido debe llegar a un grado de consciencia que le llevará a un estado de permanentemente gratitud por su vida y su existencia.

El camino del esclarecido, a diferencia de otras culturas, estaba al alcance de cualquier persona que quisiera un nivel de consciencia mayor. Este sendero es un verdadero conjunto de despertares de conciencia y de las acciones que éstas implican.

  Pero el sendero antes mencionado es impersonal, es general. Según la visión maya es el esqueleto del esclarecido, y sobre éste se construyen el resto de los componentes del ser, que ya involucran los rasgos más personales e individuales.

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