¿Cómo podemos, verdaderamente, obedecer el mandamiento de “busquen su rostro continuamente?

A apreciar la presencia de Dios.

¿Cómo podemos, verdaderamente, obedecer el mandamiento de “busquen su rostro continuamente?

Entender correctamente la presencia de Dios nos lleva a delitarnos, y se convertiría en algo que buscaríamos y anticiparíamos.

Deleitarse en la presencia prometida de Dios.

La escritura revala la consoladora y formidable realidad de que Dios está presente en todas partes. Él aveces escoge y localiza su presencia a través de su espíritu, él promete estar presente a causa de nuestra unión con Cristo, la iglesia es la “morada” donde habíta Dios. Y también ha prometido que “donde están dos o tres reunidos en su nombre, allí estará él en medio de nosotros”

Hay veces que caemos en nuestras confuciones de que Dios ha desendido y él ha llegado cuando él desde un principio ya estaba presente. Él nos advierte que si comenzamos a pensar que las actividades de adoración que realizamos son lo que acercan la presencia de Dio, “no trascurrirá mucho tiempo antes de que comencemos a pensar que tal adoración tiene algún mérito o eficacio, o algo semenjante.

Dios puede usar nuestros talentos musicales para afectar a las personas emocionalmente, pero estos nunca median su presencia. Solo Jesús puede hacerlo. Dios quiere que amemos esa realidad.

Buscar la presencia activa de Dios.

Dios revela su presencia no solo a través de la música sino también en los dones espirituales, las cuales debemos “desear ardientemente”

El espíritu de Dios opera de muchas maneras. Él puede repentimanete traer en nuestros pensamientos de la escritura que afecte la dirección de la reunión. También podemos ser guiados a detener la adoración y dirigir en oración por una necesidad específica.  “Orar” por la letra de las canciones antes de una reunión nos prepara para escuchar más cuidadosamente la voz de Dios. Buscar la presencia del Espíritu Santo significa involucrar a otros. A que abran deseen con todas sus fuerzas clamarle y honrar al hijo para llevarle gloria al Padre.

Anticipar la presencia develada de Dios.

La biblia habla del cielo como un lugar donde Dios está presesnte. Aunque Dios está presente en todas partes, el cielo es diferente. En el cielo nuevo y la tierra nueva no habrá templo en el cual adorar a Dios. Porque Dios y el cordero serán el templo. Viviremos, respiraremos, comeremos, cantaremos, bailaremos, gritaremos, trabajaremos y descansaremos por siemrep en el lugar santísimo, donde habita siempre la presencia de Dios. En nuestro hogar que es el cielo.

Entenderemos que nuestras vidas en este mundo solo habían sido la portada y la página del título de lo que nos espera y comenzará el capítulo 1 de la gran historia junto a la presencia de Dios. La que dura para siempre jamás, aquella en la cual cada capítulo será mejor que el anterior.

No sabemos cuando nos vamos a morir, pero vendrá ese día y al cerrar y abrir los ojos ya regresaremos a nuestro verdadero hogar.

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