Dios Es Fiel

La Silla Vacia

Después de diez años de matrimonio se sentía frustrada. El sueño aquel de que vivieron juntos y felices para siempre a lo mejor aplicaba para otros, pero para ella cada día su matrimonio se le hacia mas insoportable. Se había convertido en una pesadilla. Hacia años que aquel amor que una vez había sentido por su marido se había apagado. Como una flor por falta de agua, había comenzado a marchitarse y en lo profundo de su corazón solo pensaba en salir de ese hombre, cuyos sueños el había convertido en fracasos, y no era para menos, el llevaba cinco años sin trabajar, ella era que con su salario, tenía que resolver el pago del alquiler de la casa, de la comida, de la luz, del agua, del colegio de los muchachos, que tenía que hacer malabares para poder subsistir. Se había hecho una experta en hacer puente con las tarjetas de crédito, consumía después de la fecha de corte y esto le daba unos cincuenta y dos días para pagar, pero como quiera al llegar el día cincuenta y tres tenía que pagarlas y muchas veces no tenía con que.

Ya no sabia donde mas ir a coger prestado, las ojeras habían comenzado a aflorar en sus ojos, pues hacia meses que no sabia lo que era dormir una noche completa. También había comenzado a padecer de una enfermedad en el colon fruto del stress que estaba acabando con ella. Para colmo en su trabajo habían comenzado a hacer una auditoria y rogaba a Dios para que todo saliera bien, pues no era tanto el dinero que había tomado prestado inconsultamente para pagarle a un prestamista, contaba con el salario de su vacaciones para suplir esa falta, pero uno de los chiquitos se enfermo y tuvo que pagarle ese dinero a los médicos, por lo tanto sabia que su empleo dependía de un hilo.

Para colmo, su marido ni siquiera la miraba, era como si ella no existiese, es verdad que había aumentado un par de libras con los embarazos, pero ella se miraba al espejo y se consideraba bella, es mas un cliente en la oficina se lo había dicho y hasta un ramo de flores le había enviado.

Iban regularmente a la iglesia, pero cada día, se sentía mas lejos de Dios, los afanes del día a día, la depresión y los problemas económicos cubrían su mente y mientras todos alababan al Señor, su mente divagaba, en lo que pudo haber sido y no fue, pensaba que su vida hubiese sido bien diferente si no se hubiese casado con ese bueno para nada.

A veces, culpaba a los padres de el, por haberlo criado demasiado pegado a la falda de mama, pero ya poco se podía hacer, el caso es que a el no le gustaba trabajar, duraba muy poco en los trabajos y siempre entendía que era incomprendido por sus jefes, que terminaban botándolo de los trabajos.

Año, tras año, la misma historia, ya no soportaba mas, su marido sin mirarla, y el cliente seguía mandando ese arreglo de rosas rojas que tanto le gustaba. El si que sabia valorarla, el si destacaba su belleza, era cristiana y sabia que por temor a Dios no debía faltarle a su marido, no debía cometer adulterio, pero los únicos minutos felices en su vida, era cuando ese cliente entraba en su oficina y le sonreía, diciéndole que era mas bella, que Jenifer López y Amelia Vega juntas. No quería caer, pero se le aceleraba el corazón con solo verle. Sabia que lo que estaba haciendo era una falta delante de los ojos de Dios, pues ya había adulterado con su mente, varias veces se había soñado estando en los brazos del cliente, que le decía al oído lo feliz que el seria con una mujer como ella, que era ella su razón de existir, que la amaba, como nunca ningún hombre la amaría jamás.

Al jugar con fuego un día se quemo. Ese día le enviaron un ramillete de Príncipes Negros. No resistió mas y le fue infiel a su marido. Lo que comenzó como un juego se había convertido ya en algo muy serio. Con el pasar de los días, vino la ruptura en su matrimonio, para colmo resulto que el cliente era casado y no estaba dispuesto a dejar a su esposa.

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