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Discurosos De Juan


Enviado por   •  18 de Marzo de 2015  •  2.461 Palabras (10 Páginas)  •  146 Visitas

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Discursos dados por Jesús a los once discípulos restantes.

Juan 14, 15, 16, 17

El discurso se puede separar en cuatro componentes:

• Primer discurso: 14:1-31, El tema de esta parte es de salida y regreso, la paz y la alegría, y es similar a la del tercer discurso. Jesús afirma que él se va al Padre, pero enviará el "Consolador" para los discípulos.

• Segundo discurso: 15:1-17. Esta parte también se llama la vid y se ocupa de amor de Jesús y como Jesús es la fuente de vida de la comunidad. Al final de esto, se lleva a la discusión sobre el odio del mundo en la próxima sección.

• Tercer discurso: 15:18-16:33. Esta sección trata de nuevo con Jesús de salida y el Consolador que llegará a los discípulos, y contrasta el amor de Jesús con el odio del mundo.

• La "Oración de despedida": 17:1-26. Aquí Jesús presenta cinco peticiones específicas al Padre como él ora por sus discípulos y la comunidad de seguidores.

Primer Discurso

Juan Capitulo 14: En este pasaje, Jesús habla de una paz, un lugar y una promesa.

Estas palabras están entre las más consoladoras de toda la Escritura; de los propios labios de Jesús, quien pronunció estas palabras durante un diálogo íntimo con sus discípulos, y aun resuenan en nuestros oídos como un eco, como una preciosa promesa hecha a su Iglesia.

- Paz:

Jesús empieza con una exhortación consoladora, No se turben; tengan paz.

En nuestro mundo de emociones sensibles, es digno anotar que Jesús reconoce el temor de los discípulos, pero no lo apoya. En vez de enfocarse en su temor, les llama a la fe.

Jesús llama a los discípulos a creer, no a causa de la situación sino que a pesar de ella – para asegurarles de las cosas que esperan – para convencerles de cosas no vistas (Heb 11:1). Era ese tipo de fe la que llevó a Abrahán a seguir a Dios sin conocer su destino (Heb 11:8-12).

Cabe resaltar, que nuestra paz está basada en nuestra creencia en Dios y en Cristo. Sabemos que Él es digno de confianza y que nos ofrece una paz sobre la cual podemos edificar nuestras vidas.

- Moradas:

La frase, “En la casa de mi Padre,” es más personal y más abierta que la palabra “cielo.” La persona que tiene una relación cariñosa con su padre disfruta de privilegios en la casa del padre que normalmente se negarían a los demás. El hogar de Jesús está en la casa del Padre, y promete que también será nuestro hogar.

Moradas, literalmente quiere decir «lugares donde vivir». Una mejor traducción es «Habitaciones», comunicando la idea de que en el cielo hay amplio espacio para todos los que se acercan a Jesús como Salvador.

Jesús habló de ir a preparar un lugar, para que un día todo aquel que creyere en el disfrutara de su compañía eternamente.

- Promesa:

Jesús hace una promesa, “El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará” (v. 12). Dada la magnitud de las señales que Jesús ha demostrado (capítulos 2-11), esta promesa es asombrosa. Sin embargo, es fácil de comprender cuando consideramos que el ministerio terrenal de Jesús fue limitado a unos pocos años en un lugar muy pequeño. Sus discípulos irán por todo el mundo, con el poder del Espíritu.

Lo harán por muchos siglos por lo menos dos milenios. El cumplimiento de esta promesa comenzará con la Pascua, cuando Pedro y los discípulos bautizarán a tres mil personas (Hechos 2:41).

La promesa no es que los discípulos de Jesús realizarán obras mayores en valor o significado que Él, sino que serán mayores en dimensión y número.

Amar la Palabra de Dios como seguidor de Jesús: 14:21

Jesús identificó completamente su vida y voluntad con las del Padre (8.29), lo cual revela su lealtad total a la Palabra y los mandamientos de Dios. También dijo que desaprobaba cualquier actitud que disminuyera el respeto o enseñara algo que no postulara la plena obediencia a toda Palabra revelada por Dios (Mt 5.17–19). Y así, en este pasaje, cuando vincula explícitamente el amor de sus discípulos hacia Él como Salvador, con la voluntad de éstos de guardar sus mandamientos, descubrimos la intención de Jesús. Si amamos al Señor también amaremos la Palabra del Padre.

De igual manera les informa a los discípulos, que algunas de las funciones es instruir y recordar a los discípulos lo que Jesús enseñó.

Cabe resaltar que, en Juan 5.39, nuestro Señor declara que el conocimiento de las Escrituras es el camino para conocerlo bien a Él. Además, acerca de su resurrección, reveló lo que el AT decía de su persona (Lc 24.27). Estos pasajes se agrupan para enseñarnos que seguir, conocer y crecer en Cristo como personas que caminan con el Señor resucitado, exige un compromiso básico de oír, atender y estudiar la Biblia.

Segundo Discurso:

Juan Capitulo 15: Yo soy la vid, vosotros los sarmientos

Esta parte es una meditación sobre Jesús como la fuente de vida de la comunidad y se basa en el modelo de discipulado en los evangelios.

Para que una rama sea productiva tiene que ser podada; es decir, sometida a la beneficiosa disciplina del Padre (véase Heb 12.10) y debe mantenerse estrechamente unida a la vid (vv. 4, 5).

El pámpano que no lleva fruto (v. 6) es destruido. La referencia inmediata era probablemente a Judas, pero la idea se aplica a todos los seudocreyentes. Cuando permanecemos en Cristo nuestras oraciones son efectivas (v. 7), glorificamos a Dios llevando fruto (v. 8), evidenciamos nuestra condición de discípulos (v. 8–10), y experimentamos la plenitud del gozo al recibir en nuestros corazones el gozo de Cristo (v. 11).

Jesús está hablando de sí mismo. Jesús quería enseñar a sus discípulos lo que debe pasar después de que aceptamos a Cristo. Cuando aceptamos a Cristo, recibimos al Espíritu Santo y Dios empieza a cambiar nuestras vidas.

15.12, 13 La prioridad y trayectoria del amor fraternal, AMOR

FRATERNAL.

Aquí se compendian todos los deberes y lo que

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