ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL MENSAJE A LA IGLESIA MUERTA


Enviado por   •  18 de Julio de 2019  •  Ensayos  •  1.325 Palabras (6 Páginas)  •  249 Visitas

Página 1 de 6

EL MENSAJE A LA IGLESIA MUERTA

El Apóstol  Juan había sido exiliado en la Isla de Patmos por el emperador Romano,  porque no dejaba de predicar el Evangelio.  Apo. 1:9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Patmos,  fue convertida por los romanos en una isla prisión y de destierro, un lugar de olvido, donde los que entraban perdian toda esperanza de salir vivos. Sin embargo, la historia cuenta que Juan fue liberado al final de su vida.  Esto nos muestra que aunque tengamos que pasar por dificultades Dios siempre está con nosotros.

Estando en Patmos, Dios  le dicta a Juan una serie de cartas para las iglesia que se encuentran ubicadas en Asia Menor, frente a la isla de Patmos, hoy vamos a mirar un poco la carta a la Iglesia de Sardis.

SARDIS:  “aquellos que escapan”

3:1 Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.  Dios es el único que puede decir “Yo conozco tus obras” porque es omnisciente y también dice: Jn. 10:14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas. Nada está oculto para él. Que tienes nombre de que vives y estás muerto.  Porque se reunían para hacer culto, cantaban predicaban, oraban, hacían eventos. Trabajaban en la obra, tenían un buen templo y gozaban de ciertas comodidades.  Tenían un nombre que les daba buena reputación y fama… como cuando decimos Americanos de corazón,  pero deberíamos ser Cristocéntricos en todo nuestra forma de vivir.

Hay cristianos que aunque se ven vivos, espiritualmente están muertos.  Mt. 23:27-28 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.  

3:2 Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.  Para muchos las obras de Sardis eran buenas, pero Dios que  conoce las intenciones del corazón veía que sus obras no eran tan buenas.  Dios le estaba diciendo a Sardis: Sé lo que haces, sé lo que piensas, conozco tus intenciones, sé lo que haces en secreto, y lo que guardas en el corazón.  Aunque sus obras eran visibles ante los hombres, para Dios no tenían ningún valor.

En Sardis se predicaba la palabra de Dios, habían sanidades y seguramente milagros, pero a estos se refiere Jesús cuando dijo: pero Mt. 7:22-23 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

La iglesia de Sardis estaba muerta porque todo lo hacían rutinariamente, mecánicamente.  Estaban programados para asistir a los cultos, para cantar, para ofrendar, para escuchar la predicación y salir de culto a esperar que llegué el día del próximo culto.  Is. 29:13 Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí.  

Como espiritualmente estaban dormidos les dice: Sé vigilante, quiere decir: DESPIERTATE y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.  .  Dios les exhorta a que mejoren lo que aún hacen bien, pero que están a punto de no seguir haciéndolas.  Debemos estar vigilantes no del hermano, sino de nosotros mismos.  Creemos que porque trabajamos en la obra ya con eso tenemos, eso es una parte… Aunque trabajo en la obra no puedo desatender al dueño de la obra.  No he hallado tus obras perfectas, quiere decir que hay cosas que hacemos no para Dios, sino para buscar la gloria de los hombres.  No seamos como los fariseos que oraban para que los vieran… Porque cuando Dios ve que lo que hacemos es para agradar a los hombres,  entonces tiene que decirnos como a Sardis “Tus obras no son perfectas delante de mí”.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (7.4 Kb)   pdf (73.3 Kb)   docx (10.2 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com