EL PROFETA AGEO

EL PROFETA AGEO

Sobre el profeta Ageo:

Ageo en hebreo. Haggaj: "nacido en día de fiesta' es uno de los doce profetas menores, el primero de los llamados "profetas de la reconstrucción", junto con Zacarías y Malaquías. Obre la persona del profeta sólo sabemos lo que podemos deducir de la lectura de su escrito. Por la cualificación de "profeta" que se le da en el título se puede fácilmente pensar que estaba dedicado al culto, es decir, a la liturgia oficial en el templo.

Tiempo en que se desarrollo el libro:

Las breves secciones de este libro datan del año 520 a.C. Los acontecimientos políticos cooperaron al despertar religioso de este período. Al morir Cambises, hijo de Ciro, el 522 estallaron violentos desórdenes en todo el imperio persa; sólo en Babilonia aparecieron sucesivamente tres impostores como pretendientes a la sucesión; pero hubo otros más en las provincias hasta el 520, cuando Darío tomó sólidamente en sus manos las riendas del imperio. El profeta Ageo ve en estas agitaciones no sólo los signos premonitores del final del imperio, sino también los signos del grande y decisivo renacimiento de los judíos. Y ante todo, ante la inminencia de la inauguración del reinado de Yavé, es preciso que no falte el templo. Junto a Ageo aparece el profeta Zacarías y gracias a la exaltación de las esperanzas mesiánicas, sigue adelante la reconstrucción del templo.

Su Misión (llamado) y contexto del libro:

Ageo hará el llamado al pueblo de Judá para la continuación del templo de Yavé que sigue en ruinas a pesar del tiempo ya cumplido para su reconstrucción.

Mensaje en su tiempo:

Ageo dará al pueblo el mensaje de que por preocuparse primero por sus casas y sus bienes personales es por ello que Yavé los está castigando con no darles buenas cosechas. Denuncia lo que el pueblo decía que aun no era tiempo de reconstruir el templo, más bien decía que el verdadero motivo era que ponían a Dios en segundo plano, porque ya estando de regreso en la tierra prometida demostraba que ya era hora de reconstruir el templo y se había cumplido los 70 años.

Mensaje actual:

Hoy en día se puede ver que muchas personas dejan a Dios de lado como guardado sólo para cuando lo necesiten, porque están centrados mas en las cosas materiales, pero no debería ser así porque Dios debe ser el centro de nuestra vida, ya que si no lo tenemos cerca siempre nos va a faltar algo. Las personas que llenan su vida de lo material y no de valores están vacías, pueden llegar a sentirse solas en algún momento de su vida, por eso no hay que aferrarse tanto a los bienes materiales, sino también dedicarle tiempo a Dios quien será quien permita que nuestra

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