ENSAYO SOBRE LA VIDA

LA VIDA

La vida humana es sagrada desde su inicio, ya que viene de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con El. Sólo Dios, el Señor, da la vida y es quien también la quita. Nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente. Por ello todo atentado contra la vida del hombre es también un atentado contra la razón, contra la justicia y constituye una grave ofensa a Dios.

La vida es uno de los dones más bellos y maravillosos, durante ella el hombre emprende un largo camino lleno de todo tipo de circunstancias que comienzan desde el aprendizaje de convivir con todo lo que lo rodea. Comienza a ver, sentir, oler, expresar sentimientos y emociones que lo ayudan a formarse como persona, y a determinar su carácter que le abrirá el camino que recorrerá hacia un futuro.

La vida es un constante proceso de aceptación. De aceptarse uno mismo, a los demás, a los eventos del día a día, ya sean buenos o malos. Por eso es que todos los días al levantarnos volvemos a nacer, volvemos a la vida porque esta nos esta dando una oportunidad de seguir viviéndola, seguir sintiéndola, amando y buscándola la felicidad.

La vida es tan especial y tiene un gran significado, que debemos recordar siempre cómo Dios sacrificó a su único hijo por darnos una vida nueva. Lavó nuestros pecados con su sangre y no dudó en morir por nosotros. Sólo por ello cada uno de nosotros debe dar gracias por ese regalo tan especial que es VIVIR.

El modo que muchas personas viven su existencia, no esta guiada precisamente por los mandamientos y enseñanzas que Jesús nos dejó. Carecen de valores que los alejan de Dios y se desvían de un buen vivir. El hombre debe tener presente que para ser agradable ante Dios debe presentar buenos valores que lo hagan un hombre de bien en la sociedad. Uno de los valores que olvidamos con frecuencia son los valores corporales.

Nuestro cuerpo debería ser un templo sagrado, ya que es parte de nuestro constante vivir. Muchas veces no le damos la importancia que se merece al cuidarlo y brindarle atención en su higiene y alimentación, para conservarlo con una óptima salud, así como también un buen vestir para tener una presencia agradable hacia los demás.

También los Valores Espirituales los dejamos en segundo plano, acordándonos de Dios sólo cuando necesitamos de su ayuda o en alguna fiesta religiosa. La religión es un valor de vital importancia y trascendencia, así como su práctica. De la misma manera, la espiritualidad o la vivencia íntima y privada de algún tipo de creencia es un valor fundamental para la coherencia de la vida de todos. Los valores espirituales pueden ser sociales, familiares o personales y no tienen que ver con el tipo de religión sino con el sentimiento que alimenta esa creencia.

Vivir

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