El Compromiso

El Compromiso

Para que exista un compromiso tiene que haber una fusión, o un enlace, cuando esto se logra dar ya nada lo puede romper.

Jer_29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Prácticamente todas las sustancias que encontramos en la naturaleza están formadas por átomos unidos. Las intensas fuerzas que mantienen unidos los átomos en las distintas sustancias se denominan enlaces químicos.

¿Por qué se unen los átomos?

Los átomos se unen porque, al estar unidos, adquieren una situación más estable que cuando estaban separados.

Esta situación de mayor estabilidad suele darse cuando el número de electrones que poseen los átomos en su último nivel es igual a ocho, estructura que coincide con la de los gases nobles.

Los gases nobles tienen muy poca tendencia a formar compuestos y suelen encontrarse en la naturaleza como átomos aislados. Sus átomos, a excepción del helio, tienen 8 electrones en su último nivel. Esta configuración electrónica es extremadamente estable y a ella deben su poca reactividad.

Cuando Dios decide crear al hombre adquiere un compromiso con el, a tal punto que dio la salida inmediata al pecado o alejamiento del hombre.

¿Saben que hace al hombre que no adquiera compromiso? – Su independencia, que en una figura de desorden es rebelión, cuando está en orden es bendición, un hombre libre en sentido es espiritual, es una bendición, Jesús dijo: Jua_8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Es decir si yo regreso (me reconcilio con Dios) y puedo estar en responsabilidad de lo que Dios, quiere para mí, soy libre. Entonces estoy preparado para hacer un compromiso con Dios, miremos un ejemplo que hizo un compromiso con Dios

Hch 9:1-18

(1) Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote,

(2) y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén.

(3) Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;

(4) y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

(5) El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.

(6) El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

(7) Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie.

(8) Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,

(9) donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.

(10) Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.

(11) Y el Señor le dijo: Levántate, y vé a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,

(12) y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.

(13) Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén;

(14) y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.

(15) El Señor le dijo: Vé, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;

(16) porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.

(17) Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

(18) Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.

Pablo es liberado y por lo tanto, inmediatamente se compromete con Dios, si vemos al inicio, él estaba en rebeldía, su “libertad” le hacía estar opuesto al propósito de Dios, persiguiendo al pueblo de Dios, que era literalmente perseguir a Jesús, Dios tiene un compromiso con nosotros, entonces debemos de responder de la misma manera, adquiriendo un compromiso con el.

Sal_10:4 El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;

No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.

Los pensamientos, que se convierten en acciones, son los que nos llevan a estar en compromiso o fuera de compromiso, allí inicia el verdadero suplicio o bendición

Sal_26:2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame;

Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.

Sal_33:11 El consejo de Jehová permanecerá para siempre;

Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.

Sal_40:5 Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;

Y tus pensamientos para con nosotros,

No es posible contarlos ante ti.

Si yo anunciare y hablare de ellos,

No pueden ser enumerados.

Sal_56:5 Todos los días ellos pervierten mi causa;

Contra mí son todos sus pensamientos

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