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El Cristianismo

juanjotous912 de Septiembre de 2013

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TEMA 6

SAN AGUSTÍN: EL PLATÓN DEL CRISTIANISMO

1. Cristianismo y filosofía.

1.2. Principales aportaciones del Cristianismo.

1.3. Corrientes filosóficas.

1. San Agustín: Vida e inquietud filosófica.

1.2 Obras.

2. Núcleo de su pensamiento: razón y fe.

2.1. La duda en San Agustín.

2.3. Dios y el conocimiento.

2.4. Teoría de la iluminación.

3. El problema del mal.

4. Teoría política: Las dos ciudades.

5. Influencias.

6. Apéndice: San Anselmo de Canterbury.

1. Cristianismo y filosofía.

El encuentro con la filosofía es más que sólo un encuentro. Realmente, desde sus orígenes, recorren filosofía y Cristianismo juntos un largo camino en continuos encuentros y desencuentros. No en vano, tanto la filosofía como el Cristianismo son considerados los dos pilares básicos sobre los que asienta la cultura de Occidente.

Pero, aunque filosofía y Cristianismo han caminado juntos un largo trecho, el encuentro fundamental va a producirse en la época del Imperio Romano. El Cristianismo, en su versión paulina, quiere ser Universal, porque entiende que con Cristo el pueblo elegido por Dios es la Humanidad completa y que la salvación de Cristo y su Buena Nueva deben alcanzar a todos los hombres. Ahora bien, si el Cristianismo tiene por objeto alcanzar el mundo entero, no olvidemos que el mundo entero, en esta época, es prácticamente Roma, ni hemos de olvidar tampoco que Roma es, en gran medida, Grecia, culturalmente hablando. Luego, si el Cristianismo quiere penetrar en la cultura y en el pueblo romanos, lo mejor será que lo haga no como una religión sin fundamentos de razonabilidad en una época en que las religiones oficiales están en una franca decadencia, sino como una religión razonable capaz de estar a la altura de las circunstancias, es decir, capaz de presentar batalla a las otras escuelas filosóficas.

Hoy en día, a casi ninguno de los historiadores de la filosofía y de la cultura en general les cabe la menor duda de que gran parte del éxito del Cristianismo se debe a la aceptación, por parte de éste, del reto que supone, en esa altura, la filosofía griega. Pero, claro, este triunfo que se produce por el Cristianismo en matrimonio con la filosofía tiene, como casi todos los contratos, una contrapartida. No sólo se produce en este contacto Cristianismo- Cultura una cristianización del mundo pagano, sino que, simultáneamente, también el Cristianismo sufre una “paganización” por parte del entorno. Dado esto por supuesto, veamos las principales aportaciones del Cristianismo a la filosofía.

1.2. Principales aportaciones del Cristianismo a la Filosofía

El Cristianismo ha aportado a la historia del pensamiento conceptos absolutamente novedosos, imposibles de hallar en la filosofía griega pagana. En torno a Dios:

a) Aparece por primera vez en la historia de la filosofía el concepto absoluto de creación, en el sentido de una auténtica creatio ex nihilo (creación desde la nada). Dios no es ya sólo el que da forma a la materia, como el demiurgo platónico, sino que, más allá de dar origen al orden del cosmos, Dios crea totalmente el Universo.

b) También aporta el Cristianismo como novedad la idea de un Dios que guarda estrecha relación con la historia, ya sea interviniendo en el curso de la misma como providencia, ya sea de un modo absolutamente radical, por medio del acontecimiento de la Encarnación de Dios en forma humana (Jesucristo). Y es que, por primera vez, Dios se hace histórico, aceptando las coordenadas espacio-temporales hasta la muerte. Pensemos que el dios aristotélico, el motor inmóvil, era indiferente a lo que sucediera en el universo, y se limitaba únicamente a aportar el movimiento de las cosas.

c) Además de lo ya dicho, el Cristianismo se presenta como portador de una verdad absoluta en una época en la que la decadencia de la religión oficial y la diversidad enorme de la escuela filosófica conducen , de un modo casi inevitable, al relativismo. Este poder presentarse como portador de la verdad absoluta al relativismo se fundamenta en la creencia de que el Cristianismo se apoya en una revelación de origen divino. No es palabra de los hombres, es Palabra de Dios.

As a conclusion, we could assert about God:

 Monoteísmo: Frente a la decadencia politeísta de la cultura greco-romana.

 Creacionismo: Frente a la eternidad de la materia, Dios la crea.

 Omnipotencia divina: Dios está por encima de la naturaleza o el destino.

 Paternidad divina: Frente a la indiferencia que suponían generalmente los dioses tradicionales, el Dios de los cristianos se encuentra atento al acontecer humano.

Sobre el hombre

 El hombre se presenta en el Cristianismo como imagen de Dios y esto hará que cualquier cambio en la concepción teológica implique,a su vez, un cambio en la concepción antropológica.

 El hombre es un compuesto de un alma que tiene origen y de cuerpo mortal que resucitará al fin de los tiempos (y no como Platón que defendía que solo el alma es divina y además eterna, sin principio ni final).

 La moral del Cristianismo no puede defender nunca el determinismo (falta de libertad), ya sea a través del fatum estoico (el hombre sometido al destino) o del intelectualismo socrático (si conoces el bien, lo vas a hacer). En el Cristianismo, la moral se apoya en la libertad del hombre. Si no fuese así, no habría lugar para la responsabilidad ni para la culpa y, en consecuencia, el Cristianismo no podría presentarse como religión de redención de los pecados.

 El Cristianismo aporta a la historia de la humanidad no ya una concepción cíclica o pendular, sino una concepción lineal, y esto se entiende así desde el momento en que un determinado instante de la historia es considerado como la plenitud de los tiempos. Esta plenitud viene marcada o delimitada por el acontecimiento de la Encarnación. Así, es el momento máximo de esplendor histórico, aquél en el que el mismo Dios se hace histórico (espacio-temporal). La historia está dotada de un sentido desde el momento en que Dios irrumpe en ella.

Eran éstas, en general, las ideas que tenían que abrirse camino entre las diversas corrientes filosóficas existentes en la Roma de esta época (siglo I-IV d.C.)

1.3. Principales corrientes filosóficas

Las corrientes principales de la filosofía en la Roma Imperial, eran fundamentalmente cuatro: epicureísmo, estoicismo, platonismo y neoplatonismo. En gran medida, la primera filosofía cristiana es una filosofía de corte platónico, o, lo que es lo mismo, que el primer Cristianismo es platónico; sin olvidar, por supuesto, la estrecha relación que, a menudo, se da entre posturas cristianas y estoicas.

El neoplatonismo convive con el platonismo de la Academia y, al igual que éste, se ocupa de asuntos tales como la transcendencia del principio supremo, o sea, se dedica en gran medida a la teología.

Plotino, fundador de la corriente neoplatónica en el siglo III, llamará Uno a ese principio supremo. Para Plotino, el mundo no sería una creación de Dios, sino una emanación de Dios. De este modo, se puede decir que Dios y el mundo se confunden porque ambos poseen una misma naturaleza, de ahí que se pueda hablar de un cierto panteísmo (todo es Dios) en el pensamiento de Plotino. Este panteísmo no se da jamás en las concepciones en las que el mundo, el Universo, es resultado de una creación, ya que, en la creación, el principio creador permanece realmente diferenciado de la obra creada.

SAN AGUSTÍN

1. Vida e inquietud filosófica.

San Agustín es uno de los casos más claros en los que filosofía y experiencia vital están completamente unidos y son inseparables: este pensador se embarca en la búsqueda de una verdad que es simultáneamente Camino y Vida. El hombre que encuentra la verdad que San Agustín busca no puede ser igual que era antes de encontrarla, porque se trata de una sabiduría que transforma la vida de los hombres. La filosofía de san Agustín, va a estar acompañada de una vivencia religiosa muy fuerte que la impregna en todo momento.

Agustín nació en la ciudad de Tagaste. Hijo de padre patricio y pagano y de madre (Santa Mónica) cristiana, el muchacho heredó por épocas los extremos de ambos padres. Pasó su adolescencia entre Cartago y Tagaste, llevando una vida desordenada. De estos desórdenes, de todos los estilos, se acusa con bastante detalle en sus Confesiones. Ahora bien, le pasaba a Agustín que la pasión por el sexo no disminuía su pasión por la lectura y los estudios, tanto que decía él “que un error de gramática era peor que un pecado mortal”. Esta pasión por la lectura es la que lo llevó a los 19 años a encontrarse con un libro de Cicerón titulado A Hortensio. Esta obra, que marcará definitivamente su pasión por la filosofía, cambiará radicalmente su existencia: tras el estudio de esta obra perdida, Agustín probará todas las corrientes filosóficas, hasta sentirse a gusto finalmente en la secta de los maniqueos.

Su estancia en la secta de los maniqueos se inicia en el año 374. Se ha producido un primer momento en la conversión de San Agustín: es la conversión o el salto de vida que supone pasar de una vida despreocupada al más riguroso quehacer filosófico. El joven más o menos frívolo comienza a interrogarse. A hacerse estos interrogantes le ayudará la filosofía; otra cosa muy diferente es que la filosofía satisfaga con respuestas estos interrogantes.

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