El Señor Y El Siervo

EL SEÑOR Y EL SIERVO

INTRODUCCION

El libro el Señor y el Siervo expresa claramente el propósito que tuvo Dios al enviar su hijo Jesucristo a morir por nosotros, propósito que no se si para todos pero en mi caso ha estado algo confuso ya que siempre mantuve la idea de que fui salvos por misericordia, amor y compasión de Dios por nuestras almas las cuales estaban condenadas a una vida eterna en el infierno, pero lo que este libro me revelo es que más allá de la misericordia, el amor y la compasión de Dios se encuentra el compromiso que adquirimos al recibir la salvación, aunque suene algo imponente es como yo lo llamaría.

Para mí un compromiso es un acuerdo entre dos o más personas donde cada una se hace responsable de aportar algo para que ese acuerdo permanezca, Dios expone su aporte lo cual consiste en cubrir nuestra deuda otorgándonos una nueva vida y nosotros exponemos la nuestra que consiste en rendir la vida que el mismo nos ha entregado a su voluntad.

Lo más importante es que tengamos conciencia primero de que hemos recibido esa nueva vida y el para que se nos ha sido dada, para así poder comprender realmente en que consiste ser siervos del señor Jesucristo.

Para poder expresar con claridad mi aprendizaje a través del libro El Señor y el Siervo he realizado una breve reflexión de cada capítulo con base a mi vida.

Capítulo 1 El Señor y el siervo (I Corintio 6:20)

Aunque mi vida no era el peor ejemplo debo reconocer que vivía en la simpleza, donde solo me preocupaba por mis propios asuntos y no estaba ni en lo más mínimo interesa en los asuntos ajenos y este estilo de vida me esclavizaba al conformismo y a permanecer en el anonimato, cuando Dios se revelo en mi vida empecé a experimentar lo que declara II Corintios 5:17, y fui muy sujeta al orden y a la obediencia porque veía que todo a mi alrededor estaba cambiando lo cual me ha llevado a ver solo el beneficio que esto ha traído para mi vida. Personalmente considero que a pesar de que rindo mi servicio al señor pareciera como si le estuviera haciendo un préstamo y que Dios debería darse por bien servido, jamás había reflexionado sobre lo que merece una persona en condición de esclavo cuando alguien se hace cargo de su deuda, es por eso que digo que el servicio que muchos líderes entregamos al Señor toma un sentido de préstamo porque si estuviéramos dando el pago de nuestra deuda ni la vida eterna bastaría para pagarla.

Capítulo 2 El carácter de un siervo (Lucas 17:10)

Siempre se nos ha enseñado sobre tener el carácter de Cristo y de acuerdo a lo leído lo que predomina en el carácter de un siervo es que sea útil, bueno y fiel, yo defino lo útil como algo que sirve, es decir que además de funcionar tiene la capacidad de provocar un beneficio, como cuando compramos algo para un fin determinado y descubrimos que tiene otras cualidades que están más allá de nuestra expectativa ; lo bueno lo defino como algo que no se destruye con facilidad por ejemplo mi abuela siempre habla de la buena inversión que hizo al comprar una olla la cual se usó para el sancocho de bienvenida que me hicieron en mi nacimiento y que aún existe en la que se siguen haciendo los sancochos familiares, mi abuela siempre dice “esa olla sí que ha salido buena” con lo cual creo que trata de decir que ha resistido bastante, es decir que además de brindar la utilidad inicial lo ha hecho por mucho tiempo; y lo fiel lo defino como algo que no falla, es decir que siempre está disponible para lo que ha sido creado, algo con lo que siempre se puede contar, algo que genera confianza, tranquilidad; es frustrante cuando se adquiere algo que en primer lugar nos ha costado que en segundo lugar no brinda el 100% de su utilidad y que además de esto cuando más lo necesitamos se daña. Por eso creo que el señor Jesucristo declara en Mateo 7:23 “Apartaos de mí porque nunca os conocí” cuando vivimos esa frustración que mencioné anteriormente, deseamos nunca haber hecho esa inversión.

En pocas palabras yo considero que útil, bueno y fiel significa: servir bien, servir más, servir siempre, he reflexionado mucho sobre esto y entiendo que hay mucho por hacer.

Capítulo 3 La Humildad (Filipenses 2:6-8)

Yo creo que algunos hemos tenido un concepto equivocado o más bien inadecuado, sobre lo que significa Humildad, lo digo porque he recibido enseñanza sobre esto donde se asocia mucho con la sencillez, es por eso que se nos ha hablado que cuando Dios nos lleva a grandes posiciones no debemos presumir, ni hacer alarde sobre eso, ni menospreciar a los demás. Pero al examinar la palabra que introduce a este capítulo “Bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5:3” deduzco que pobre es considerado aquel que tiene una necesidad, aquel al cual le hace falta algo o que requiere de algo, lo que Dios espera de nosotros es que entendamos que siempre debemos tener en cuenta que hay necesidad en nosotros, y que mientras exista esta necesidad no podemos pensar que ya lo tenemos todo, que ya lo hemos alcanzado todo y que por esto ya estamos por encima de los que no tienen. El Señor Jesús siempre demostró a sus discípulos sus necesidades hasta el momento de su muerte, su necesidad de orar, su necesidad de predicar, su necesidad de ayudar, su necesidad del padre y deja en claro que el solo hecho de tener necesidades lo hacía estar al igual de los hombres, hasta el momento de morir le dijo al padre ¿Por qué me has abandonado? Con esto demostró cuán grande era su necesidad del padre que sufre el momento del abandono, si esa no fuera una necesidad pues no lo hubiera expresado.

Personalmente le doy gracias a Dios porque hay algo que yo hasta hace poco pensaba que era un sentir satánico en mí, porque siempre he tenido una sensación de que no llego a la plenitud en mi vida y llegue a pensar en muchas ocasiones que estaba siendo inconforme con Dios y esperaba más de lo que merecía, en pocas palabras me he llegado a sentir que abuzo de Dios, pero ahora comprendo que esa necesidad es lo que debe haber en mi para que Dios este fijando sus ojos sobre mi vida, si llega el momento que me sienta que ya he llegado a la cúspide puedo correr el riesgo que Dios no ponga su atención en mí. Dios requiere de nosotros humildad porque es la única manera con la cual podemos acercarnos a las personas entendiendo que así como nosotros necesitamos de él, muchos más también lo necesitan. Por eso comprendo que cuando el Señor lavó los pies de sus discípulos les demostró que

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