Enamoramiento Cristiano

EL ENAMORAMIENTO CRISTIANO

INTRODUCCIÓN.-

Todo cristiano tiene claro que en su vida tiene que agradar a Dios. Hacer la voluntad de Dios es importante, y un de esas áreas es que Dios quiere que te cases. Desde el inicio el plan de Dios no fue que estés solo(a). Eclesiastés 4:9-12 nos presenta razones para no estar solo. “La vida no está diseñada para el aislamiento, sino para el compañerismo; no para la soledad, sino para la intimidad. Algunas personas prefieren el aislamiento debido a que sienten que no pueden confiar en nadie. Sin embargo, no estamos aquí en la tierra para servirnos a nosotros mismos, sino para servir a Dios y a los demás. No se aísle de los demás ni trate de ir por su cuenta. Busque compañeros, sea miembro de algún equipo” (Comentario Biblia Diario Vivir). Es por ello que Dios estableció el matrimonio. Habría mayor productividad en el trabajo (9), habría socorro y ayuda en tiempo de necesidad (10), habría consuelo y aliento en tiempo de frio o adversidad (11), habría firmeza y victoria en tiempo de peligro (12).

Por eso, es necesario que cada creyente, en el tiempo correcto y con la persona correcta, entable una relación de enamoramiento con una persona del sexo opuesto, con el único fin de contraer matrimonio y vivir juntos para toda la vida. Y es de vital importancia porque conlleva riesgos y peligros, si no se maneja correctamente. ¿Por qué?

a. Porque en una relación de pareja se involucran los sentimientos y el corazón. Y la Biblia dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9) El joven o la señorita se puede equivocar, se puede enceguecer, no quiere que le digan nada, y hasta se puede poner los sentimientos por encima de la razón.

b. Porque en una relación de pareja se involucra el contacto físico (besos y abrazos), y si no están controlados o guiados, se corre el peligro de tener vida sexual (antes del matrimonio, fornicación), y confundir el amor verdadero, de compañerismo, con el amor solo pasional o carnal (basado en atracción física, en el sexo), que trae consecuencias irreparables. (Las novelas, películas, el mundo) Vivimos en una sociedad de sensualidad, que estimula los sentidos corporales (¿amor libre?)

Un buen enamoramiento puede ser la base para un buen matrimonio ¿Qué debemos tomar en cuenta? Veamos algunas consideraciones fundamentales. Las tres primeras son previas a la elección de tu pareja, y la última tiene que ver propiamente con la elección de tu pareja.

I. LA COMUNIÓN CON DIOS TIENE QUE SER TU PRIORIDAD.

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” Mateo 6:33 El enamoramiento es un elemento importante en tu vida, pero es una añadidura, no es lo primordial. Lo prioritario es que te enamores de Jesús. Amalo, sírvele, enamórate de Él. Si alguien te dice “sin tí no puedo vivir” es porque Dios no es su prioridad. Nuestra vida solo tiene sentido en la persona de Jesucristo. Ama a Dios, lee su Palabra, sirve en la iglesia local.

II. LA RELACIÓN CON AMIGOS Y AMIGAS TIENE QUE SER ALGO PROVECHOSO (en el sentido de útil, conveniente, beneficioso, necesario)

Busca un lugar donde puedas encontrar amigos. No existe mejor lugar que la iglesia (la amistad crece con el trato continuo). El consejo de Salomón en Proverbios 18:24 es: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano”. Ven a las reuniones de la iglesia, tienes que ser una persona de confianza, tener respeto por el otro, conocer a otras personas (invertir tiempo) El gran obstáculo para tener amigos somos nosotros. Amistades largas, noviazgos cortos, matrimonios para toda la vida.

III. UNA CARRERA Y/O UN TRABAJO TIENE QUE SER ALGO PRECIADO EN TU VIDA (valioso, significativo, planificado)

La importancia de estudiar, de saber que vas a ser. “Prepara tus labores fuera, y disponlas en tus campos, y después edificarás tu casa” Proverbios 24:27.

Tienes que forjarte una carrera, prepararte. Si eso no sucede no vas a querer casarte (o no podrás hacerlo). Y si te casas, no tendrás tus estudios. Se dice que una edad decisiva, determinante es de 17 a 25 años. Joven, señorita, ¡Estudia! Si no tienes suficientes recursos, entonces busca un trabajo temporal. No entres al matrimonio, ni formes una familia, sin antes esforzarte en tus estudios. Actualízate en todo lo que puedas. Y padres, ustedes no detengan a sus hijos si quieren trabajar, pues eso les ayuda a ser responsables, les ayuda a madurar emocionalmente (adquiere juicio, experiencia en la vida, aprenderá a reconocer sus errores, a enfrentar frustraciones y fracasos.) Es importante que estudies.

IV. EN LA BÚSQUEDA DE TU PAREJA TIENES QUE CONSIDERAR PRINCIPIOS

Proverbios 18:22 “El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová” Tenemos que buscarla. Una chica tiene que esperar (pida consejería).

Recuerda que Dios te ha capacitado con tres elementos:

a. La capacidad de elección (para decidir). El sentido común, la razón, el gusto y el corazón.

b. La sabiduría divina. Se encuentra en la Palabra de Dios. “Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón” Salmo 119:34.

c. El consejo de otros. La orientación de personas maduras, lideres temerosos de Dios, personas con una rica experiencia. Recurre a tus padres.

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